"Sé que sigues pensando en mí, nunca nadie podrá completar mi lugar en tu corazón, Hyung"
En un orfanato ubicado en la zona más pobre de Busan, vivían Sunoo y Riki, dos niños que se querían demasiado.
En su futuro, uno de ellos se negó a crecer y d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"20 de Junio del 2023"
Era un día hermoso y el sol había salido para alegrar a todos.
En el patio del orfanato se encontraba un chico de aparentemente 1,85 de alto, su cabello estaba teñido de un rubio opaco, pero aun así, se veía su cabello castaño natural; era hermoso el corte hasta debajo de su mandíbula.
Sin duda era un chico muy bello.
Este se encontraba pintado un mural, lentamente pasando sus pinceles por la pared, manchando su rostro con diferentes colores.
Al parecer estaba dibujando un campo con muchos tonos azules.
Detrás de él se detuvo un auto blanco, uno de esos caros y lindos que solo podía tener la gente con mucho dinero.
Algo raro, ya que la gente que vivía en esas zonas, era muy pobre.
Un escalofrío recorrió el cuerpo del rubio, que siguió pintando sin importarle lo que pasaba a su alrededor, la verdad, después de todo lo que había sufrido no quería preocuparse por algo más.
Tenía que ir a su casa pronto, la señora Nishimura se molestaría si no llegaba a tiempo, no era la primera vez que se escapaba de su casa para estar en el orfanato.
Con pasos lentos un chico de piel pálida bajaba de aquel auto blanco, con una mirada ilusionada; sus ojos recorrieron el lugar contemplando cada rincón.
El aire era fresco, sus pulmones se invadieron de la naturaleza y sus ganas de llorar desaparecían.
Tantos recuerdos recorrieron su mente, en específico uno de ellos.
A lo lejos pudo ver, una silueta junto a una pared blanca siendo pintada.
Camino unos cuantos pasos hasta llegar detrás del chico que pintaba en el mural, habían pasado tantos años desde que no estaba en el lugar que llamo su hogar.
Algo curioso decidió hablarle.
Con delicadeza tocó su hombro para poder llamar su atención. —¿Disculpe joven?, ¿Sabe dónde puedo encontrar a la señora Wang? —Sonrió amablemente.
En aquel momento, juré que el mundo paró cuando sus ojos se encontraron, sus respiraciones se hicieron más fuertes y sus corazones latieron a un mismo ritmo.
Era difícil de explicar, pero, el sentimiento era triste, el rubio se encontraba paralizado contemplando la imagen de la otra persona.
Su cabello estaba teñido de rosa, su piel era pálida con detalles carmesí en sus mejillas y ese... Ese bello lunar en su mejilla.
Sin duda era la persona que había esperado toda su vida.
El pelirosa bajo su mirada al mentón del rubio, sus ojos se perdieron al ver el lunar en su mentón.
