Malevolent Aventure.

Capitulo 07.

Ese mismo dia regresaron a casa de Camus más callados que de costumbre. Los padres de Milo y los tíos del aguamarina estaban trabajando, quedando al cargo de Kardia y Dégel.

Las ultimas palabras de Shaina resonaban en la cabeza de ambos.

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— Si ella es el verdadero enemigo. —Dijo Milo— ¿Cómo la podemos vencer?

— Quemando el cuerpo de Saori. Mi hermana está vinculada a ella.

— ¡¿QUÉ?! ¡¿CÓMO HAREMOS ESO?!

— Llegará el momento donde eso será la única opción. Para eso tienen que ir a Japón y entrar a la mansión Kido. Tener el cuerpo de Saori en manos y quemarlo.

— ¿Cómo se supone que encontraremos una excusa para viajar a Japón? —Preguntó Camus, pensativo.

Shaina se quedó en silencio, no los podía ayudar con eso.

— Lo siento, mis señores. No puedo ayudar en eso. —Sonríe, apenada— No me queda mucho tiempo aquí.

— Esto es un adiós en ese caso. —Mencionó Milo.

— Así es. —Contestó la peli verde, moviendo su mano en despedida— Lamento todo lo que ha echo mi hermana. Espero haber sido de ayuda.

Ambos menores asintieron, una leve sonrisa se les dibujó en su rostro cuando Shaina se iba convirtiendo en polvo.

Antes de desaparecer por completo la peli verde pronunció unas palabras que congelaron a ambos chicos.

— A lo que se enfrentan no es ninguna bruja o hechicero. Porfavor, tengan cuidado, mis señores. Un movimiento en falso puede causarles la muerte eterna.

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Bajaban las escaleras en silencio, pensando todavía en esas palabras de la peli verde. Unas voces los hicieron detenerse, pues Kardia y Dégel tenían una platica en la sala.

Se quedaron arriba de los escalones, escuchando.

— Mi padre me ha dicho que será decisión de Camus, —Dijo Dégel, quien parecía preocupado— Pero temo lo que él quiera.

— Me lo imagino. —Respondió Kardia— Hace dieciséis años que no pregunta por su hijo y ahora llega de un dia a otro diciendo que lo quiere llevar a una reunión de trabajo. ¿Acaso Ganimedes es un idiota? 

— Si, es un completo idiota. Pero no podemos hacer mucho, su ex pareja renunció a Camus el dia que nació, pero Ganimedes no. Él aún tiene derecho en Camus aunque esté con nosotros.

— Maldición. —Suspira— ¿Dónde es la reunión a dónde lo quiere llevar?

— En Tokio, Japón.

Milo al notar que Camus ya no estaba a su lado se giró y miró las escaleras de arriba, viendo al aguamarina sentado en un escalón.

— ¿Camus? —Susurra.

El mencionado lo ignoró por completo y sacudió la cabeza, frunciendo el ceño.

— No me gusta la idea. —Pronunció Camus en un susurro— Pero es una oportunidad.

Milo le lanzó una mirada confundida, pero al ver al aguamarina bajar las escaleras y dirigirse a la sala lo entendió.

Lo siguió en silencio hasta la sala, donde Camus ya había tomado asiento ante la mirada atónita de Kardia y Dégel. 

— Camus... —Llamó Dégel— ¿Ya has escuchado todo, no?

— Quiero ir con mi padre a Japón y Milo vendrá conmigo. —Mencionó Camus con voz queda.