Una mentira los separo hace cuatro años, un trabajo los unirá, dos verdades saldrán.
Aline Albini una chica donde la humillaron, esconde un secreto donde eso traerá consecuencias.
Bruno Capponi un empresario existido, esta en sus mejores momentos de...
Dejo a los gemelos en su entrenamiento y me dirijo al trabajo, si mi abogado me notificó que ya no hay nada que hacer, Bruno se mantiene en esa posición, solo tenemos una mínima oportunidad, hablar sobre el divorcio.
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- Bueno días -digo entrando
- Hola, señora Capponi -dice burlón
- Por el momento -digo sonriendo
- Admite que gané, admite que te gane a ti y al imbécil de Adam -dice y asiento
- Ganaste, pero eso no quitará que siga con el divorcio, tengo pruebas, tengo afirmaciones, tengo todo, no durarán en darme el visto bueno a mi -digo- ¿qué pasó? ¿Perdiste? -digo sonriendo y yendo a mi puesto.
No lo miro y me dispongo a ir a mi oficina, la cual está vacía y solo queda el aire acondicionado, giro al vidrio y veo que Bruno sonríe señalando el escritorio en una esquina de su oficina.
Maldito hijo de...
Voy hasta allá de nuevo.
- Enserio!!! -digo alterada
- Póngase a trabajar señorita Aline -dice viendo su computadora- quiero los reportes de este mes.
No refunfuño y solo hago lo que me pide, me dispongo hacer cada una de las actividades, hasta que llega la hora de almuerzo.
Elias: te espero? O voy?
Yo: ven, hazte hombre.
Elias: Querida.... Ok, ya se para que es.
Yo:Gracias..
Elias: ya se para que es.
Yo: va, vení. - Termino lo que le deje señorita -dice Bruno con su voz dura.
- Si... -tocan la puerta.
- pase -dice Bruno
- Hola señor Capponi, ¿estas lista amor? -dice Elias mirándome
- Eh, si -digo- con permiso señor.
Dicho esto salgo de allí, Elias se comienza a reír una vez que estamos en el ascensor, bajamos a la cafetería y ordenamos algo suave.
BRUNO
- Hola señor Capponi, ¿estas lista amor? -dice Elias.
Mi ceño se frunce a medida que Aline sale de la oficina.
- que mierdas -digo tomando mi pelota del estrés.
No, ella no.
Pasa la hora del almuerzo y la veo llegar con un jugo.
- Tenga -dice entregándomelo y niego- Pero...
- Señorita, somos jefe y empleada, tenemos una conexión mediante a nuestros hijos, por favor -digo señalando su envase- llévese eso.
- Me costó 30 euros, no es nada barato -dice
- Lo siento -digo viendo mi computadora
- Maldito -susurra
- ¿qué dijo? -pregunto
- Nada -dice sentándose y dejando el jugo aún lado.
- Que Bueno, otra cosa nada de romanticismo en la oficina, nadie la tiene que venir a buscar, usted conoce el camino a la cafetería -digo
- No responde-
- Me está escuchando usted -digo y asiente
- Lo tendré en cuenta -dice viéndome- ¿es todo?
- Si, póngase a trabajar -digo
De vez en cuando la miro, tiene la misma mirada de años atrás, le hice daño, no la escuche y ahora estoy pagando los platos rotos; pasa la hora y ya es de noche, viene Susan a verme.
- Amor!!! -grita besándome
- Hola -digo viendo a Aline quien mantiene la mirada en la computadora- ¿nos vamos?
- De hecho... ¿quien es ella? -dice mirando a Aline
- Mi secretaria -digo- ¿Aline?
- Si jefe -dice alzando la cabeza
- Tráenos un jugo, ahora se me apetece -digo
- Lo siento, mi hora de trabajo ya culminó -dice- MIS hijos me esperan -dice remarcando el MIS.
Dicho esto sale dando una mirada asesina a Susan, sonrío y se que he obtenido mi objetivo.
Ponerla celosa.
- ¿nos vamos? -dice tomando el cuello de manera morbosa
- No, toma -digo pasándole el dinero- vete.
Dicho esto me marcho hasta que la veo en el pasillo esperando el ascensor, la alcanzo y me posiciono alado suyo, no dice nada y yo tampoco; nos subimos al ascensor y le llega una llamada.
- Hola amores, si ya estoy en camino se me hizo tarde, lo siento, va yo les llevo, Chao.
- ¿eran ellos? -digo
- Si -dice cortante- ¿y tu novia?
- ¿cual?
- Sabes que olvídalo -dice
- ¿celosa? -digo
- No, cl-aro que no.
La arrincono contra la pared del elevador, y me coloco subiré su cuello, oliendo su perfume a vainilla y chocolate.