More than Expected- Harry Potter

𝔼𝕚𝕘𝕙𝕥

Capítulo 8

Después del desayuno, empezaron su viaje hasta King's Cross que fue realmente una travesía. La señora Weasley le pidió a Ailish que subiera a uno de los taxis muggles que había conseguido, subió a uno con Bill y Charlie, su hermano se había ido con los gemelos y la señora Weasley con el trío de oro. Los hijos más grandes del matrimonio Weasley habían escuchado los quejidos mayormente de Ginny por la menor de los Goyle, se habían hecho a la idea de que era una horrible persona, pero se dieron cuenta de que era todo lo contrario, con Charlie tuvo una buena conversación acerca de Dragones y el humor de Bill no era muy diferente al de la chica. El recorrido se pasó entre risas y consejos. Tamar llegó de muy buen humor a King's Cross.

Ailish ya estaba acostumbrada a entrar en el andén nueve y tres cuartos. No había más que caminar recto a través de la barrera, aparentemente sólida, que separaba los andenes nueve y diez. La única dificultad radicaba en hacerlo con disimulo, para no atraer la atención de los muggles. Aquel día lo hicieron por grupos. Harry, Ron y Hermione pasaron primero ya que sus mascotas eran muy llamativas. Ailish cruzó junto con sus nuevos Weasleys de confianza, caminaron como quien no quiere la cosa hacia la barrera, bromeando entre ellos despreocupadamente, y la atravesaron... y, al hacerlo, el andén nueve y tres cuartos se materializó allí mismo.

El expreso de Hogwarts, una reluciente máquina de vapor de color escarlata, ya estaba allí, y de él salían nubes de vapor que convertían en oscuros fantasmas a los numerosos alumnos de Hogwarts y sus padres, reunidos en el andén. Tamar entró a coger sitio, y no tardó en colocar su equipaje en un compartimiento de uno de los últimos vagones del tren, cerca del vagón de Slytherin. Luego bajó de un salto otra vez al andén para despedirse de la señora Weasley, de Bill y de Charlie.

—Quizá nos veamos antes de lo que piensas —le dijo Charlie a Ginny, sonriendo, al abrazarla.

—¿Por qué? —le preguntó Fred muy interesado.

—Ya lo verás —respondió Charlie—. Pero no le digas a Percy que he dicho nada, porque, al fin y al cabo, es «información reservada, hasta que el ministro juzgue conveniente levantar el secreto».

—Sí, ya me gustaría volver a Hogwarts este año —dijo Bill con las manos en los bolsillos, mirando el tren con nostalgia.

—¿Por qué? —quiso saber George, intrigado.

—Porque van a tener un curso muy interesante —explicó Bill, parpadeando—. Quizá podría hacer algo de tiempo para ir y echar un vistazo a...

—¿A qué?

Pero en aquel momento sonó el silbato, y la señora Weasley los empujó hacia las puertas de los vagones.

—Gracias por la estancia, señora Weasley —dijo Hermione después de que subieron al tren, cerraron la puerta y se asomaron por la ventanilla para hablar con ella.