[2] Hola, señor mayor general

Capítulo 274: Qué ingenuo

He Zhichu apretó los puños, sus fríos y delgados labios se presionaron en una línea apretada mientras sus ojos se endurecían. Guardó silencio por un momento. Cualquiera de las dos posibilidades que estaba insinuando Huo Shaoheng podría significar un gran problema para He Zhichu. Ciertamente no sentía nada por Wen Shouyi y apenas conocía a Dou Qingyan. Sin embargo, He Zhichu era consciente de que alguien había tendido una trampa de este tipo, por lo que se alegró de ver que las piezas caían en su lugar; no había hecho nada para evitar la situación e incluso había pedido prestado un avión a reacción para ayudar en las cosas. Nunca había esperado que Huo Shaoheng vincule las dos cosas aparentemente no relacionadas y le pregunte al respecto. Sin embargo, He Zhichu había pasado por tanta adversidad como Huo Shaoheng, y quizás había sobrevivido a situaciones incluso más peligrosas que las de Huo Shaoheng, supuso. Este tipo de problema con el que aún podía lidiar. Las comisuras de su boca se alzaron en una sonrisa vacía cuando dijo con una voz tan fría como la primera helada del invierno: "Entonces, ¿parece que el Sr. Huo piensa que prestar un gran avión es una señal de afecto?" Él resopló. "¿No es ese tipo de afecto demasiado barato?"

"¿Barato?" Huo Shaoheng respondió. "Profesor He, ¿está haciendo alarde de su riqueza ahora?"

"Bueno, puedes interpretarlo como tal". He Zhichu se reclinó contra su silla, con las manos en los reposabrazos como si fuera un gobernante de sangre fría. "Para mí, este jet es lo mismo que los autos en el garaje del Sr. Huo. Es solo una herramienta de transporte; no hay distinción de riqueza. Como mi asistente lo necesitaba, no estuvo de más prestárselo ". Estaba usando su facilidad de riqueza para aplastar completamente esta sospecha.

Huo Shaoheng asintió y tomó nota de estar mucho más alerta contra He Zhichu ahora. Esta persona no solo era inteligente, sino que también tenía una inmensa riqueza y había podido profundizar en el pasado de Nianzhi basándose en sus influencias. He Zhichu tenía los ojos puestos en Nianzhi, por lo que Huo Shaoheng necesitaba prestarle más atención. "Aunque tu excusa es un poco endeble, no es del todo inaceptable". Huo Shaoheng cruzó las piernas y levantó ligeramente la barbilla. "Pero con la familia He siendo desconocida, a pesar de la riqueza del profesor He, no es de extrañar que la gente haya tenido tales conjeturas".

"Entonces no hay forma de evitarlo. Lo que otros piensan es asunto suyo. No puedo ir a taparles la boca y mantenerlos en silencio ahora, ¿verdad? " He Zhichu se encogió de hombros con indiferencia. "¿Ahora crees que no tengo nada que ver con Dou Qingyan?"

"Profesor He, usted condujo aquí en el mismo auto que Dou Qingyan. Es un poco ridículo refutar completamente que tienes algo que ver con ella ".

Huo Shaoheng sonrió, luego la voz de Gu Nianzhi de repente sonó en sus auriculares. "Huo Shao, profesor. Definitivamente conocía a Dou Qingyan, y ellos también eran cercanos. Antes de que ella me mostrara las fotos ese día, él personalmente me había dicho en la residencia oficial del Primer Ministro que tú y ella parecían una buena pareja, una pareja perfecta, incluso. ¡Él claramente sabía sobre la existencia de esas fotos! "

Huo Shaoheng escuchó atentamente por un momento, luego miró a He Zhichu con una expresión tranquila. Terminando la llamada en el auricular, le dijo a He Zhichu: "Profesor He, alguien me acaba de decir que lo había escuchado hablar con Nianzhi en la residencia oficial del Primer Ministro y que, aparentemente, sabía de las fotos desde mucho antes. ¿También parecías haber sabido lo que sucedió entre Dou Qingyan y yo ...?

He Zhichu frunció los labios al pensar inmediatamente en Gu Nianzhi; ella había sido la única que le había oído decir esas cosas. No había otras personas allí cuando se dijo; solo ella. Enfurecido, el rostro de He Zhichu cayó mientras se reía sin alegría, "¿Quién" escuchó "esto? ¡Que salga y me enfrente! " Se sentó derecho en su asiento, su espalda rígida se asemejaba a la postura de un soldado.