Heathens~El Juego del Calamar

𝕏~𝕋𝕣𝕖𝕤 𝕖𝕤 𝕞𝕖𝕛𝕠𝕣 𝕢𝕦𝕖 𝕕𝕠𝕤

—¡Sang-woo! —gritó el chico al ver que su amigo entraba por el portón de la escuela.

—Gi-hun... Llegaste temprano —le contestó el joven mientras se acercaba.

—Si, hoy madrugué y te gané, yo llegué primero —rió Gi-hun.

—Que bien que hayas llegado temprano —comentó con desinterés.

Gi-hun no se sorprendió de que Sang-woo le contestara de esa forma tan fría. Ya estaba tan acostumbrado a su bipolaridad repentina que no le tomó por sorpresa. Ambos eran amigos desde su infancia, que incluso Gi-hun ya consideraba a Sang-woo como el hermano que nunca tuvo.

—Y... ¿qué te dijo tu mamá?

—¿Qué me dijo de qué? —volvió a hablar con frialdad.

—Tú sabes a lo que me refiero. ¿No te regañó de que te desapareciste por ir a los juegos?

Sang-woo dio un largo suspiro y se acomodó los lentes.

—Sí. Me regañó y en esas condiciones no le podía contar que reprobé química —contestó Sang-Woo con preocupación.

—¡¿Reprobaste química?! —gritó Gi-hun sorprendido haciendo que todos a su alrededor voltearan hacia él confundidos.

—Sí, pero baja la voz —se quejó Sang-woo, pues todos en el colegio sabían que él era uno de los mejores alumnos y si se enteraban de que "el inteligente" reprobó una materia el chisme iba a correr por todos los pasillos de la escuela y su imagen sería dañada.

—¿Por qué reprobaste esa materia?

—¡Por culpa de una de mis compañeras! Ahora imagínate si mi madre llega a enterarse. Probablemente termine en el hospital.

—Bueno si llegas a terminar en el hospital ten por seguro que te llevaré flores —bromeó Gi-hun mientras comenzaba a reírse.

—No es gracioso Gi-hun —dijo con molestia y Gi-hun calló sus risas.

—Perdón —se disculpó—. Pero tranquilo, eres el orgullo de Ssangmun-dong y el más inteligente de este colegio —aseguró.

Sang-woo bufó.

—Claro que no, yo no soy el más inteligente del colegio Gi-hun. ¿Adivina quién compite conmigo?

—No lo sé... ¿quién? —preguntó curioso.

—Con Sae-byeok. "La carterista", como le dices tú, y con alguien de tu grupo también.

—Creo que sé a quién de mi salón te refieres. Pero no puede creer que compitas con la carterista. ¡Sang-Woo tienes que ganarle!

Sang-Woo curvó sus labios en una sonrisa orgullosa.

—Claro que lo haré. Esa chica no puede ganarme.

—¡Así se habla amigo! Y hablando de la carterista, ¿dónde está? —curioseó Gi-hun mientras examinaba sus alrededores.

—¿Por qué? —interrogó mientras fruncia el ceño—. ¿No me digas que le reclamarás nuevamente tu dinero?

—¡Pues claro!, no voy a parar hasta que me lo devuelva.

—No seas ridículo Gi-hun, ella no te regresará nada. —Sang-Woo entre cerro los ojos y miró a Gi-hun el cual no decía nada—. Oye estoy comenzando a creer que la persigues no por tu cartera, sino porque ella te gusta.

—¡¿Qué?! Eso no es ciert...

—Y para verla pones de pretexto tu dinero, además de que ayer... —alcanzó a decir antes de que Gi-hun interviniera.