𝕀~ℂ𝕒𝕣𝕥𝕖𝕣𝕒 𝕡𝕖𝕣𝕕𝕚𝕕𝕒

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La voz y el ruido producido por los zapatos del maestro eran los únicos sonidos que se percibían en el salón del grupo D

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La voz y el ruido producido por los zapatos del maestro eran los únicos sonidos que se percibían en el salón del grupo D. Los alumnos simplemente se encontraban sentados en sus butacas escuchando la aburrida clase de matemáticas, esa materia que en más de una ocasión les había sacado dolores de cabeza, incluyendo a los inteligentes del grupo. Pero por ahora los estudiantes tomaban nota de lo poco que entendían de la explicación del tema, pues la mayoría de veces las explicaciones del docente llegaban a enredarlos por completo.

El maestro dejó entonces de explicar y los alumnos se sintieron aliviados, no obstante, el profesor tomó su plumón y comenzó a escribir en el pizarrón la tarea que tenían que entregar la próxima semana.

-Bueno chicos, copien lo que está en el pizarrón -ordenó mientras dejaba el marcador en su escritorio-. Dense prisa porque faltan 3 minutos para el receso y en cuanto suene el timbre yo borro lo que está ahí escrito.

Los chicos comenzaron a escribir la tarea lo más rápido posible y minutos después sonó el timbre escolar, lo que anunciaba que ya era hora de salir a comer y distraerse un rato.

-Listo jóvenes nos vemos la semana que viene -dijo el profesor levantándose de su asiento y comenzando a borrar lo que estaba anotado en la pizarra, mientras que algunos gritaban "¡no!" con la típica melodía que hacía que el momento fuera dramático-. Tuvieron tiempo jóvenes, pídanle a alguien que les pase los apuntes porque si no hacen ese trabajo su calificación será nula. Hasta luego, lindo día -eso fue lo último que dijo. Tomó sus cosas y salió del salón.

-"Tuvieron tiempo jóvenes" -imitó una chica al profesor en cuanto esta lo vio salir-. ¿De verdad piensa que tres minutos es mucho tiempo? será mucho tiempo para él pero para nosotros no; y claro, como él no estaba copiando la tarea por eso se le hace fácil decir, "Tuvieron tiempo joven..."

-¡Ya cállate! -se escuchó una voz femenina venir de la parte trasera del salón, haciendo que la otra chica no terminara la frase.

-Tu no eres nadie para callarme Sae-byeok, ¿quién te crees? -le reclamó la muchacha que se había quejado anteriormente.

-No te apuraste. Si yo pude copiar todo, tú también pudiste haberlo hecho -le contestó Sae-byeok.

-Para tu información yo si me apuré, lo que pasa es que yo hago las cosas con más detalle: me gusta hacer mis trabajos bonitos y sin errores, no como tú que todo lo haces a la carrera.

-¿Y eso es apurarse? que excusa más tonta Mi-nyeo. Para qué copiar la tarea con colores y dibujitos si el profesor no va a calificar eso, ¿o si?

-Bueno esta bien, si tanto me reclamas entonces pásame los apuntes porque yo no escribo rápido pero al parecer tu si -le dijo Mi-nyeo de forma engorrosa a Sae.

-No te voy a pasar nada, pídeselo a alguien más -en cuanto dijo eso comenzó a guardar sus cosas para ya poder irse.

-Como caes -le reprochó la chica de cabello rizado a Sae-byeok.

-Ya señoritas, no peleen -intervino Ali desde el lugar donde se encontraba-. No te preocupes Mi-nyeo, yo te paso los apuntes -añadió mientras sus demás compañeros salían del aula.

-Bueno yo ya me voy -dijo Sae para posteriormente irse.

-¿En serio me pasarías los apuntes guapo? -le preguntó Mi-nyeo al chico.

-Sí, en serio -Ali tomó el cuaderno de su mesa y se lo dio a la joven-. Toma cópialo.

-¡Ay que lindo! gracias.

-Si, no me agradezcas.

