𝑬𝒑𝒊𝒍𝒐𝒈𝒐́

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Cuando tenía 10 años quería ser amigo de una niña muy bonita que recién llegaba a formar parte del grupo de niños del colegio

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Cuando tenía 10 años quería ser amigo de una niña muy bonita que recién llegaba a formar parte del grupo de niños del colegio. Ella era muy amable y solía hablarme siempre para que jugará con ella pero debido a mi timidez no lo hice.

Un día ella ya no regreso al colegio porque sus padres decidieron mudarse por motivos que hasta ahora desconozco.

Ese pequeño suceso de mi infancia ha estado dando vueltas por mi mente desde hace varios días. Debo admitir que me pesa no haber intentado ser amigo de esa niña pero son cosas que ya no tienen solución.

Ahora. En mi presente me siento realmente orgulloso de haber sido más valiente de joven para poder hablarle al chico que amo. Es una sensación hermosa e indescriptible.

No puedo imaginar lo que sería mi vida sin mi esposo a mi lado. Si, Bright y yo, nos casamos.

El día que salimos del tren fue muy especial porque caminamos por todas las calles, tomados de la mano mientras conversábamos de todo. Ese mismo día conocí a los amigos de Bright y él los mios; juntos nos reunimos esa misma noche para celebrar que todo había salido bien.

Una semana después, Bright me invito a cenar y ahí me pidió ser su novio. Yo acepte de inmediato.

Nuestra relación siempre estuve llena de amor. Solíamos tener citas cada fin de semana porque debido a la universidad no podíamos salir a menudo aunque lo desearamos.

Hubieron algunas discusiones leves y otras fuertes pero nada que no pudiéramos solucionar con una buena conversación en la cual aceptabamos nuestros errores.

El tiempo paso y justo el día que cumplimos un año de novios... Bright me propuso matrimonio. Quedé paralizado y él creyó que no quería pero al final pude responder que si. Que lo amaba mucho y que deseba compartir el resto de mi vida junto a él.

Nos casamos en una seremonia sencilla junto a nuestros padres y amigos que viajaron a Shangai para apoyarnos en todo.

Fue hermoso.

Años después decidimos adoptar a una preciosa niña a la cual llamamos Prim. Ella nos amo tanto como nosotros a ella y se convirtió en nuestra luz.

--- ¿Se me ve bien? --- pregunta mi esposo refiriéndose a su cabello.

--- Si, amor. --- afirmo porque es verdad.

--- Papá, te lo teñi bien. --- Prim sale para peinar a su padre que está frente al espejo.

--- Creo que aún se me ve algo de cabello blanco. --- Bright se mira algo inseguro.

Justo hoy cumplimos 60 años de casados y mi esposo deseaba teñir su cabello de un color negro porque según él, quiere sentirse más joven.

Aprendí a mar sus defectos así como sus virtudes a lo largo de nuestra vida juntos. A ver lo bueno, lo inseguro, lo temeroso que podía ser pero también lo valiente y protector que es con su familia.

𝑱𝑼𝑬𝑽𝑬𝑺                                                       [ BrightWin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora