Voten, comenten y síganme para más.
Quien hubiera pensado que ese bonito amanecer que tenía frente a ella, con esos colores tan bonitos y llenos de vida, sería el último panorama digno de fotografía que vería.
Sus cabellos azabaches se mecían con el viento mañanero mientras estiraba sus brazos en una pose de relajo, intentando quitarse todo ese estrés acumulado, aunque sería imposible.
Se dirigió a su apartamento, recuerdo lo mucho que le había costado decidí el lugar, pues siempre terminaba hallando algo que no le gustaba y yéndose a otro lugar, sino mal recordaba ya iban a ser 6 meses desde que se mudó a ese edificio.
Tomo su teléfono y marco un número, decidida a terminar lo que había empezado.
-- Si... sé que vendrán en unos minutos... no te preocupes por mí, ya sabía que esto pasaría, lo tengo todo calculado.
Poco después aquella llamada fue cortada, la mujer soltó un suspiro, volteando a ver por última vez el cielo a través de su ventana. Se puso nostálgica al ver ese hermoso cielo despejado, sin quererlo los recuerdos de la mejor etapa de su vida llegaron a su mente.
Se ve así misma con una apariencia más aniñada, inocente y feliz, acompañada por sus amigos, seguidores y... el amor de su vida.
En secundaria tuvo su primer y único novio, un chico que no tenía nada destacable, pero que aun así supo llevarse su corazón como nadie en su vida, con su sonrisa brillante y ese pensamiento hasta su punto de vista infantil. Pero así había llegado a amarlo mucho y no hubiera cambiado nada de él.
Cuando sintió algo cálido pasando por sus mejillas se dio cuenta que había empezado a llorar, no había sido su intención, pero parece ser que su vida actual era tan patética que cualquier recuerdo de su época feliz la hacía llorar.
Desearía ser nuevamente esa pequeña niña que era seguida por muchas personas, viéndola como una líder, unos como una amiga, o como ese ser que les había entregado un motivo por el cual vivir.
Imaushi Kioko estaba sola después de haber sido seguida por muchas personas, muchas siguieron su camino... mientras que otras se les fueron arrebatadas por la muerte.
Ella daría cualquier cosa para regresar al pasado y volver a sentir esas emociones cálidas en su pecho, no como en el presente que solo lloraba y gritaba, toda la alegría se le había escapado como arena entre los dedos.
Quito su vista de la ventana y entro a su recamara, de entre los cajones de escritorio encontró lo que estaba buscando. Primero saco un pequeño frasco con un líquido purpura brillante en su interior.
-- Hace 12 años te entregaron en mis manos... y finalmente servirás para algo...
Sacando más cosas, se encontró con un pequeño y algo degastado broche de mariposa, el tamaño delataba que era un accesorio para una niña pequeña, delineaba lentamente el patrón interior con las yemas de sus dedos, recordando con nostalgia y melancolía el cómo lo había recibido.
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𝐕𝐨𝐳 𝐝𝐞𝐥 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳ó𝐧 ||Hanagaki Takemichi|| *Tokyo Revengers*
Fanfiction''Tengo miedo de decir tu nombre y que salgas lastimado'' Ella había cortado contacto con todo lo que le recordara aquel día que a pesar de que su propia mente intento olvidar, el trauma y el miedo seguían presentes, ella no quería ver esos rostros...