CAPÍTULO DIECISÉIS

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NARRA CAROLINE

Llevamos a Eddie hacia su casa. La mamá salió y al ver a su hijo de esa forma se enojó.

—¡Ustedes hicieron esto! Saben lo delicado que es.— nos regañó y lo llevó hacia el auto.

—S-Señora K, nos atacaron.— contó Bill.

—¡No! No trates de culpar a nadie.— a la señora se le cayeron las llaves.

—Yo se lo levan...— Beverly se ofreció pero la mujer la detuvo.

—¡No!— las levantó y miró con odio a la pelirroja.— He oido todo sobre tí, Beverly Marsh. No quiero que una chica sucia como tú toque a mi hijo.

Eso me había molestado.

—Señora K. No creo que esa sea la forma adecuada de hablarle así a una simple niña.— me crucé de brazos. Ella me miró y se acercó a mi quedando frente a frente.

—Oh, ¿tú no eres la hermana de Henry Bowers, el chico que molesta a mi hijo cada rato?— rió irónicamente.— No te hagas la buenita aquí, Caroline. Los Bowers son así, malas personas... y no dudo que tú también lo seas ya que es genético. No quiero que mi hijo hable con una malcriada como tú.— escupió con odio.

—¡Hey, no la trates así!— me defendió Richie.

—Tú cierra la boca.— lo señaló y Richie se calló.

—Señora K. le juro q-q-que...

—¡No, basta! ¡Son unos monstruos! Eddie ya no saldrá. ¿Escucharon? ¡Se acabó!— se metió al auto y miramos a Eddie quien estaba sumamente mal.

Aunque sentía que estaba mal por hacerlo separar de sus amigos, no por su brazo.

La Señora K. se marchó junto a Eddie y nosotros nos pusimos en la carretera viendo como el vehículo se iba.

Bill se dió vuelta y nos miró.

—Carol y yo vimos el pozo. S-S-Sabemos donde está y-y la próxima iremos preparados.

—¡No!— gritó Stan.— ¡No habrá "otra vez" Bill! ¡Estás loco!

—¿Por qué? Sabemos que nadie más va a hacer nada.— defendí al castaño.

—¡Por poco mata a Eddie! ¡Y mira a este idiota, está goteando salsa de tomate!— Richie señaló a Ben.

—¡No podemos fingir que se va a ir! Ben, tu mismo lo dijiste, Eso vuelve cada 27 años.— se metió Beverly.

—¡Bien! Tendré 40 muy lejos de aquí. Creí que tú también querías irte de este lugar.— dijo.

—Sí, pero quiero hacer algo importante. No huir.

—Perdón pero... ¿quién invitó a Molly Ringwald al grupo?— Beverly le sacó el dedo del medio al pelinegro.

—Richie...— intenté callarlo.

—Digo que hay que enfrentar los hechos, el mundo real. ¡Murió Georgie!

—Richie cállate.

𝗖𝗔𝗥𝗢𝗟𝗜𝗡𝗘 - 𝗿𝗶𝗰𝗵𝗶𝗲 𝘁𝗼𝘇𝗶𝗲𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora