Capítulo IX - Yo soy portero. Tu delantero.

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Las últimas palabras de Kaltz habían dejado un tanto perplejo al joven káiser, quizás su amigo solo había querido soltar una pequeña broma, sin embargo, Schneider se encontró incapaz de reaccionar a tal comentario. Ciertamente, desde la llegada de Benji, gran parte de su tiempo estaba volcándose en aquel chico de orbes esmeraldas a tal grado de no pensar más que en cualquier topo de excusa para verlo o estar con él. Incluso la actitud que había tenido contra su madre lo llevaron a replantearse en qué demonios estaba ocurriendo en su cabeza, nunca antes se había molestado en reaccionar por cosas así, usualmente la dejaba decir o expresar lo que quería, no obstante, le supuso gran irritación que se hubiera mostrado tan antipática con Benji.

Aquellos cuestionamientos lo siguieron hasta que se encontraron en el campo y se encontraban escuchando al entrenador asignar las posiciones. Tan pronto escucho el nombre de Benji, Schneider volvió a la realidad y recordó el estado en que el tobillo de Benji se encontraba, dudando, por una fracción de segundo toda su mente se puso en blanco y tan pronto se mostró con intenciones de acercarse al entrenador, fue detenido, haciéndolo mirar hacia su diestra—. ¿Qué estás pensando? —sus orbes celestes se cruzaron con unos esmeraldas que reflejaban seriedad.

—Cambiare mi posición —respondió.

—¿Cambiar?

—Si —afirmo el rubio—, este es un partido amistoso, no es necesario enfrascarme en el ataque. Basta con anotar un gol y jugar a la defensiva.

Al momento de ofrecer tal respuesta, Schneider pudo contemplar una expresión algo extraña en Benji, una que reflejaba un sinfín de emociones diversas, pero sin dejar en claro una predominante. Para cuando todos estuvieron dentro del campo de juego y se dio el pitido inicial, Schneider rápidamente se lanzo contra la portería enemiga con gran precipitación, en tan solo segundos avanzo por el campo hasta quedar frente al portero a quien intimido con su potente tiro de fuego, anotando el primer gol del partido a los pocos segundos de juego. Benji, desde su portería seguía encontrando impresionante aquel tiro, el cual incluso ganaba en potencia al tiro de tigre de su rival del Franco Canadiense, Steve Hyuga. En los siguiendo minutos de juego Schneider volvió a dejar confusos a sus compañeros, pues por un largo rato permaneció inmóvil en su posición y luego se traslado frente a su portería acomodándose entre sus compañeros centrados en defender. Para Kaltz tal acción, hasta cierto punto, poseía una razón. Proteger a Benji. Para Schneider era preocupante que Benji jugara estando lesionado, sin embargo, también podía asegurar que Schneider estaba ignorando los sentimientos del nipón y el cómo este tomaba tales acciones.

Durante la primera parte del partido el equipo contrario fue incapaz de traspasar la línea defensiva, Schneider impidió que el balón se aproximara a la portería. Cada que Benji se preparaba para detener cualquier tiro que desearan hacerle, el joven káiser lograba despejar el balón. Si bien, aquello podría ser algo que también harían Kaltz y los demás defensas, Benji estaba sintiendo como si su orgullo como portero estuviera siendo herido.

Cuando el silbato del arbitro anuncio el fin de la primera mitad y todos los jugadores abandonaron la zona de juego, Schneider busco a Benji entre sus compañeros, alcanzando a verlo hablar unos segundos con el entrenador para después irse hacia el interior de las instalaciones. Para el joven káiser fue preocupante aquello y, siendo seguido discretamente por Kaltz, ambos fueron a buscar a su amigo. Llegando a los vestidores, Kaltz prefirió quedarse en el pasillo, pues estaba seguro que algo estaba por desatarse y, conociendo un poco la personalidad de Benji, este agradecería poder hablar a solas con el rubio. Estando frente a su casillero, el azabache intentaba ordenar sus ideas, estando envuelto por la ira le seria difícil poder sostener una conversación en alemán, deseaba poder descargarse soltando toda maldición que conocía en su idioma natal, pero necesitaba transmitirle su sentir al contrario. Logrando acomodar las palabras adecuadas, decidió recurrir al idioma ingles.

Beautiful Smile (YAOI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora