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Ambos niños se pasaron toda la tarde jugando con Ricky Moo, habían ido a la casa del mayor con la aprobación de los padres de Jungkook. Soojin se había pasado toda la tarde arreglando el delantal del pequeño Koo, allí se dio cuenta de que el niño era acosado en la escuela y estuvo llorando en silencio, el niño era tan dulce y de buen corazón que ella sintió su corazón estrujarse.

—Corazón ya llegué. Vi a los niños jugando con Ricky Moo, creo que hay que darle un poco de agua a la pobre, está cansadí- ¿Soo? ¿Qué pasó?— Shuhua se agachó para quedar a la altura de su novia, que estaba sentada en el sofá con el delantal ahora limpio en sus manos.

—A Jungkook lo acosan en la escuela.— dijo sollozando con la voz entrecortada.— Y le rayaron su delantal con plumones permanentes. Lo molestan porque es gordito.

Shuhua pareció comprender todo, a pesar de que sus palabras eran casi ininteligibles por su llanto.

—¿Sus padres lo sabrán? ¿Quieres que los llamemos?— Soojin asintió rápido y le pasó los contactos.

Estuvieron hablando media hora con la madre de Jungkook explicando la situación, iría mañana mismo a la escuela a reclamarle al director, Shuhua iría con ella para mostrar las evidencias, Soojin le había pasado las fotos que sacó del delantal antes de limpiarlo.

Y bueno, digamos que Shuhua era de un carácter bastante fuerte, sería de mucha ayuda estando presente junto con la madre de Koo.

(🐽)

Ya había anochecido, a Jungkook lo irían a recoger en dos horas más para que aprovechara de cenar con los Park. Los niños habían ido a jugar un juego de mesa por un rato y luego habían regresado con los cerditos.

—¡Mimi, corazón! ¡Ven a buscar la comida de Ricky Moo y Enrique Papita!— gritó Shuhua desde la entrada de la casa. El niño fue corriendo diciéndole a Koo que se quedara allí y volvió enseguida con unas fuentes llenas de verduras y unos cuantos granos de cereales.

—¿Quieres darle a Ricky Moo? Yo le doy a Enrique Papita.— el pequeño asintió y tomó unas cuantas papas cocidas y un potecito con arroz, se agachó y le ofreció a la cerdita. Ricky Moo chillaba feliz por la comida y Enrique Papita gruñía de vez en cuando.— Jungkook.— Jimin lo llamó despacio.

—¿Si?

—Quería hablar contigo de algo importante.— dejó las fuentes en el suelo para que siguieran comiendo y tomó su mano para guiarlo a la banquita.— La primera vez que hablamos tú estabas llorando, yo no sabía por qué, pero hoy lloraste de nuevo y fue porque te molestaron. ¿Por qué te molestan, Koo?— en su voz había genuina preocupación.

—Es que... estoy muy gordo.— hizo una pausa.— Yo... yo quiero bajar de peso pero no puedo, hago dietas o a veces me salto una comida para bajar más rápido pero no bajo nada y estoy harto. Odio mi cuerpo gordo, el nutricionista dice que debo dejar de comer tanto y mi mamá no lo entiende.— sus mejillas rojas estaban empapadas en lágrimas y sus labios temblaban.— Y-yo no quiero que se burlen de mi, todos los días lo hacen ¡Yo sé que estoy gordo! pero no dejan de repetírmelo y a-a veces sólo quiero d-dejar de existir por un momento ¡Me odio mucho! N-no sabes cuánto...

Finalmente el pequeño había soltado todo lo que le hacía daño a su corazoncito, ahora estaba con todo el cuerpo tembloroso soltando suspiros para aliviar el dolor que se le había formado en su garganta.

Jimin se paró rápidamente para arrodillarse frente a él y tomar sus mejillas con delicadeza limpiando sus lágrimas.

—Hey, bonito mírame.— cuando vio esos ojitos brillantes por lágrimas de dolor, sintió su corazón estrujándose.— Eres el niño más precioso que he conocido. Tu carita es la más bonita, tu corazoncito tiene mucho dolor guardado pero sigues siendo una persona muy bonita. Tu cuerpo no tiene por qué ser como el de los otros niños ¿si? No es tu culpa nada de lo que te pasa, te esfuerzas demasiado y te frustras mucho, pero, corazón, sigues siendo perfecto para mis ojos. Deja que los demás niños se pierdan la oportunidad de conocer a una persona tan bonita.— tomó las manos del niño con cuidado y las besó despacio, luego volvió a tomar sus mejillas y besó su frente.

Dejó que el pequeño lo abrazara y escondiera su cara en su cuello por un rato mientras le daba caricias en su espalda.

—Lo eduqué muy bien.— dijo Shuhua en un susurro.

—Educamos.— respondió Soojin, quien, por cierto, estaba llorando de nuevo por la escena.

Dejaron que los niños estuvieran así por un rato más y luego los llamaron para cenar.

A Jungkook le habían encantado los fritos de garbanzo acompañados de variedad de ensaladas. El pequeño quería repetirse un plato de fritos pero se sentía inseguro, estaría rompiendo su dieta y las órdenes estrictas del nutricionista. Los pedazos eran pequeños pero él creía que era la porción máxima que podía comer. Ambas mujeres notaron las muecas con duda que hacía el niño y con una mirada se pusieron de acuerdo.

—Me voy a repetir un plato de fritos ¿alguien quiere?— preguntó Soojin, a lo cual, Shuhua levantó la mano, mientras, para nada discretamente, se metía 2 fritos a la boca para que se viera su plato vacío.

Jungkook al ver que no sería el único en repetir plato, levantó su mano tímidamente, buscando aprobación en los ojos de Jimin, quien le asintió sonriendo.

—Son pedazos muy pequeños ¿verdad? Yo también quiero.— pidió Jimin, manteniendo su sonrisa para Koo.

(🐽)

Cuando Jungkook llegó a su casa junto a su padre, pudo notar a su mamá muy deprimida. Tenía las mejillas hinchadas y sus ojos estaban algo irritados, pero, como siempre, lo recibió con un beso y un abrazo.

Estuvieron viendo una película familiar en un silencio incómodo que Jungkook no lograba entender. ¿Había peleado? Ellos casi nunca discuten por algo, excepto cuando se trataba de la dieta de Koo y las palabras del nutricionista que la mujer no seguía.

La película terminó y el hombre apagó el televisor para dirigirse al jardín y fumar un poco. La mujer suspiró pesado y tomó la mano de Koo para llevarlo a su habitación.

—Ven, mi amor, quiero hablar contigo un poco.— dijo la mujer dándole palmaditas a la cama para que se sentara.— ¿Qué pasó hoy en el colegio? ¿Me quieres decir?— su cara angustiada le hizo saber a Koo que ella sabía de lo sucedido en la clase. Jungkook negó despacio, no quería volver a hablar sobre lo que sentía, había sido suficiente por hoy.— Hijo, yo... hoy me enteré sobre que te acosan en la escuela. ¿Quieres hablar de eso?— el pequeño negó nuevamente con sus ojos cristalizados.— Bien. Koo, yo quiero que sepas que puedes contar conmigo cuando lo necesites ¿si? Por algo soy tu mamá, déjame cuidarte.— besó la frente del menor unos segundos mientras una lágrima traicionera caía por su mejilla.

—Mamá...— murmuró preocupado al verla llorar.

—Déjame cuidarte. Yo... te voy a llevar al psicólogo ¿si? Te va a ayudar mucho para sanar tu corazoncito. Te puedes desahogar allí todo lo que quieras.— lo envolvió en sus brazos y lo recostó en la cama para que se apoyara en su pecho.— Te amo, bebé, quiero que seas feliz toda tu vida.— con eso finalizó la pequeña charla y meció a su pequeño hasta hacerlo dormir.

(🐽)

Si hay algún error de ortografía o de continuación, avísenme que esto lo escribí medio dormida kdkdkd

Piggy Boy ➳ Kookmin | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora