Jeon Jungkook era un chico solitario, sombrío, sin mucho que destacar, él poseía algo que lo diferenciaba de los demás y esos eran sus ojos, aquellos ojos sin brillo, sin vida. Park Jimin por otro lado era todo lo contrario, alegre, querido por casi...
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(...)
Dejando su celular de lado, Jimin trataba de ver a los ojos al chico que se encontraba al lado suyo, se había mudado de asiento para poder conversar libremente con él sobre su tarea de historia, la cual era simple para Jimin ya que era exponer sobre "La segunda guerra mundial" y él sabía desenvolverse con facilidad en sus exposiciones, pero está vez tenía que hacerla con Jungkook.
—¿Dijiste algo? — preguntó mientras le veía sonriente.
—Nada, no dije nada — respondió Jungkook en voz baja, emocionando a Jimin ya que por fin había escuchado su voz, la cual era tan dulce.
—¡Si dijiste algo! Dijiste "nada" ¡Y eso es mucho! — soltó en tono feliz, para Jimin eso era un gran paso con el chico a su lado.
—Umm, oye, no es necesario que hables ni que hagas esa tarea conmigo, no te fuerces a hacerlo — la mirada de ese chico aun se mantenía baja y su voz seria, no quería hablar con nadie.
—No me estoy forzando a nada, yo quiero hacerlo, además ya todos tienen su grupo — sonrió —Me presento, soy Park Jimin.
—Jeon Jungkook — con un suspiro fue lo único que dijo antes de que sonará la campana de la escuela.
Jimin vio curioso como Jungkook arrancaba un papelito de su cuaderno y escribía rápidamente algo en él. Escuchó a sus amigos llamándolo por lo que volteó un momento y cuando regreso su vista Jungkook ya estaba yéndose.
Un puchero se formó en sus labios al notarlo, pero este fue reemplazado por una sonrisa cuando vio que el papelito en su escritorio tenía el número de Jungkook.