-Lo voy a copiar después de que termine el receso -le comentó Mi-nyeo mientras comenzaba a guardar sus pertenencias-. ¿Te molesta si te doy el cuaderno más al rato?

-No, no hay problema, me la entregas cuando la desocupes...Bueno, nos vemos en la siguiente clase, adiós Mi-nyeo.

-¡Adiós Ali!

Ali salió del salón y Mi-nyeo hizo lo mismo minutos después.

Durante el receso, los estudiantes iban a cafetería por su desayuno o algunos otros jugaban en las canchas; pero en otra parte del colegio un chico corría por todos los pasillos para evitar que sus enemigos lo atraparan, incluso chocó con Sae-byeok cuando esta salía de la cafetería haciendo que ambos terminaran en el piso y que a Sae se le cayera su bebida. La coreana no le reclamó por eso y el muchacho se disculpó con ella, entregándole también el vaso y el popote que se habían caído. Después de aquel acto él siguió corriendo hasta que los 5 chicos que lo perseguían lo alcanzaron y comenzaron a golpear en el baño de la escuela.

-¿Cuánto dinero traes para comprar tu desayuno el día de hoy Gi-hun? -le preguntó uno de los 5 al muchacho.

-Hoy no voy a desayunar -contestó Gi-hun quien estaba tirado en el suelo.

-¿Ah no? -le preguntó-. ¿De qué grupo eres? no lo recuerdo.

-Del B -respondió Gi-hun

-¡¿De burros?! -en cuanto el chico dijo aquello, los otros 4 muchachos que lo acompañaban comenzaron a reírse-. ¿Cómo le hiciste para estar en la mañana? Se supone que los del turno matutino son inteligentes, algo que tú no eres.

-¡Por favor déjenme ir! se los suplico -pidió Gi-hun llorando.

-No hasta que nos des el dinero que traes.

-Está bien, está bien -comenzó a buscar su billetera, pero se sorprendió al percatarse que no la traía-. ¡¿Dónde está?! -exclamó para después recordar que la cartera se le cayó cuando chocó con la chica que salía de la cafetería. Lo más seguro es que ella se la haya robado.

-¿Y entonces?

-Te juro que el dinero lo traía aquí pero... -no pudo continuar ya que el joven contrario le dio un puñetazo, haciendo que Gi-hun se quejara de dolor y que la nariz le comenzara a sangrar-. Aquí traía el dinero pero se me perdió cuando venía para acá.

El muchacho que le exigía el dinero estaba a punto de darle otro golpe más fuerte en la cara, pero en eso sonó el timbre de la escuela.

-Te salvó la campana Seong Gi-hun. Esta vez nos apiadamos de ti, pero para la próxima te va ir peor ¿me escuchaste? así que prepárate.

-Si, si, ya váyanse por favor -suplicó en lágrimas.

-Que sensible eres; deja de lloriquear como nena. Ya nos vamos de aquí, niña chillona.

Los 5 salieron del baño y se dirigieron a sus respectivos salones. Gi-hun se levantó del suelo indignado por no poder hacer nada para defenderse, además de que el cuerpo le dolía bastante. Aún así, se acercó a los lavabos del baño y se enjuagó la cara para posteriormente dirigirse a la clase de Biología. Se tapó el rostro con su chamarra y llegó hasta el salón. Para su suerte la maestra que impartía la clase aún no llegaba, eso era bueno.
Claro que lo de su dinero robado no se iba a quedar así, por lo que al finalizar sus clases iría a buscar a la chica con la que se topó en receso. La escuela era muy grande aunque no fuese un colegio privado, por ello encontrar a la muchacha entre la multitud de estudiantes iba a ser complicado.

Cuando el reloj marcó la hora de salida, Gi-hun se apresuró a salir de su salón para buscar a la joven que seguramente le robó su billetera, sin embargo, no pudo llegar a su destino porque la voz de uno de sus amigos lo detuvo antes de que pudiera hacerlo.

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Fin de la primer capítulo.

Si hay algún error de escritura no duden en decírmelo para que lo corrija :3 <3

Heathens~El Juego del CalamarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora