2- mensaje tras mensaje

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//Evie//

Esa mañana me desperté por culpa de Rigel , quien no dejaba de hacer ruido...tenía un don para eso.

-Tendríamos que ir recogiendo las cosas, llevamos más de tres semanas aquí .- empezó a decir , serio.

-Buenos días Rigel. – saludé en un bostezo y voz pesada

-Además – siguió (es que si se empeña en algo que llega a poner muy pesado) - creo que te han seguido.

-Tienes una obsesión con eso, – dije rodando los ojos – no me ha seguido nadie , me aseguré de eso ayer.

-No puedes tenerlo tan claro Evie, si vas tan confiada al final te relajas y te despistas – puntualizó ya nervioso.

-Rigel , enserio , ayer...

-¡Nos ha enviado un mensaje! – me cortó

Genial , un mensaje , lo que más me apetecía nada más despertar.

-¿ÉL?

-ÉL.

Me dirigí a grandes zancadas hacia su ordenador mientras él lo encendía y me mostraba aquel mensaje . Estaba escrito sobre una pantalla negra con letras naranjas :

"¿Tenéis lo que quiero? ¿O tendré que haceros una pequeña visita?"

-¿C...cómo sabes que es ÉL?

No respondió a aquella pregunta , solo me lanzó una mirada asesina ... yo hubiera hecho lo mismo.

-Quiero decir , - seguí – a lo mejor solo quiere atormentarnos , y realmente no sabe dónde estamos .

-¿De verdad crees que después de tantos mensajes y de enseñarnos todo lo que nos ha enseñado, no ha descubierto ya dónde nos escondemos?

-En el caso en el que no , nos estaríamos delatando nosotros mismos saliendo de aquí.

-No voy a esperar a que aparezca, y tú tampoco, no nos vamos a arriesgar. Además , ya te lo he dicho , llevamos demasiado tiempo en el mismo sitio.- dicho eso se levantó de la silla para sentarse en el sofá que había en medio de la sala . Por mucho que no me gustara admitirlo , tenía razón .

 Me alejé de la mesa y me senté en el sillón poco cómodo que habíamos puesto frente al sofá , y quité mi casco de encima . Rigel se llevó ambas manos a la cara para después apoyarlas junto a ellas sobre sus rodillas , pero nada más hacerlo se le resbalaron e hizo un golpe brusco . Intenté no formar una sonrisa , intenté. Nada más dejarme caer en el sillón , Rigel se levantó y se dirigió de nuevo al escritorio, donde abrió uno de los últimos cajones , sacó unas tijeras y sin avisarme empezó a cortarme el pelo a la altura de la mandíbula .

-Ya lo tienes muy largo, luego te toca cortármelo a mí. – Pasaron alrededor de veinte minutos cuando me avisó – Ya está.

Me levanté para mirarme el pelo en un pequeño espejo de cuerpo entero ,medio roto, que habíamos colocado pegado a una pared al fondo y encontrado en la calle .

-Está mejor que la otra vez ... - indiqué mientras me acercaba de nuevo a donde él se encontraba y quitándole las tijeras de la mano – Pero no sé si me saldrá como a ti ...

-Con que lo cortes....

-Sigo sin entender por qué necesitas cortarlo , si te reconocen lo hacen con el pelo largo o corto, y la verdad , tú nunca tuviste un pelo muy largo que se diga . – Pero no me respondió , vale , modo serio .




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