「 2.8 」

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Tom se estira en su cama recién despierto, ha sido una noche tranquila sin mencionar sus fantasías nocturnas con el líder de una armada entera, pero ahora que lo menciona suena jodidamente sexy —Mierda, basta—

Se levanta y rasca el trasero seguido de salir de su habitación hasta encontrar a Matt y Edd que escuchan chismosos del otro lado de la puerta de la oficina de Tord.

Edd mira llegar a su mejor amigo y le hace una seña para que se acerque —shh—

—¿Qué mierda hacen?— sin preguntar más se acerca pegando la oreja.

—¡NO, YA DIJE QUE NO, ¿SABES LO QUE ES LA PALABRA "NO"?!— del otro lado un esterico Tord inundaba la casa con gritos.

Los tres chicos se miraron con sorpresa, jamas lo habían escuchado así de exaltado. —¿Con quién habla?— Pregunta el recién levantado.

Matt niega con la cabeza —Sepa—

—Lleva toda la mañana así— dijo el otro.

Se escucha un terrible estruendo en la habitación —¡AGHH, SON UNA BOLA DE INSERVIBLES SOLDADOS DE CUARTA!—

—Whatafaaaac— susurró Edd

—¡¡PAUL Y PATRYCK, LOS NECESITO AQUÍ, AHORA MISMO, ENVIALOS!!— Seguía —Escuchame— chasqueo los dedos —Así de rápido puedo hacerte desaparecer de la existencia—

Los tres se miraban con asombro —Que cool— dijo Matt.

—No. No es nada cool— Tom caminó hasta la puerta con un semblante de molestia y preocupación.

—¿A dónde vas? Tom, te matará— Edd quiso seguirlo pero al verlo tocar la puerta se detuvo. —Ah bueno, yo te lo advertí—

—¿¡QUIÉN!?— Grito Tord desde dentro.

La puerta se abrió dejándose ver el uno al otro haciendo calmar al noruego.

—Yo—

—Ah... Tom, perdóname...—

Había un joven soldado dentro de la habitación, asustado pero de pie recto manteniendo su posición ahora sorprendido por el repentino cambio de su líder.

—¿También me vas a gritar?— le indigntaba, molestaba, preocupaba y jodia la forma de actuar de su ex, si, ya no son una pareja, pero esa forma de actuar no es buena.

—No, no, discúlpame— miro al soldado de nuevo —Te puedes ir, llama a Paul y Patryck diles que... los quiero aquí, o no no, olvídalo, solo vete—

—Si lider— hizo una reverencia dandose la vuelta —Compermiso— agachó la cabeza alado de Tom y salió de la habitación.

—¿Todo bien, commie?—

El mencionado suspiró tomando asiento en la silla giratoria del pequeño escritorio. —No... si, si, algo mareado, ya sabes, el ejército es una mierda sin mi— mira hacía el británico, buscando consuelo en su rostro.

—¿Te necesitan allá?—

—Eh, no... no realmente, pero...— se había quedado sin palabras, la verdad es que no había un motivo por el cual genuinamente debe estar molesto —Un pequeño retraso de abastecimiento de armamento por una mala desicion de uno de los soldados, lo asendimos la semana pasada y no ha dejado de cometer errores y...—

—¿Hay algo que puedas hacer al respecto?— Tom se acercó con lentitud, sentándose encima del escritorio.

Tord no dejo de mirarlo tranquilizando su respiración —No... solo necesito relajarme—

—¿Y gritarle a un soldado mensajero te ayuda a relajarte?—

El noruego frunció los labios, no, no le ayuda, pero se ha normalizado el gritar por cualquier cosa, el mal genio diario y su constante necesidad de no dejarse intimidar volvió el gritar un mecanismo de defensa ante los errores ajenos —No, pero, ¿Qué puedo hacer desde acá? ¡nada!— llevo su mano hasta su rostro en desesperación.

—Exacto, nada— Thomas tomó su mano separandola de su rostro viéndose ambos cara a cara —No puedes hacer nada, ni aquí ni allá, fue un error que ya se cometió y no puedes hacer nada para hacer que el tiempo retroceda, ya no está en tus manos—

—¿En mis... manos?— miró su mano que aún seguía en contacto con las del otro, sin miedo entrelazó sus dedos, tragó en seco mirando hacia él de nuevo, quien irradiaba tranquilidad con una ligera sonrisa

Tom se acercó con lentitud a la frente del noruego depositando un leve beso, ante el tacto ambos cerraron sus ojos, después separó sus manos para tomar sus rojas mejillas.

Tord cerró sus ojos con fuerza, era insuficiente, necesitaba más —Tom... yo— se apartó con fuerza.

Tom volvió a tomar su rostro con aún más fuerza acercándolo al suyo y apretando sus labios con los suyos, un tan ansiado beso y deseado desde la primera vez que se vieron, la necesidad de esto era inmensa que se separaban para tomar aliento caliente que transpiraba su piel.

—Commie— Ya estaba encima totalmente del escritorio —Te necesito—

El mencionado no necesito más que esa confirmación para tirarlo contra el escritorio mientras desabrochaba su abotonada camisa.

El de abajo abría sus piernas para la cercanía y el rose entre ambos hombres, los suspiros resonaban por la habitación y la silla había sido arrojada hacía el suelo.

Sus labios recorrían su cuello, su abdomen, desnudando poco a poco cada prenda que estorbaba hasta bajar a su entrepierna arrodillándose haciendo así mediante lacivos movimientos que Tom gimiese y encorbara su cintura.

Sentía su lengua recorrerlo.

Sus manos.

Sus labios.

El día era suyo.

.
.
.

Mientras tanto, del otro lado de la puerta.

—Edd... no creo que debamos seguir escuchando— Dijo Matt con la oreja aún pegada a la puerta.

—Vamonos—

「 FASES - TomTord  」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora