Irreplaceable » Omegaverse YM.

[04]

JiMin se tensó cuando un conocido olor llegó hasta él. Por más que rogó que no fuera lo que estaba pensando, cuando se volteó lo primero que observó fue el rostro ilegible del mayor a solo pocos pasos de distancia de él.

Y, aunque el hecho de ser descubierto de la peor manera lo estaba matando, la mirada sin ningún tipo de emoción que YoonGi le estaba dedicando lo hizo sentir de cierta forma, miserable. Incluso su lobo, que estuvo últimamente tratando de hacerse notar contra el del pálido, se hizo pequeño en su interior ante el intenso olor agrio que desprendió el alfa contrario.

NaYeon de repente, sintió que estaba haciendo un acto suicida mientras veía al pálido tan cerca de ella. El hombre era poderoso en presencia, terriblemente dominante para una omega que sentía la intensa necesidad de mostrar sumisión ante el desconocido hombre.

— ¿Amigos solamente decías? — Fue tosca la pregunta. Ni siquiera hubo vacilación en su mirada cuando le observó como si fuera cualquier cosa, menos su pareja.

— YoonGi, espera. — Intentó acercarse pero el pálido negó, alejándose. Arrugando la nariz en un gesto de asco cuando sintió la marca de olor que dejó la omega sobre Park. Incluso si no hubiesen tenido ese encuentro, YoonGi estaba seguro que iba a poder sentir el olor a coco encima de JiMin cuando este llegara a la casa.

Así que sin importar los llamados de JiMin detrás de él, YoonGi decidió que lo mejor de todo era irse.

¿Qué más podía hacer? ¿Pelear con JiMin por una omega dentro de un hospital? Tenía claros límites a la hora de actuar, él no tendría porque caer tan bajo, pero tampoco sabía porque tenía tantas ganas de borrarle la sonrisa de la cara a la omega.

— ¡YoonGi! — Gritó JiMin cuando lo vio subir aceleradamente a su carro. No lo pensó mucho, no cuando se interpuso en frente del carro y observó el rostro desfigurado por miles de emociones que tenía el mayor. — Déjame explicarte. — Gritó lo más que pudo para que el otro pudiera escucharte. — Por favor, Yoon. — El pálido negó encendiendo el carro y observando al otro con decisión en su mirada.

JiMin solo pudo retroceder para cuando notó a YoonGi salir del estacionamiento y las lágrimas descender por su rostro.

...

Cuando JiMin llegó al que llamaba su hogar y accedió al código de seguridad, no se sorprendió del tenso silencio que había en el lugar, su mirada sin embargo; recayó en un par de maletas que reposaban sobre el piso caoba del lugar.

— ¿YoonGi? — Llamó dudoso. El pálido salió de la habitación que ambos compartían arrastrando consigo una nueva maleta y un maletín. — ¿Q-Qué h-haces?

— No sabía que las empresas Park ahora eran un hospital. — Mencionó de forma brusca. — Pero claro, ¿Cómo vas a decirle a tu esposo alfa que vas a salir a verte con una omega? — Rió en medio de la pregunta, aún sin verle a los ojos.

— Y-Yo... Yo i-iba a explicártelo. — YoonGi rió.

— No ibas a explicar nada, Park. — Bufó alzando la mirada. JiMin se sintió terriblemente pequeño cuando observó aquellos ojos rojos producto del llanto.

— C-Creo que tengo un hijo con ella. — YoonGi se descoloco ante lo dicho. — Y-Yo... Yo estaba buscando el momento ideal para decírtelo, pero... — El menor se relamió los labios ansioso mientras intentaba acercarse al contrario. — H-Habíamos s-solucionado nuestros problemas y... Y-Yo... Yo realmente quería... — YoonGi negó riendo.

— Tú no querías nada. — Espetó de forma brusca. — ¿Desde cuando lo sabías? — JiMin calló. — ¿Has visto al niño? — Otro extenso silencio se hizo presente. — ¿Si es tu hijo que estabas esperando? — Interrogó con molestia. — ¿Qué cumpliera dieciocho años para soltarme la noticia? ¿Qué viva siendo el hazme reír de todos a mi alrededor? — Cuestionó.

— N-No es eso.

— ¡Sí es eso! — Exclamó el pálido molesto. — Te pregunté... Te pregunté a donde ibas... Te pregunté por ella tantas veces, te di la maldita oportunidad de decirme la verdad. — Gruñó avanzando hacia el menor. — Te di la oportunidad para que no me mintieras más, Park.

— L-Lo siento. — YoonGi negó alejándose.

Se maldijo internamente cuando pensó en limpiar las lágrimas que recorrían el rostro del menor.

Y se odió profundamente cuando quiso tenerlo entre sus brazos.

— ¿Es esto tu definición de una relación, JiMin? — Preguntó. — ¿Al menos pensaste en lo malditamente mal que estabas actuando al ocultarme algo tan grande como tu supuesto hijo? — JiMin boqueó sin saber que decir. — ¿Al menos sientes al mocoso como tu hijo? ¿Sientes ese maldito lazo que tiene mi mamá conmigo? ¿O el que tú mismo tienes con tu papá? — JiMin se tensó en su lugar y YoonGi quiso reírse de todo lo estúpido que estaba siendo eso. — Querías un puto hijo. — Expresó bruscamente señalándole. — Querías un hijo y le creíste a la primera persona que apareció con un niño. — Negó con una sonrisa que expresaba todo, menos felicidad.

— NaYeon e-era un antiguo ligue de noches, y-yo también tuve una amistad con e-ella, no... — YoonGi bufó rodando los ojos.

— ¿No te suena a lo mismo que nos pasó con Joy? — Mencionó el pálido. — Desconfiaste de ella hasta el mismo día de nuestra boda en donde fue a pedir perdón, ¿No podías desconfiar de tu amiguita? — Indagó. JiMin tensó la mandíbula. — ¿Te sigue gustando? ¿Querías volver a enrollarte con ella?

— ¿Cómo dices eso? — Indagó con furor. — Te amo, sería incapaz de hacerte daño.

— Me hiciste daño ocultándome esto, mintiéndome para verte con ella, teniendo su maldito olor encima tuyo. — Explicó con dolor mientras veía al menor. — ¿Y dices amarme? — Cuestionó. — ¿Esa es tu idea de no hacerme daño?

— Y-Yo... — El menor se relamió los labios. — YoonGi. — Llamó con dolor al verlo agarrar una de las maletas. — Am...

— Ni se te ocurra terminar la palabra. — Gruñó levantando la mirada. — Voy a dejar que vivas tu aventura. — JiMin le observó sin entender. — Estaré llamándote para que nos pongamos de acuerdo.

— ¿D-De qué hablas? — YoonGi se encogió de hombros.

Decirlo dolía, dolía horriblemente.

— Vamos a divorciarnos. — Lo dijo de una sola vez, aguantando el dolor que aquello provocaba en su interior.

— N-No podemos d-divorciarnos por esto. — Balbuceó intentando retener el llanto venidero. YoonGi rió.

— No confías en mí para decirme sobre un supuesto hijo. — YoonGi cerró los ojos cuando escuchó el sollozo del contrario. — Y-Yo... Yo puedo ser toda la mierda del mundo que quieras JiMin, pero si tan solo... Si tan solo tú hubieses venido a mí para decirme. — El pálido le observó fijamente, sintiendo el doloroso golpeteo de su corazón y la desesperación de su lobo. — Todo hubiese sido diferente, JiMin.

...

Hola, ¿Cómo les va?

Gracias por leer, votar y comentar.

¿Ahora que pasará entre estos dos?

Hasta pronto.