Mitología griega y sus cosas

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Por fin salíamos de clase, el frío viento del otoño se notaba, apenas empezaba, pero se sabía que este año el invierno sería bastante frío

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Por fin salíamos de clase, el frío viento del otoño se notaba, apenas empezaba, pero se sabía que este año el invierno sería bastante frío. Caminaba hasta la salida para ir a la plaza que le indiqué a Lucas, cuando lo veo yéndose a una parte a la que no debía ir si quería dirigirse a la plaza. Voy corriendo hacia él.

—¡Lucas! ¿Dónde vas? —Le pregunto, tomándolo de la mano. Él rápidamente tira de su mano para zafarse de mi agarre. —¡Lucas! —Él sólo camina, sin decir nada.

—¡Otro día será! —Me grita. Bufo en señal de frustración, lo odiaba.

—¡Púdrete! —Le grito, viendo cómo se subía a un auto. El auto de su padre. Entendía un poco más la situación, pero a la vez me dejó más confundido.

Suspiro y comienzo a caminar hasta el paradero, quería llegar a casa.

Espero cinco minutos hasta que pasa el bus, me subo, pago y tomo asiento. Sacó mi celular y desbloqueo a Lucas de Instagram, por lo menos para charlar con él por ahí.

teamopapichayanne

te desbloqueo por acá para que sepas :)

Lucas se demora su tiempo, pero responde.

Lukasss

bueno

lamento lo de hoy:/

mi viejo es mediomedio

vs sabés

teamopapichayanne

si, tranqui

ahí me avisas cndo nos juntamos pa conversar

xfavor

Lukasss

te aviso luego

chauu

Me alegro por esto, si soy sincero, es una de las pocas veces en las que yo y Lucas no hemos discutido por chat, y me alegra eso. Sonrío. Guardo mi celular y espero a mi bajada.

Recorría las calles de mi ciudad con la música fuerte en mis audífonos, me sentía en una película, sentía todo tan a mi alcance. Me sentía el rey del mundo, me sentía eufórico, feliz, alegre y capaz de todo. Camino por los pasajes hasta al fin llegar a mi casa. Quería descansar.

Eran las 5:36 PM, pero de todas formas tenía un sueño y cansancio increíble. La canción dejó de sonar, cambió a una más deprimente. Y ahora me sentía triste.

Es increíble lo que puede cambiar mi estado anímico con sólo una canción.

Al fin llego a mi casa, y mi perro me recibía a la entrada.

La habitación 256Donde viven las historias. Descúbrelo ahora