Inocência •Jenlisa•

7

Jennie

Por dos días Lisa no me habló, fingió que yo no existía.

Tal vez fue porque dije que ella no tenía sentimientos ...

Me dijo que no merecía saber nada de ella, creo que podría ser un secreto que si se revela podría destruir su imagen.

No es que quiera saberlo, al fin y al cabo no tuve y no pretendo tener nada con ella, ya que sería una vergüenza tener sexo con alguien que tuvo sexo con la mitad de la escuela.

Todo el mundo está loco por ella, pero pocos son los que pueden tener algo que ver con ella.

Una vez la escuché decir que si ha tenido sexo contigo más de una vez, significa que eres especial para ella y te conviertes en su nuevo juguete.

Pero la única persona que lo consiguió fue Nayeon, una chica mala que tenía su grupo de chicas que usaban drogas, estaban drogadas en clase.

Pero Nayeon es dos años mayor que ella y se graduó hace dos años.

Dicen que todavía son amigas hoy y que Lisa le cuenta todo, incluso sus secretos más íntimos.

A veces me sorprendía deseando ser Nayeon, pero me acostumbré a ser el ser humano aburrido que a nadie le gusta.

*******

_ Encontré un cigarrillo en la basura del baño ...
Lisa dijo suavemente en mi oído dandome escalofríos mientras trataba de comer en la cafetería.

_ Pensé que finalmente me deshice de ti.
Dije comiendo mi sándwich.

Se sentó frente a mí y apoyó la cabeza en su muñeca para mirarme.

La miré rápidamente y ella estaba sonriendo con picardía.

_ Qué ?
Le pregunté con la boca llena y ella sonrió limpiándome la boca.

Me estremecí ante el toque de sus dedos en mi cara, pero pronto le di una palmada en la mano.

Retiró la mano y fingió sentir dolor.

_ Te estás sonrojando pequeña Nini...
Lisa dijo con su voz ronca tratando de sonar sexy.

Por supuesto que no podía.

Obvio.

Quizás...

_ Te tengo un regalo.
Dijo sacando algo de su mochila.

Estaba dentro de una caja de zapatos, pero no me dejó abrirla.

_ te encantará jugar con él.
Dijo escondiendo una risa ._ pero solo se puede abrir en casa.

Puse los ojos en blanco, pero asentí, y solo entonces me dejó recoger la caja.

Después de eso, me dejó sola y se fue con su pandilla de pervertidos.

Cuando llegué a casa abrí la caja y tenía un objeto cilíndrico de color marrón y había un botón que al presionarlo hacía vibrar el objeto.

_ ¿Qué voy a hacer con él?
Pregunté balanceando el objeto de lado a lado.

Lisa fue tan amable conmigo dándome un regalo después de lo que le dije que decidí tomar una foto del juguete y publicarla en mis redes sociales agradeciéndole y luego me fui a dormir.