Comienzo

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Lucas, Lucas, Lucas

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Lucas, Lucas, Lucas. Él. Él era un todo, pero todo lo malo. Lo odiaba, pero lo que más odiaba era que me gustaba. Después del incidente me di cuenta de que Lucas tenía un secreto, y yo haría posible lo imposible para descubrirlo.

Lucas era jodidamente inteligente, era alto, era hermoso, tenía un acento argentino muy marcado, ¡era sagitario! Es que lo tenía todo.

Pero era un facho con pensamientos retrógrados, todo lo que yo odiaba.

Una enemistad se formó entre nosotros desde aquel debate en lenguaje. Un debate que lo comenzó todo.

 Un debate que lo comenzó todo

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La habitación 256Donde viven las historias. Descúbrelo ahora