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Gordo, obeso y cerdo.

A sus doce años esas eran las palabras diarias que podía escuchar de sus compañeros.

¿Tenían que herir a alguien verbalmente para sentirse suficientes?

Tan solo habían pasado 3 semanas desde el ingreso a clases. Jungkook, esta vez, tenía la esperanza de que este año las burlas cesarían, al menos un poco. Pero el niño sentía que las burlas eran más constantes que nunca, casi una rutina necesaria, tan rutinario como sentirse mal con su cuerpo.

Sus kilitos demás no merecían eso.

Afortunadamente tenía unos padres que se encargaban de darle mucho amor cuando volvía del día rutinario de la escuela, mucho amor y comida que él amaba. Tal vez lo consentían mucho, pero eso no importaba, Jungkook era feliz con su comida.

Tenía sobrepeso a sus doce años ¿Y qué?

Jungkook había empezado su dieta desde hace 1 año, pero parecía que su cuerpo quería mantenerse en los mismos kilos.

Al niño le dolía tener que dejar de consumir los postrecitos con manjar que le hacía su madre casi 4 días a la semana. También le dolía no poder comer tan seguido los ricos fideos de la comida china junto con el pollo que pedía su padre 2 veces a la semana, los fines de semana para ser exactos. Pero sabía que era por su bien.

Pero 1 año de dieta y sus kilitos siguen intactos. Aunque no lo demostrase frente a sus padres, le dolía, mucho. Su corazoncito se apretujaba cada que se pesaba en la balanza. Solía llorar en las noches mientras se acariciaba los rollitos. Un poco de grasa acumulada no estaba mal, ¿o sí?

Jungkook se consideraba un niño bonito, porque sus padres se lo decían constantemente. Pero... con el paso del tiempo, los pensamientos de un preadolescente se van volviendo más difíciles de lidiar. Se había empezado a considerar feo a los ojos de los demás, solo por su gordura. Eso definitivamente no estaba bien, él era consciente de eso.

Su mamá solía decir que si tenía pensamientos malos sobre su cuerpito, agarrara un bate invisible y los mandara a volar a un lugar en donde no afecten a nadie.

Ser gordo no significa fealdad, decía ella.

¿Por qué ser gordo no estaba normalizado? No... en verdad, ¿por qué criticar el cuerpo de las personas estaba tan normalizado?

Y Jungkook se preguntaba eso cada vez que oía los insultos, así como ahora.

—¡Oye, cerdo! ¿No quieres mejor un poco de pasto de almuerzo? Tal vez bajes tus asquerosos kilos y toda esa grasa.— le dijo un chico un curso mayor a él, estaba junto a un grupo de 3 personas a solo unos metros del niño.

El niño solo estaba almorzando tranquilo. Solo estaba comiendo arroz con un poco de vienesas, ni siquiera tenía aderezos. Miró su plato apenado.

—¿No vas a decir nada, cerdo? ¿Ni un oink oink?— se rió junto al grupo y personas al rededor también rieron.

Que gracioso es cuando los insultos no van dirigidos a ti, ¿verdad?

Jungkook cerró su pocillo con su almuerzo y tomó su lonchera para luego dirigirse hacia uno de los jardines un poco apartados.

Jungkook odiaba darle el gusto a quienes lo molestaban. Eso es lo que ellos querían, que se fuera del comedor humillado. Pero esta vez fue necesario.

Sentía que la garganta le quemaba con un nudo por las ganas de llorar. A penas llegó al jardín se sentó en una banca y se puso a llorar, su madre siempre le decía que llorar era bueno, que así te desestresabas y te desahogabas.

Miró sus manos regordetas que sostenían su almuerzo. Pensó en botarlo, pero no lo hizo. Era su comida preciada, él amaba la comida. ¡Además su comida ni siquiera tenía mayo o ketchup! Era arroz con vienesas, nada más. Eso era sano, ¿o no?

Estaba sumergido en sus pensamientos, hasta que notó la presencia de alguien, un niño.
Levantó su cabeza con miedo y lo vio. Era un niño un curso mayor a él. Lo miraba directamente a los ojos, unos bonitos ojos.

Cerró fuertemente sus ojitos, en espera de que las burlas llegaran. Tal vez un empujón o que le diera pasto como había sugerido el otro niño en el comedor.

Pero definitivamente no esperó a que lo abrazara con cariño mientras le sobaba la cabeza.

—Oye, no sé por qué estás triste y no quiero que me cuentes si tú no te sientes cómodo haciéndolo. Pero deberías calmarte un poco, ya va a acabar el recreo del almuerzo y aún no terminas de comer.— le dijo luego de unos segundos. Se separó de Jungkook lentamente y miró sus ojitos bien abiertos aún rojizos por el llanto.— Lamento si no te gusta el contacto físico, realmente fue un impulso.— susurró apenado.— ¿Te molesta si me siento a comer a tu lado?

Jungkook lo miró con ojitos brillantes y negó.

—Muchas gracias, no me gustaría invadir tu espacio si te sintieses incómodo.— Se sentó a su lado y abrió el pote con su almuerzo. Una hamburguesa con mucha lechuga y queso cheddar.— ¿Quieres?— le ofreció con una sonrisa.

—Estoy... a dieta, perdón.— lo miró triste.
Nunca había sentido el olor tan rico de una hamburguesa como esa, ¡Claro que quería!

El estómago del niño rugió hambriento, avergonzándolo.

—Oye, un poco de hamburguesa de vez en cuando no viene mal.— le sonrió amplio.— Si te hace sentir mejor, esta hamburguesa es de quinoa. Y el queso cheddar es de papas y zanahoria. Son verduras y alimentos saludables disfrazados... aunque no estoy seguro de qué tan saludables sean ahora.— rió empezando a cortar un pedacito que dejó en el pocillo del menor.— Come si gustas.— le volvió a sonreír, esta vez con sus ojitos vueltos tiernas líneas.

—Gracias...

—Soy Jimin. Tú eres Jungkook ¿no?— el menor lo miró avergonzado. De seguro sabía su nombre de las mismas bocas de los chicos que lo molestaban.

—Sí.

—Veo que eres de pocas palabras, eso está bien, te pareces a mi mamá.— el niño le seguía sonriendo como si de eso se tratase su existencia.

El sonido de la campana avisando que había terminado el recreo resonó por el recinto.

—Ya debo irme, Jungkook. Mañana vendré aquí a almorzar por si quieres comer conmigo, si no quieres está bien.— le sonrió como por quinta vez.— Adiós, chico bonito.— le dijo antes de mezclarse con el alumnado en los pasillos de la escuela.




¿Bonito?

(🐽)

Al fin puedo comenzar este fic, lo tenía planeado desde el año pasado y es una de las historias que más me ilusiona hacer.

Basta con entrar a mi perfil para notar mi amor por los chanchitos así que en verdad me hacía ilusión. También adentrar un poco el tema del veganismo de forma no directa, como un diálogo casual, no sé si me entiendan.

En fin, aaa como estoy ilusionada con esta historia estaré al pendiente de actualizarla, sí o sí (Esta vez créanme kdkwndkn).
🥳🥳🥳

Piggy Boy ➳ Kookmin | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora