Jeon Jungkook era un chico solitario, sombrío, sin mucho que destacar, él poseía algo que lo diferenciaba de los demás y esos eran sus ojos, aquellos ojos sin brillo, sin vida. Park Jimin por otro lado era todo lo contrario, alegre, querido por casi...
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(...)
Todos dejaron de lado su celular comenzando a caminar conversando y bromeandose entre sí, pero apresurando su paso puesto que la función que habían elegido estaba por comenzar. Jimin, quien hasta el momento estuvo un poco alejado, se acercó a Jungkook quien estaba al final de todo el grupo.
—¿Te sientes incómodo? — preguntó caminando a su paso.
—¿Por qué lo dices? — contestó con otra pregunta.
—Te acabas de aislar, además que pareces un poco molesto ¿es por lo que pasó hace rato? — Jungkook asintió a su pregunta y lo miró fijamente mientras comenzó a acariciarle su cabeza, sus mejillas enrojecieron y no supo la razón exacta del porqué.
Tomate, se sentía un tomate.
—Ese chico te incomodó, no pude ignorar tu carita — okay, si antes se sentía un tomate ahora sentía que estos le tendrían envidia por el color que estaba tomando su rostro ¿Pero por qué se estaba sonrojando?
Al no saber que responder solo bajó su mirada, haciendo que Jungkook encuentre su comportamiento extraño, pero ignorandolo por la tierna vista que le estaba otorgando, sus mejillas tan rojas, sus ojitos sin saber donde mirar exactamente mientras jugaba con sus manitas muy nervioso.
Tal y como habían quedado Jimin compró la comida para ambos, gracias a eso ello ambos decidieron tener sus asientos al lado del otro.
La película era una de romance a pedido de las parejas presentes, Jimin estaba alegre por eso ya que a él le encantaba ese género y si estaba bien producida la película no podía perder la vista de la pantalla. Jungkook por su lado sentía que le daba igual, él no era de ver películas.
Cuando comenzó la función y quedaron a oscuras Jimin desvío su vista a Jungkook quien había comenzado a comer mientras veía la pantalla fijamente.
—Entiendo que estén dando apenas los trailers, pero no creo ser más interesante que estos — dijo asustando a Jimin
¿Como rayos se había dado cuenta?
Avergonzado mordió su labio inferior y desvío su vista a la pantalla escuchando la leve risa de Jungkook.
«Maldito, se ríe de mi vergüenza.»
«Un momento... ¿Esa fue su risa?»
«Si lo fue.»
«¡Se rió!»
Asombrado y con una gran sonrisa Jimin volteo a ver a Jungkook, quien aún tenía una sonrisa en sus labios y cuando notó eso sintió un nudo en su garganta.
Tenía una sonrisa después de tanto tiempo y él la había causado.
Jungkook volteó a verlo preocupándose cuando notó sus ojitos cristalizados, hasta que entendió el porqué Jimin se había puesto así. Lo miró con ternura y aprovechando la oscuridad se acercó a darle un abrazo para calmarlo.
—Si lloras ahora no podrás decir después que fue culpa de la película, tranquilo — susurró en su oído mientras sentía como su hombro se empapa a levemente —Jiminie... — intentó recibiendo una leve risa entre el llanto de Jimin.
—Lo sé, solo que estoy muy feliz que ni puedo controlar mis emociones — dijo en su hombro para separarse y secar sus lágrimas. —Esta bien, veamos la película Kookie — posó su vista al frente y Jungkook asintió haciendo lo mismo.
—¿Estás bien Jimin? — Yoongi, quien estaba a su otro costado preguntó.
—Más que bien — respondió con una sonrisa.
La película comenzó, pero Jimin no pudo prestar atención a esta, de solo pensar en la linda risa y la sonrisa de Jungkook su corazón volvió a latir desenfrenado de felicidad y algo más.
