III. Otoño

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—¡Liu! ¡Espera! —te pedí persiguiéndote en dirección a aquel lugar que ya se había convertido en nuestro favorito.

Finalmente ahí te detuviste. —Bien, ya, tú ganas.

—¿Ya me dirás qué te ocurrió? Mírate, ese golpe es enorme.

—Yo solo... Tuve una discusión con mi hermano, ¿Sí? Él no se tomó muy bien las cosas y terminamos así.

Nunca te gustó hablar de tu familia y acepté no hacer preguntas a cambio de que tú tampoco las hicieras porque, después de todo, mi familia también era un tema sensible.

—No debes huir cuando trato de ayudarte, Liu. No busco hacerte un interrogatorio, sólo quiero asegurarme de que estés bien —me acerqué para depositar un beso en aquel moretón de tu rostro.

—Lo siento, debí confiar más en ti —me dijiste, esbozando una pequeña sonrisa.

—Puedo curarte en mi casa si quieres —ofrecí y tu sonrisa se ensanchó.

—De acuerdo.

Y una vez en mi casa, me dí cuenta que eras mucho más sensible de lo que aparentabas.

—Deja de moverte Liu, voy a acabar lastimándote más si no me ayudas a quedarte quieto.

—Es que... Duele... ¡Auch!

Estaba por terminar de curar tus heridas, solo faltaba una cerca de tu cuello. Hacia un rato que te habías despojado de tu camisa, dejándome apreciar otras antiguas cicatrices por las que preferí no preguntar.

—Ya casi termino, sólo falta esta —dije acercándome a la herida tanto como me era posible, aunque la posición era algo extraña.

—¿Te he dicho cuán hermosa te ves curando mis heridas? —preguntaste susurrando en mi oído, y un escalofrío me recorrió.

—No realmente, pero te lo agradezco.

—Se me ocurre una mejor manera de curar mis heridas, si aceptas —sugeriste, el calor comenzaba a hacerse presente en la habitación.

"Una noche de otoño nos volvimos uno..."

—Tendremos que probarla, a ver si es efectiva —te seguí el juego, rindiéndome ante tus encantos.

Te besé una vez, y luego de esa, muchas veces más. Poco a poco los besos subieron el nivel y la ropa comenzó a estorbar.

—¿Alguna vez te he dicho que amo tus cicatrices? Te hacen aún más hermoso de lo que eres, Liu.

Está de más decir que después de esa noche, nunca estuve tan segura de querer pasar el resto de mi vida a tu lado.

The Last Revolver | Homicidal Liu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora