𝑨𝒅𝒗𝒆𝒓𝒕𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂: 𝑬𝒍 𝒔𝒊𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒄𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒂𝒓 𝒂 𝒔𝒆𝒓 𝒇𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒂𝒍𝒈𝒖𝒏𝒂𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒔. 𝑺𝒆 𝒓𝒆𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒅𝒂 𝒅𝒊𝒔𝒄𝒓𝒆𝒄𝒊ó𝒏.
𝑺𝒊𝒏 𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒎á𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒓, 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒛𝒂𝒓 𝒂 𝒍𝒆𝒆𝒓.
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Septiembre 27 del 2016
Alemania
¿Sabes cuál fue mi error? ❝❞
—Joder, pero mira cómo estás. —Lo escuchó decir mientras sus manos se aferran a mi cintura—. ¿Acaso te gusta tanto?
No soy capaz de dar ninguna respuesta, pues de mi boca no sale más que jadeos desordenados con cada ritmo. Explicar todo aquello incluso resulta complicado. Mis manos contra su pecho, el sudor que bañas nuestros cuerpos, la mirada empapada de lágrimas y de un leve rubor fija en los ojos contrarios; sí, en su voz, en su manera de observarme desde abajo y sobre todo, en su sonrisa burlona mientras se atreve a marcar un ritmo más fuerte que el anterior.
—Geto... —La clemencia a la hora de rogar, se ve apartada con la llegada de esas yemas que intentan tocar mi cuello. El instinto me hace echar la cabeza hacia atrás, la leve caricia contra mi nuez me da escalofríos. Las lágrimas en cambio descienden tan bien por mi rostro, jodiéndolo más—. Por fa... ¡Ah! —Las contantes subidas y bajadas me descolocaban, era imposible formular algo coherente estando de esa manera.
—Un poco más, lo estás haciendo muy bien. —Mordió su labio inferior, en verdad parecía que le gustaba todo esto, el verme de esta manera por su culpa. Podía ver su deseo en esas selvas que llevaba por iris, en su rostro extasiado; en como su cuerpo se inclinó para tomar mi cuello y obligarme a estar a centímetros de su boca. Sentí el contacto agitado de nuestros alientos agitados, luego el sabor de la ambrosía en nuestras salivas en aquel beso exigente—. Carajo, te necesito tanto.
Lo sé.
Jugar a ser grande cuando aún tenía mucho por lo cual soñar. ❝❞
—Vamos, Yuji, bebe un poco más. —Lo escuché decir entre risas mientras posaba el vidrio de la copa en mis labios. Me negué, removiendo mi cabeza como el reflejo claro de mi respuesta—. Anda, solo un trago más—. Presionó.
Mis extremidades pesan, siento que toda la habitación da vueltas; que mi cabeza duele y mi estómago se revuelve con cada paso que doy. La música de fondo golpea mis tímpanos de una manera ruidosa, es molesto, tanto como el olor de la nicotina impregnado en las paredes. Nada está claro en mi mente mientras dejó que Geto, el mejor amigo de mi hermano, me arrastre por el pasillo que conduce a las habitaciones de mi casa. Su mano derecha presionando mi hombro pretende ejercer un agarre entre tambaleos al tiempo que se encarga de insistir que en beba.
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Cámara encendida // Goyuu
FanfictionEl amor a veces puede ser ciego, te venda los ojos y no te deja ver el infierno en que te has metido. Yuji lo entendió esa misma noche, entendió que su vida había caído en el peor de los abismos desde la primera vez que aceptó las caricias de su pro...