[2] Hola, señor mayor general

Capítulo 326: Cena de reunión (4)

Aunque no se notó en el auto, una ráfaga fría golpeó al abuelo Huo tan pronto como salió del auto. Llevaba un abrigo de cuero grueso, pero aún podía sentir el frío en el interior e inmediatamente retrocedió.

"¡Abuelo Huo! Toma, ponte una bufanda ". Zhang Feng salió corriendo del auto con una bufanda de cachemira gris claro. Se puso de puntillas para ponérselo al abuelo Huo.

Todo el cuerpo del abuelo Huo se calentó. Le sonrió a Zhang Feng y le dijo suavemente: "Vuelve al coche, hace mucho frío aquí".

Zhang Feng negó con la cabeza mientras tomaba el codo del abuelo Huo y miraba a su alrededor. "Está bien, llevo muchas capas, así que no siento frío".

El cuartel general de las Fuerzas de Operaciones Especiales estaba ubicado al sur del Cuarto Anillo en la Capital Imperial. Aquí era donde solía estar una fábrica, y la tierra había sido tomada por el gobierno cuando la fábrica cerró, y luego finalmente entregada a las Operaciones Especiales. Debido a la negligencia a largo plazo, el lugar fue invadido por árboles y malas hierbas. Parte de la razón por la que el gobierno utilizó la tierra para la base de Operaciones Especiales fue porque el tipo de paisaje era ideal para camuflarse y disfrazarse. Toda la implementación de la base de la sede se adaptó a las condiciones locales y no hubo muchos cambios en el terreno cuando se construyeron los distintos edificios. Desde el exterior, parecía un bosque desierto. Sin embargo, en realidad había un nuevo mundo oculto en su interior que no podía ser detectado ni siquiera por los satélites de reconocimiento de gran altitud.

Zhang Feng era solo la enfermera jefe del abuelo Huo y, aunque tenía cierto conocimiento de los rangos superiores del ejército, esto se limitaba a lo que sucedía en las casas de los oficiales militares de alto rango. En cuanto a otros aspectos, no sabía mucho en absoluto. Zhang Feng no sabía nada sobre la sede de Operaciones Especiales recién establecida, por lo que se sintió muy decepcionada cuando vio el desierto en ruinas. "Anciano Huo, regresemos ahora. Hay tantos árboles desnudos aquí que el viento se siente aún más frío ". Zhang Feng terminó de mirar a su alrededor y trató de ayudar al abuelo Huo a regresar al auto.

"Anda tu. Seguiré buscando ". El abuelo Huo era un experto, por lo que había discernido que había más en el diseño y estaba profundamente interesado. Cansado de las quejas de Zhang Feng, la apartó y siguió caminando sin darle una segunda mirada.

Zhang Feng solo pudo apretar su abrigo y seguir al abuelo Huo. El centinela verificó el permiso y verificó que fuera válido. El permiso del abuelo Huo era de la más alta autorización de seguridad, por lo que podía llevar a cinco personas con él. El permiso de Huo Guanchen tenía la segunda autorización más alta, lo que le permitía llevar a dos personas, por lo que los dos permisos combinados eran suficientes para que todos los que estaban en el automóvil pudieran entrar.

El centinela se acercó al auto y le preguntó a Huo Guanchen: "Reportando al Jefe, ¿puedo preguntar si todos van a entrar?"

"Sí. todo el mundo. Nuestros dos permisos deberían ser suficientes para permitir el acceso ", dijo con calma Huo Guanchen. La cuota de invitados permitida con los permisos estaba originalmente reservada para sus secretarios personales y ordenanzas. Sin embargo, hoy era el Año Nuevo Lunar, por lo que iban a llevar a su familia; de lo contrario, Huo Guanchen no habría aceptado la repentina solicitud de su padre.

"¡Roger, jefe!" El centinela volvió a saludar y dijo: "Las personas sin permisos, pero que deseen entrar, por favor den sus huellas dactilares, muestras de sangre y completen un escaneo de retina".

Huo Guanchen se resistió, "¿Qué?"

"Los invitados sin permisos pero que aún ingresan deben dar sus huellas dactilares, muestras de sangre y completar un escaneo de retina si están de visita por primera vez", repitió el centinela.