[2] Hola, señor mayor general

Capítulo 204: Eres tan duro

Gu Nianzhi no pudo evitar emocionarse cuando sintió el aliento caliente de Huo Shaoheng alrededor de su cuello. Temblando, extendiendo el brazo con la mano, extendió suavemente la mano por debajo de sus brazos para rodear su ancha espalda. Esta posición le permitió acomodar todo su cuerpo en su cálido abrazo.

Huo Shaoheng no hizo ningún sonido mientras su pesado jadeo cesó gradualmente. Permaneció inmóvil mientras se inclinaba hacia adelante para apoyar la cabeza en el hombro de Gu Nianzhi. Un centímetro más cerca y podría tocar su cuello suave y esbelto, pero se detuvo.

Gu Nianzhi abrazó a Huo Shaoheng con satisfacción. Era tan alto y musculoso que podía cubrir todo su cuerpo con el suyo, pero aún así no pudo evitar estirar los brazos para sentir y tocar al único hombre en su corazón, en toda su extensión. Huo Shaoheng apoyó las manos contra la pared en un intento de mantener la distancia del cuerpo de Gu Nianzhi.

Sin embargo, Gu Nianzhi estaba completamente inmersa en el éxtasis de la lujuria por su ser querido y ni siquiera notó que Huo Shaoheng se alejaba silenciosamente de ella. Actuó por instinto y rozó suavemente sus suaves labios contra los lóbulos de sus orejas. Sus labios como pétalos se sentían deliciosos contra uno de los lugares más sensibles del cuerpo humano. Huo Shaoheng fue tomado por sorpresa cuando un entumecimiento abrumador comenzó a extenderse desde los lóbulos de sus orejas, casi destruyendo sus defensas recién erigidas.

"Nianzhi..." la llamó Huo Shaoheng, su voz ronca y tensa. El corazón de Gu Nianzhi palpitó y no dudó en abrir sus labios rojos para chupar el lóbulo de la oreja de Huo Shaoheng. Un gruñido bajo sonó en lo profundo de su garganta y su miembro se sintió tan hinchado que podría explotar en un instante. Las manos apoyadas contra la pared se cerraron en puños mientras usaba todo su autocontrol y moderación que había sido cultivado durante años de entrenamiento militar para evitar dar un paso que no sería capaz de dar.

Gu Nianzhi no parecía entender el efecto devastador de su acción en Huo Shaoheng, o tal vez lo sabía y no le importaba. En un momento como este, solo quería hacer lo que quería hacer, con la persona que amaba. Quería que él fuera feliz y que ella también se hiciera feliz. Quería experimentar esta alegría y encender el fuego que él había encendido en su cuerpo; quería encender la misma pasión en él también.

Tenía que hacerle saber que ya era mayor.

Gu Nianzhi comenzó a chupar el lóbulo de la oreja de Huo Shaoheng con más intensidad y Huo Shaoheng tuvo que respirar profundamente varias veces antes de poder tomar su mandíbula y obligarla a soltar su oreja. Gu Nianzhi volvió la cabeza con impaciencia para evitar sus dedos. Huo Shaoheng aprovechó la oportunidad para ponerse de pie y rescatar sus oídos de ella. Sin embargo, no había esperado que ella se prendiera de nuevo. Se puso de puntillas e inclinó la cabeza, cerró los ojos y frunció los labios rojos mientras se inclinaba hacia el rostro de Huo Shaoheng. Pero Huo Shaoheng era demasiado alto y solo podía alcanzar su barbilla de puntillas.

"Baja la cabeza, Shaoheng", suplicó Gu Nianzhi con ternura, por lo que Huo Shaoheng suspiró y se inclinó para acercarle los labios.

Gu Nianzhi se rió y le acarició los labios con los dedos durante mucho tiempo antes de presionar suavemente sus labios contra los de él y hablar directamente con ellos. Su voz estaba ahogada. "Eres una persona tan dura, pero tus labios son bastante suaves".

Huo Shaoheng no quería reconocer sus susurros sin sentido y movió sigilosamente la parte dura de su cuerpo dando otro paso atrás. Gu Nianzhi lo besó cuidadosamente dos veces antes de presionar suavemente sus labios contra los de Huo Shaoheng. Siguiendo el ejemplo de él, extendió su lengua rosada y suave para rodear sus labios. Huo Shaoheng mantuvo los ojos cerrados, los brazos débiles mientras abrazaba a Gu Nianzhi. Indefenso contra sus besos juguetones, tomó el control y le besó suavemente los labios, luego subió hasta su delicada nariz y finalmente los posó contra su frente. Fue una acción contenida y pareció un beso de buenas noches.

El corazón palpitante de Gu Nianzhi se ralentizó con sus suaves besos. Miró hacia arriba para ver el rostro impasible de Huo Shaoheng, con los ojos llenos de esperanza.

Huo Shaoheng la soltó de sus brazos y se las arregló con voz ronca: "Ve a ducharte; no duermas demasiado tarde ".

"¿Eh?" Gu Nianzhi no había esperado que él la hiciera irse a la cama temprano después de una sesión de besos tan apasionada.

Huo Shaoheng la ignoró, se volvió y salió del dormitorio principal para ir a ducharse en el otro baño. En la capital imperial, el agua fría estaba helada durante el invierno incluso con aire acondicionado central. Sin embargo, Huo Shaoheng no tuvo más remedio que tomar una ducha fría para calmar su cuerpo abrasador. Después de que terminó, se puso su camiseta negra y pantalones de pijama para sentarse en el alféizar de la ventana de la bahía en el dormitorio. Abriendo un poco la ventana, encendió un cigarrillo y fumó en silencio. Justo ahora, en realidad había perdido el control de sus impulsos y ahora se sentía más vigilante que nunca. Quizás había subestimado la influencia de Gu Nianzhi en él. Sus pestañas gruesas eran como abanicos sobre sus ojos, mientras miraba hacia abajo, con un cigarrillo entre los dedos mientras soltaba suavemente un anillo de humo blanco. Mirando hacia el cielo de la noche oscura y la nieve que cae,

...

Gu Nianzhi se había duchado y se había puesto la camiseta negra de Huo Shaoheng. La camisa de dormir larga cubría la mitad de su muslo y su piel expuesta parecía aún más clara contra la tela oscura. Se sentó frente al tocador con la cabeza mojada por un rato, antes de sacar el secador de pelo para secarlo a la mitad y luego irse a la cama. Miró el reloj y vio que solo eran las ocho de la noche; no tenía sueño en absoluto y ni siquiera podía pensar en dormir. Acariciando sus labios casi hinchados, Gu Nianzhi recordó el beso anterior. Su corazón estaba nervioso y no podía calmarse. A veces se sentía increíblemente afortunada e increíblemente feliz, mientras que otras veces pensaba que la felicidad llegaba demasiado repentinamente. La mareaba y le daba miedo creer que era verdad. Pero no importa si ella lo creía o no, Huo Shaoheng realmente la había besado. No había sido un sueño. Al pensar en el apasionado beso, el corazón de Gu Nianzhi se encendió. Apartó las mantas para apartarse del lado y caminó por la habitación en círculos antes de decidir buscar a Huo Shaoheng. Cuando Gu Nianzhi llegó a la puerta de su habitación, llamó suavemente. No había luz brillando por la rendija debajo de la puerta, por lo que no estaba segura de si él estaba dentro. Nadie respondió desde el interior de la habitación. Llamó durante mucho tiempo, pero no obtuvo respuesta. Ella tomó una decisión y la empujó suavemente; sorprendentemente, no estaba bloqueada.

La habitación estaba muy oscura, pero no lo suficiente como para cegarla. Empujó y abrió la puerta para encontrar a Huo Shaoheng sentado en el alféizar de la ventana de la bahía frente a donde estaba. Sostenía un cigarrillo, sus largas piernas descansaban sobre el alféizar de la ventana. Una pierna estaba doblada y la otra estaba recta mientras se apoyaba perezosamente contra una almohada grande.

Gu Nianzhi abrió la boca y quiso llamarlo "Shaoheng", pero de repente se sintió avergonzada cuando las palabras estaban en la punta de su lengua. Era un nombre normal, pero Gu Nianzhi lo vio como un pequeño secreto entre amantes debido a sus acciones anteriores. No quería compartir esto con nadie más, ni quería decir este nombre delante de los demás. Ella recobró su ingenio y se acercó lentamente. "Huo Shao, ¿tampoco pudiste dormir?"

Huo Shaoheng era como una estatua mientras sostenía su cigarrillo y miraba a Gu Nianzhi acercarse lentamente. Volviendo la cabeza, apagó el cigarrillo en el cenicero y cerró la ventana. Él comentó secamente: "¿Terminaste de ducharte?"

"Sí." Gu Nianzhi caminó hasta el alféizar de la ventana salediza y se sentó en diagonal del otro lado para mirarlo. Demasiado asustada para mirar hacia arriba, arrastró una almohada grande a su pecho y reunió el coraje para preguntar, "Huo Shao, yo... yo había dicho las palabras de mi corazón antes. ¿Tienes algo que quieras decirme?