Capítulo VII - Una nueva prioridad

244 25 4
                                    

—¿Cómo lo has notado?

Para Schneider, aquella pregunta resulto una que deseaba no hubiera sido hecha, estaban a pocos días de jugar un partido por el cual Benji había estado esforzándose para lograr obtener una oportunidad de demostrar tener lo necesario para defender la portería del Hamburgo. Tomándose unos momentos para pensar, Schneider volvió a repetir su acción del día anterior, mientras Kaltz se ofreció a llevar las mochilas de los tres.

Encontrándose de camino a casa de Benji, ninguno entablo conversación. Una vez llegaron a casa del azabache e ingresaron, Schneider se centró en revisa la lesión de Benji. Nipón y alemán estaban solos, Kaltz había ido a la farmacia para comprar algunas vendas y otras cosas que pudieran ayudar a cuidar la lesión de Benji. Con gentileza, Schneider acaricio el tobillo contrario, para cuando ejerció algo de presión sobre este y noto como Benji efectuaba una mueca de dolor no tuvo dudas, el menor realmente se había esforzado mucho para no quedar en evidencia frente al doctor.

—Benji...

—No —dijo apresuradamente.

—¡¿Tienes planeado jugar con esta lesión?!

—¡Pues, aunque no lo creas, lo hare!

—¡Eres un insensato! —dirigiendo una feroz mirada a Benji, Schneider presión con sumo cuidado el tobillo contrario, volviendo a recibir aquella expresión de dolor—. ¡No puedes jugar en esta condición!

Apretando sus puños, Benji era consciente de ello, aun tenia presente todo el dolor que sintió cuando jugo su último partido nacional en Japón, le llevo varias semanas recuperarse, y, aunque su lesión actual no era tan dolorosa como la de aquella ocasión, terminaría por alcanzarla en dolor si llegaba a participar en el partido. Aun así, no deseaba perder tal oportunidad, pues no existían garantías de tener próxima otra oportunidad para demostrar los frutos de su arduo entrenamiento, el próximo partido tenía como única finalidad dejar en claro que él no había viajado desde tan lejos para nada.

—Voy a jugar —dijo intentando no dejarse envolver del todo por sus emociones, debía escucharse confiado en que su renuencia poseía su origen en mostrar que no había hecho un viaje al extranjero en vano—. ¡Demostrare que puedo ser un gran portero!

Schneider tenia claridad en que Benji no estaba siendo terco solo por serlo, desde el primer momento en que se habían conocido, había quedado claro que el azabache estaba decidido a demostrar tener lo necesario para jugar a nivel mundial, sin embargo, el joven emperador sentía que había más. Soltando un suspiro, intento serenarse primero, necesitaba estar tranquilo para poder sostener una conversación tranquila y no ir a perder la amistad que había logrado construir con Benji. Ordenando sus ideas, barajeo diversas preguntas, mismas que pudieran ser respondidas con tranquilidad—. Dime, dijiste que tu sueño es ser el mejor portero del mundo. Tu y yo no somos muy diferente en aquello que queremos, pero... —haciendo una pausa, Schneider miro fijamente a Benji—, ¿Existe algo más que quieras demostrar?

—¿Qué quiera demostrar?

El rubio asintió—. Como te dije, tu y yo tenemos un objeto en común. Así como tú quieres ser el mejor portero del mundo, yo quiero ser el mejor goleador de todos. Pero en ocasiones me da la impresión de que existe algo más, como si estuvieras persiguiendo algo más.

—Y-yo no... persigo nada... —dijo inclinando su mirada y desviándola hacia otro rincón de la habitación—... simplemente quiero demostrar que puedo ser el mejor.

Las expresiones y el lenguaje corporal de Benji hacían a sus palabras poseer poca credibilidad, Schneider podía notarlo, existía algo que el azabache estaba negándose a decir, por algunos instantes pudo distinguir cierta tensión en Benji, lo cual le resulto algo extraño, y justo cuando se disponía a efectuar otra pregunta, Kaltz volvió trayendo consigo varias cosas. Decidiendo dejar sus pensamientos aun lado, entre los tres tuvieron una pequeña discusión sobre como sobrellevar la situación. Dado a que Benji, claramente, no poseía ninguna intención de renunciar a jugar en el próximo partido, lo mejor que podían hacer era cuidar de su lesión y, llegado el día, hacer su mejor esfuerzo por no permitir que su rival se acercara demasiado a su portería.

Beautiful Smile (YAOI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora