𝔼𝕚𝕘𝕙𝕥𝕖𝕖𝕟

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Capítulo 18

—En cuanto a los dragones —dijo Sirius, hablando en aquel momento muy aprisa —, hay una manera, Harry

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—En cuanto a los dragones —dijo Sirius, hablando en aquel momento muy aprisa —, hay una manera, Harry. No se te ocurra emplear el encantamiento aturdidor: los dragones son demasiado fuertes y tienen demasiadas cualidades mágicas para que les haga efecto un solo encantamiento de ese tipo. Se necesita media docena de magos a la vez para dominar a un dragón con ese procedimiento.

—Sí, ya lo sé, lo vi.

—Pero puedes hacerlo solo —prosiguió Sirius—. Hay una manera, y no se necesita más que un sencillo encantamiento. Si necesitas ayuda acude a una Slytherin, sé que son odiosos, pero ella sabe más de dragones que incluso Newt Scamander; su nombre es...

—Tamar Goyle –contestó con obviedad. Sirius asintió–. Por cierto, me pidió que saludara al perro pulgoso de su parte, supongo... supongo que –vaciló–, eres tú.

—¡Esa niña! –dijo soltando una carcajada, a lo que Harry lo calló–. Sí, lo siento. Veo que hablas con ella. ¡Ahh, tan insolente como siempre! –sonrió.

—Me ayudará durante todo el Torneo, dijo algo de no querer muertos en su conciencia.

—Cachorro –Harry sonrió por el apodo–, esa chiquilla no ayuda a nadie si no se lo piden. Aprovecha lo que sabe.

Durante unos segundos el silencio reinó sobre ellos. Harry se encontraba reflexionando todo lo que su padrino le había dicho hasta ahora, mientras que en el rostro de Sirius se posaba una sonrisa burlona, la misma que tenía cuando iba a hacer enojar a James por hablarle de Lily.

—Oye Potter, ¿por qué tan nervioso? –Harry lo miró rápidamente–. ¡Oh!, ya entiendo, te gusta esa serpiente.

—¿Qué? ¡Claro que no! –negó repetidamente con la cabeza.

—¡Qué bonito! ¿Sabes?, tu padre también negaba su amor por Lily Evans, pero aquí estas así que... bueno creo que lo entendiste.

Al ver lo perdido que estaba Harry, tomó la decisión de seguirlo molestando.

—Esa niña es muy linda, ¿no lo crees?

—Sí, es muy hermosa –dijo completamente embelesado–. Tiene una muy linda piel, sus pecas resaltan cada vez que sus mejillas se sonrojan y tiene una sonrisa que te derrite.

—¿Qué más, muchacho? –preguntó Sirius con una sonrisa burlona en su cara, la cual Harry no notaba pues veía fijamente a la pared con ojos enamorados.

—Sus ojos.

—¿Qué hay de sus ojos?

—Son como ver la gloria, cada uno de sus sentimientos se reflejan en ellos. Su ceño se frunce ligeramente cuando estudia, y tiene esa forma perfecta de caminar con elegancia. Y, y su voz –suspiró–, es como si los mismos ángeles hablaran, me moriría por escucharla cantando algo solo para mí; estoy seguro de que moriría en ese mismo instante.

More than Expected- Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora