[06]

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NaYeon sintió a su lobo tensarse cuando divisó la imagen de JiMin en la entrada de la cafetería, cuando había recibido el mensaje por parte del alfa, una muy pequeña parte de ella, se había entusiasmado tanto pero tanto, que ignoraba todas las advertencias que su lobo le estaba intentando expresar.

Si JiMin estaba ahí, es porque era suyo. ¿No? Lo había ganado.

La confianza con la cual se había animado a salir para el encuentro con el alfa, se derrumbó en lo que notó la mueca tensa que portaba el rubio consigo. Intentó sonreírle cuando lo vio tomar asiento frente a ella, incluso intentó relajar el ambiente con su olor, pero la mueca de desagrado en el rostro del alfa, pareció incrementarse con tan solo notar esa acción por su parte.

— N-No me esperaba tu mensaje. — Mencionó tratando de romper la tensión entre ambos. JiMin le observó en completo silencio. — Pasó una semana y...

— ¿El niño está bien? — Fue la corta pregunta que hizo el alfa. NaYeon asintió mientras le observaba en silencio.

— J-Jisung está b-bien. — Respondió odiando el nervioso tartamudeo que se adueñó de ella. — P-Pregunta c-cuando iras a verlo. — JiMin arqueó la ceja sin mucho interés. — Nunca has querido venir a mi casa para conocerlo.

— ¿Por qué nunca lo traes? — Cuestionó en cambio JiMin, cansándose de la omega sentada frente a él. — También puede venir, en lugar de querer impresionarme con tus atuendos, puedes esforzarte en traer a mi hijo. — Recalcó lo último con desagrado. NaYeon se sintió incómoda cuando la mirada fija del alfa recayó en ella. — ¿Por que es mi hijo, no?

— ¿P-Por qué lo dudas ahora? — Indagó de forma brusca, asustada ante la mirada incesante del alfa sobre ella. JiMin la observaba como si pudiera ver a través de su alma y aquello la estaba haciendo sentir tan incomoda. — ¿F-Fue tu p-pareja, no? ¡Q-Quiere s-separarnos porque no soporta que yo te de la familia que quieres! — Exclamó indignada.

JiMin rió negando.

— ¿Jisung es mi hijo o no? — Presionó usando su voz de mando. NaYeon se maldijo cuando su lobo se hizo pequeño en su interior, completamente asustado ante la mirada gélida que el alfa le estaba regalando. — Debo felicitarte, jodiste mi vida como toda una experta. — Rió sin gracia mientras mantenía la mirada fija sobre la omega. — No es necesario que me respondas lo que te pregunté, Jisung no es mi hijo. — NaYeon balbuceó intentando explicarse pero JiMin la ignoró. — Aproveché ese día, ese maldito día en donde YoonGi me vio contigo en el hospital, cuando te descuidaste lo suficiente para que yo volviera y pidiera una prueba de paternidad.

— D-Déjame explicarte. — JiMin negó.

— Nunca lo sentí como mi hijo, pero te aprovechaste de mi maldito desespero por tener un hijo. — Gruñó aquellas palabras, rozando casi el uso de su voz de mando y tensando a las personas a su alrededor por el fuerte aroma a alfa. — Dijiste que sería fácil engañarme, y lo fue. — Aceptó. — ¿Pero que esperabas? ¿Qué formara una familia contigo?

— Me lo debías. — Gruñó la omega. — Tú y yo estábamos bien hasta que ese maldito alfa se metió en nuestro camino.

— ¿Nuestro camino? — Bufó JiMin. — No eras más que la persona con la cual pasaba el rato, tan insignificante como eso. — Expresó sin mucha importancia. — En cambio YoonGi. — Sonrió con la mención de aquel nombre. — Es mi alfa. — Dijo de forma sencilla. — Y la única persona con la que creo en un futuro, es con él, no contigo, ni con nadie más. — Concluyó. —

NaYeon rió.

— Todo el mundo habla de su separación, no me hagas reír JiMin. — La omega le vio tratando de demostrar que las palabras que el alfa había dicho no le habían afectado. — Y tienes razón, JiMin. — La mujer le observó. — JiSung no es tu hijo, ¿Pero sabes que me da alegría? — JiMin la observó sin gracia. — Que tu estúpido final feliz se rompió como el mío.

...

JiMin supo que sería completamente difícil volver a encontrarse con YoonGi. El alfa lo había bloqueado de su teléfono, y por más que asistiera a los eventos en donde YoonGi iba, fueron pocas las veces en las que pudo verlo.

De esa semana, pasaron dos largos meses.

Por ello, el verlo frente a frente aquella mañana, lo tomó de sorpresa. El hombre estaba tan condenadamente serio, pero JiMin poco podía importarle aquello. La emoción que de repente se adueñó de su cuerpo, hizo que su lazo se tensara increíblemente.

— Me enteré que estuviste buscándome — JiMin asintió mientras se hacia un lado para que YoonGi terminara de ingresar a la casa.

El alfa no dudó en hacerlo y JiMin sintió los nervios explotar en su pecho al saber que el olor de YoonGi se impregnaría en el lugar de forma efímera.

— Eres mi esposo. — Mencionó JiMin cerrando la puerta detrás suyo. Sus manos picaban por querer tomar el rostro del mayor y acercarlo a él. — Y tenemos asuntos comerciales pendientes. — Explicó.

— ¿Te llegaron los papeles...? — Preguntó sin terminar la pregunta. JiMin no necesitó que el pálido terminara de hablar para saber a lo que se refería.

Los papeles del divorcio habían estado sobre la mesa de su escritorio desde el primer día que los recibió.

— Los recibí, sí. — Respondió tranquilo. YoonGi le observó.

— ¿Firmaste? — El que no hubiera ningún tipo de vacilación en la pregunta, destrozó algo en JiMin.

YoonGi estaba completamente seguro de aquello.

— No firmaré nada. — Fue su corta respuesta, sin inmutarse ante el gesto molesto que de un momento a otro, adornó el rostro de YoonGi.

Pero aunque la imagen fuera bastante intimidante, JiMin no sintió miedo del hombre frente a él.

Nunca sentiría otra cosa que no sea amor por YoonGi.

— No estoy para juegos, Park. — Bufó el pálido acercándose a él. JiMin se encogió de hombros.

— ¿Algo te hace pensar que estoy jugando? — Le retó con un toque burlón en sus palabras, amando la forma en la cual la atención de YoonGi recayó en sus labios. Por simple maldad, se relamió los labios y el corto jadeo que salió de los labios del mayor lo hizo sentirse seguro de que todavía había una oportunidad para ellos.

— No sigas jugando conmigo. — Expresó con la voz ronca. — No pasará otra vez, Park. — Mencionó reacio a seguir los deseos de su lobo y tomar a JiMin. El menor se encogió de hombros, aparentando estar completamente ignorante de lo que estaba provocando en el pálido.

— Yo no quiero jugar contigo. — Respondió viendo al pálido pasar por su lado. — Yo lo quiero todo contigo. — Susurró volteándose para alcanzar a ver como el mayor salía de la casa. — Y esperaré todo lo que tenga que esperar para tenerte de nuevo conmigo. — Concluyó alzando un poco más la voz para que el pálido pudiera escucharle.

...

Hola.

Actualización que nació de la nada, porque realmente no tenía pensado actualizar tan rápido, pero aquí estamos jajaja.

Gracias por leer, votar y comentar.

Disculpen cualquier error, nos leemos pronto. 

Irreplaceable  » Omegaverse YM.Where stories live. Discover now