"Sé que sigues pensando en mí, nunca nadie podrá completar mi lugar en tu corazón, Hyung"
En un orfanato ubicado en la zona más pobre de Busan, vivían Sunoo y Riki, dos niños que se querían demasiado.
En su futuro, uno de ellos se negó a crecer y d...
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—Listo Riki, con el yeso te dolerá menos, deberías de tener más cuidado, por suerte solo fue unos cuantos arañones y una leve fractura —Dijo una mujer.
La noche anterior, Riki comenzó a llorar por el dolor de su brazo, la señora Wang se preocupó y llamó a una doctora para que lo atendiera.
—Gracias señorita Chae, gracias por atender a Riki— Dijo muy amable Sunoo.
Aquella chica examinó al castaño durante una hora, luego le enyeso el brazo y al terminar guardo sus cosas y sonrió amable.
—Eso sería todo señora Wang, ¿Me podría acompañar a la entrada de la casa? —ambas mujeres salieron de la habitación en la cual se encontraban dejando a los pequeños solos.
—¿Cómo te hiciste eso? —el pelinegro regaño a su menor.
—No fue nada, solo un señor malo que me quería llevar a su casa —El mayor abrió los ojos con fuerza y frunció las cejas.
—¡¿Cómo eso va a ser nada?! —su rostro comenzaba a tener un calor rojizo, la molestia lo volvía rojo —¡ese señor me va a escuchar!
—Tranquilo Hyung, ya no lo volveré a ver nunca más —Riki abrazo a su mayor y sonrió al ver el anillo en uno de sus dedos Sunoo. —¿Te gustó el dulce?
—Estuvo muy rico, gracias por el regalo —El pelinegro acarició el cabello del castaño con una sonrisa.
—¡Hyung ya me falta muy poco para ser de tu altura! —Dijo el pequeño emocionado.
—Ummm es bueno supongo, aunque soy mayor que tú, se supone que yo debería ser el alto.
—¡Ay Sunoo Hyung! —Río Riki —yo seré más alto que tú, ya verás.
—Como tú lo digas tontito —Sunoo sonrió y miró el cabello de el castaño —Tu cabello ya está muy largo ¿Te lo quieres cortar?
—Si, me da comezón en el cuello, pero cuando sea mayor me lo dejaré crecer—Camino a un escritorio que se encontraba en la habitación y sacó un plumón de tinta celeste.
—¿Vas a dibujar? —Pregunto el pelinegro al verlo sacar él objetó.
—No, quiero que escribas algo en mi yeso —le entrego el plumón con delicadeza.
Sunoo pensó un momento y luego recibió el plumón celeste, acercó la punta al yeso de Riki y escribió "sunshine"
—¿Qué significa Hyung? —pregunto Riki.
—Cuando seas mayor lo sabrás, solo recuerda "Tú eres mi sunshine".
[...]
—¿Tú crees que sea buena idea ir otra vez al árcade? —dijo un chico con sonrisa de conejito.
