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Fue difícil, pero pudiste obtener suficiente información sobre el paradero de South.

Además de que tuviste que hacer tiempo, mientras aprendias el idioma, en lo que también conseguias alguna manera para viajar y como quedarte allí el tiempo que quisieras.

Cuando finalmente tuviste todo, te preparaste para tu viaje.

Nunca tuviste demasiadas cosas, por lo que la maleta no fue muy grande.

Observaste aquel lugar en donde viviste todo ese tiempo, aquellos sujetos que te ayudaron a buscar información, que te ayudaron a crecer en esas calles, quienes incluso te tuvieron respeto por tus acciones.

Les diste una sonrisa lanzando un beso.

-"Adeus" les dijiste mientras los observabas "Meus servos leais"

Fueron tus últimas palabras a aquellos hombres antes de partir.

Había algo que no te sorprendía para nada, no ibas a extrañar aquel lugar, ni aquellas personas con las que creciste.

No porque estuvieron contigo, significa que les debes algo, lo hicieron por cuenta propia, nunca le pediste nada a nadie.

Bueno, si, a una sola persona, a Terano.

Lo único que le pediste fue que se quedara siempre contigo, y a la mínima que tuvo para irse, se marchó sin siquiera decir una palabra.

Y no se lo ibas a perdonar, claro que no.

El vuelo fue largo, pero una vez llegaste, empezaste a buscar un lugar para quedarte, ya que era de noche.

Escuchaste un silbido de parte de unos hombres.

-"Vaya mujer no?" dijo uno mirándote

-"Hum... Disculpen" dijiste acercandote despacio a ellos, eran tres sujetos "Estaba buscando un lugar para quedarme" jugando con tu cabello, sin dejar ver demasiado tu rostro y les sonreiste "Podrían ayudarme?"

-"Ooh! Miren que lindo acento tiene!" uno mencionó

-"Claro que conocemos un lugar linda! Ven siguenos!" otro dijo empezando a caminar

-"Muchas gracias~" les dijiste para seguirlos

Y al momento en que pasaron por algún callejón vacío, sólo te tomó un minuto para luego salir de allí contando los billetes que les habías quitado de sus billeteras, los tres hombres noqueados ahora en el callejón.

-"300.000, 310.000, 350.000 yenes" dijiste murmurando y guardando el dinero en tu bolsillo "Ahora, donde habrá algún hotel..." pensaste para empezar a buscar

Caminabas atenta por las calles durante la noche, te sorprendió como eran tan tranquilas, pero de todas maneras te mantenias alerta.

Encontraste un pequeño hotel y entraste en el pidiendo un cuarto.

No era la gran cosa, pero era cómodo el lugar, y no salía demasiado por noche.

Te recostaste en la cama que había y te estiraste.

-"Esto es nuevo..." suspiraste mirando el techo "Mañana si te llego a encontrar Minami... Oh, te voy a matar"

Ese fue tu comentario antes de dormir.

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Te ponía de muy mal humor la cantidad de personas que se te quedaban mirando como si fueses algún tipo de objeto en exhibición o algo por el estilo.

Era demasiado obvio que eras extranjera, y a todos les llamaba la atención, sobre todo por lo grande que eras para ser mujer.

Incluso un par de veces algunos niños, que seguramente tenían entre 15 a 18 años, no más, te rodeaban y de alguna manera querían coquetear contigo o hacerte sentir intimidada.

Pero te tomaba muy poco tiempo en detectar al lider y hacerte cargo de él, para que te dejarán en paz.

-"Se creen que soy mono de circo o qué..." dijiste entre murmuros fastidiada

Fue increíble la fama que te ganaste entre distintos grupos en poco tiempo.

Los rumores que se esparcian con rapidez, llegaron a varios oídos...

Mi garota - South x Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora