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YoonGi observó distraído el montón de hojas que reposaban sobre su escritorio, en buena hora su mamá había deseado irse de -como ella lo llamó-, segunda luna de miel. En un principio YoonGi no tuvo ningún problema con ello, pero cuando descubrió que eso solo había sido una estrategia para que él se ocupará de seis campañas a medias, había llamado a su madre para desearle todo lo mejor que pudiera pasarle en aquel viaje, y eso sí, era una clara mentira.

— Dichoso los ojos que te ven trabajando, Min. — La voz burlona de JungKook se escuchó en la oficina. YoonGi emitió un pequeño gruñido que a cualquiera, hubiese asustado, pero a JungKook le resbaló tal cual como mantequilla derretida mientras tomaba asiento frente a él. — ¿Qué hay de nuevo?

— Deja de joder, tengo demasiado trabajo y estoy putamente estresado. — Respondió sin verlo aún, concentrado completamente en los documentos que debía firmar, los fondos que debía aprobar y el contrato de varios grupos de modelos. — ¿No tienes nada más bueno que hacer?

— ¿Quieres decir que perder el tiepo con quien considero, mi mejor amigo — Recalcó la última palabra con bastante enfasis. — no es algo bueno que hacer? — Indagó con dolor. YoonGi bufó cansado observando al menor. Solo en ese momento fue que JungKook notó las horribles ojeras que adornaban el rostro del mayor. — Amigo, necesitas descansar.

— Necesito trabajar. — Mencionó el otro cansado. — Estar lo más lejos que pueda de la casa, eso necesito ahora. — JungKook frunció el ceño confundido ante lo último que había dicho el mayor.

— ¿Problemas en el paraíso? — Cuestionó dejándose llevar por su curiosidad. YoonGi se acomodó en su asiento mientras se separaba del escritorio por un momento y soltaba un largo y pesado suspiro.

— JiMin está obsesionado con algo, algo que él, definitivamente no puede tener. — Mencionó. JungKook asintió, creyendo saber por donde iba la conversación. TaeHyung había estado hablando de JiMin desde hace un par de noches, sobre lo berrinchudo que podía llegar a ser y lo irritante que podía ponerse si las cosas no salían como él quería. — Y yo... En un momento lo pensé y dije: Ciertamente, podemos hacerlo. — Mencionó desviando la mirada. — Pero ahora... Ahora no quiero nada que ver con ese tema y no sé como hacerle ver mi punto de vista si él está tan entusiasmado o mejor dicho; encaprichado con eso.

— Por eso aún no me caso. — Mencionó JungKook haciendo un gesto religioso y mirando hacia las ventanas que dejaban ver el azul cielo. — Gracias Dios-hyung por guiarme. — YoonGi rodó los ojos mientras escuchaba las risas del menor. — Porque simplemente no le dices... — Opinó el menor mientras adoptaba un gesto pensativo. — Tú no puedes tener hijos, yo no quiero tener hijos, ¿no te parece perfecto? casémonos otra vez.

— Y terminará lanzándome cualquier cosa que encuentre en su caminó. — Agregó el alfa. — Y reafirmará que todo se hace como yo quiero y él no tiene ni voz ni voto.

— ¿Te dijo eso? — YoonGi asintió.

— Los últimos meses no han sido lo mejor del mundo. — Mencionó viendo al menor. — Somos dos alfas, pero no somos iguales. — JungKook asintió. — La diferencia entre nuestros rangos hacen que JiMin se sienta inferior y por ende, anda pensando mil y un maneras de llevarme la puta contraria. — Gruñó por lo bajo.

— Y por lo visto, a tu lobo no le gusta para nada. — Susurró el menor sintiendo la amargura que desprendía el olor del pálido. YoonGi rió sin gracia.

— Hace dos noches llegó a las 4 de la mañana. — Mencionó tratando de controlar el enojo que volvió a sentir aquellos días. — Quiere un hijo y se va de fiesta con un grupo de omegas y alfas que supuestamente, son muy buenos amigos de él. — Bufó. — No quiero verlo desde esa noche. — Susurró. — Olía de forma repugnante y me desafío estúpidamente queriéndome hacer ver como un jodido idiota que llora por su mamá. — JungKook le observó incrédulo. YoonGi asintió. — Cuando está enojado y toma, es una mierda insoportable, un dolor en el culo que no planeo tolerar.

— Salgamos esta noche. — YoonGi frunció el ceño. — Necesitas relajarte, mañana te juro que vendré temprano para ayudarte con los contratos de las modelos y revisar los fondos de aprobación, tú sabes que esta no es mi área, pero... Soy rápido aprendiendo. — YoonGi asintió.

— Supongo que necesito despejar mi mente.

...

Eres un jodido desastre, Park.

Y tú eres un jodido bebé llorón que vive detrás de las faldas de su mamá. — Bufó en respuesta, sonriendo al notar el orgullo de su lobo por ver la mueca de incomodidad que adornó el rostro del mayor..

JiMin todavía no sabía en que estaba pensando cuando aquellas palabras abandonaron sus labios, sabía que había actuado mal aquel día, pero por una estúpida razón, no podía disculparse.

Su lobo de un momento a otro se había vuelto tan malditamente arisco, que ya ni entendía que era lo que pasaba. Haber dicho eso, había levantado de forma altiva a su lobo.

— ¿JiMin? — La voz le sonó conocida, pero JiMin no logró reconocerla hasta que observó quien se acercaba hasta él. — ¿Eres tú JiMin? — Preguntó asombrada y un tanto nerviosa. JiMin sonrió cuando reconoció a la omega como una de sus antiguos ligues en su tiempo de soltería, estuvo a punto de saludarle cuando algo que no había pensado que pasaría, pasó.

La omega se había acercado, tomandolo completamente desprevenido y había plantado un largo beso sobre sus labios. JiMin sintió casi de inmediato el rechazo de su lobo y como pudo, trató de separarse de la chica que no hacía más que buscar más contacto con el alfa.

— ¿Nayeon? — Llamó confundido mientras le observaba de forma perpleja. La omega sonrió pero aquello duró poco cuando divisó la marca que reposaba en el cuello del rubio.

— ¿E-Es cierto? — JiMin no comprendió el desconcierto. — ¿T-Tú estás marcado? — JiMin se llevó una mano inconcientemente a la marca, la pequeña sensación de ardor estaba haciendolo sentir bastante incómodo.

— Tenía bastante tiempo sin verte, Nayeon. — Mencionó algo incómodo ante la fija mirada de la omega sobre él. — Y sí, estoy casado y también es una marca lo que llevo en mi cuello. — Mencionó cansado. — Entiendo que tú y yo no hubiesemos tenido un cierre como tal, desapareciste por un buen tiempo y...

— Tuve un hijo. — JiMin asintió.

— Que bueno, felicidades, pero, como te seguía diciendo, yo...

— Para ti también. — JiMin arqueó la ceja confundido. Nayeon le observó sin una pizca de duda en su mirada. — Es nuestro hijo, JiMin.

...

Hola, ya llegué.

Ya me fuí.

No sé si leyeron mi comunicado en donde avisé que se me había roto el pendrive donde tenía este capítulo, la cosa es que armé este capítulo en dos horas después de andar odiando a todo el mundo, me dije: No tengo nada que hacer, trabaja mente.

No es como lo tenía, de hecho falta una escena, pero eso puedo hacerlo en la siguiente actualización, creo.

No sé si recuerdan esa vez que el padre de JiMin le hizo broma sobre tener un hijo por el mundo, bueno, ese era un gran spoiler que nadie se esperaba por lo visto JAJAJAJA.

Hasta la próxima, disculpen cualquier error.

Que empiecen los juegos del hambre.

Irreplaceable  » Omegaverse YM.Where stories live. Discover now