Varios héroes como excompañeros de la escuela, o aquellos que habían convivido con Izuku, ya sea por trabajo o por coincidencia, fueron a buscarlo. Todoroki y Kirishima iban en dirección a la casa de Katsuki pensando que quizá podrían encontrarlo ahí.
El bicolor había mencionado que Midoriya estaba trabajando cuando la noticia se dió en televisión, pero no se reportó después de aquello.
Cuando ya habían pasado tres horas de lo sucedido y nadie sabía dónde estaba Izuku, tomaron la decisión de iniciar una búsqueda por su paradero, y Kirishima mencionó la casa de el cenizo. Aunque llamaron a la policía preguntando si el peliverde había llegado a la escena, les dijeron que después de revisar el área y asegurarse de que realmente fue un suicidio y no un homicidio, dejaron la vivienda.En ningún momento apareció el ojiverde.
Todoroki fue el primero en llegar al lugar, y Kirishima no se había equivocado.
Justo frente a la puerta principal del apartamento que perteneció a Katsuki, se encontraba el de ojos esmeralda.
–Mi...Midoriya. -quiso acercarse a él, pero sus piernas no le respondían.
El mencionado volteó a verlo, sus ojos parecían vacíos. Regresó su mirada hacía el frente y no dijo nada. Segundos después llegó Kirishima quien a penas vió a el peliverde se soltó a llorar.
Él había perdido a su mejor amigo, pero Izuku a el amor de su vida, su alma gemela, su otra mitad, era como perderlo todo.
El pelirrojo a un lado de Todoroki llorando, los dos mirando a Izuku esperando a que hiciera algo, pero este seguía ahí parado frente a la puerta sin moverse ni un centímetro, con la misma expresión vacía.
–Midoriya... Lo sie-
-Que raro. -Interrumpió el ojiverde a Kirishima. -Llevó... llevó mucho rato aquí, pero, ¿Por qué será que...? ¿Por qué Kacchan no abre la puerta? -volteó hacía sus amigos con la misma expresión, sus ojos parecían perderse en otro mundo cada vez más.
Kirishima lo miró con mucha tristeza, intentar parar de llorar era imposible para él.
–Midoriya. -Tenía que decirlo, nadie más que él podría hacerlo ahora. –Lo siento, Bakugo ya-
–¡Cállate! -Gritó como nunca antes lo había hecho. –¡No lo digas! ¡¡Todos ustedes son unos groseros!! ¿Cómo pueden...? ¡¿Cómo se atreven a decir tales cosas?! ...Kacchan se molestará si los escucha decir eso. -Regresó su mirada hacía enfrente y se acercó un poco más a la puerta.
Levantó su mano que temblaba al igual que todo su cuerpo, tocó la puerta esperando que abriera alguien que ya no estaba.
–Midoriya...-Kirishima habló.
Quería ayudar a su amigo pero, ¿Cómo podría hacerlo? ¿Qué tipo de palabras podía decirle a esa persona que se aferraba a estar perdida en un mundo donde su pareja aún existía?
–Él ya no está. Nadie va a abrir la puerta. -Declaró Todoroki de pronto con seriedad en su voz.
El pelirrojo no pensaba que era la mejor forma de decirlo, sin embargo, en el estado que Izuku se encontraba no había más opción, sin embargo este hizo caso omiso y siguió parado delante de la puerta...
Aunque él tenía su propia llave para abrirla.
–Quizá salió... -Se mintió a su mismo. –Volveré mañana.
–No, Midoriya. -se hizo un nudo en su garganta, no quería hablarle de forma brusca a el ojiverde, pero tenía que hacerlo entender. –Bakugo ya n-
–¿A qué vinieron aquí? -Preguntó Izuku molesto.
–Amigo, por favor escúchanos. Solo queremos ayudarte. -Kirishima intentó acercarse a él.
–¿Ayudarme? Incluso tú... Pensé que eras su amigo.-dijo para después comenzar a llorar.
-Por eso mismo, porque soy su amigo tengo que ayudarte, porque tú también eres mi amigo. Claro que me gustaría que esto no fuera cierto, pero... -Apretó sus manos a su costado en un puño, tenía que ser fuerte por Midoriya, eso es lo que Bakugo le hubiera dicho que hiciera, pero no es fácil.
–Es la realidad. -Completó la frase Todoroki al ver que las palabras se quedaron atoradas en la garganta de Kirishima.
Por supuesto que a él también le dolía mucho la pérdida de su mejor amigo.
–¡No voy a creer en nada de lo que digan! –Gritó enojado Izuku. -¡¿Por qué me están haciendo esto?! ¡No es nada gracioso! -volvió a mirar hacía la puerta y comenzó a golpearla fuertemente. –¡Kacchan! ¡¡Kacchan!! ¡Abre la puerta! ¡Soy yo, por favor abre! -Pedía rogando de una manera que era dolorosa de presenciar.
–¡Ya basta, Midoriya! A este paso vas a tirar la puerta, ¡¿Y entonces qué?! !No vas a encontrar a nadie ahí dentro! ¡¡Tienes que enfrentar la realidad!!
–¡¡Ya lo sé!! -Detuvo sus movimientos y recargó su frente en la blanca puerta. –Eso ya lo sé... Pero, ¿Por qué no me dijo nada? ¿Por qué me dejó solo? ¿...Fue mi culpa?
–No digas eso, Midoriya. -Kirishima por fin lo pudo alcanzar en un abrazo.
Los dos eran un desastre, Izuku parecía querer decir algo, pero sus sollozos no se lo permitían. Kirishima lo abrazaba fuerte pensando que si lo soltaba lo perdería también.
–Lo siento...-dijo Todoroki quien también comenzó a llorar no pudiendo soportar el llevar tanta tristeza en su interior en esos momentos.
Después de aquello el peliverde terminó por desmayarse. Lo llevaron al hospital más cercano y al cabo de un buen rato despertó, nadie le dijo nada pues temían causarle algún daño peor.
Izuku se fue a su casa y al día siguiente, Todoroki y Kirishima fueron por él, querían que estuviera presente para el funeral de Katsuki.Sin decirlo claramente, pero no era necesario, obviamente el ojiverde lo sabía. Asistió sin poner resistencia, pero no dijo ninguna palabra, tampoco lloró; parecía una persona inexistente, un fantasma de la persona que un día fue y que ahora ya no estaba.
Cuando terminó aquello, se acercó a Todoroki para pedirle un favor, hablando por primera vez en todo el día. El más alto se sorprendió ante esto, pero lo escuchó atentamente.
Un nuevo lugar para vivir.
Por el momento se quedaría en algún hotel, pero necesitaba encontrar otro lugar donde quedarse para “comenzar de nuevo”.
El bicolor ofreció su propio apartamento para que el pecoso se quedara en lugar de ir a un hotel, más este se negó. Shoto comprendió que su amigo quería estar solo así que no insistió. Comenzó con su búsqueda, le preocupaba mucho que Izuku fuera a hacer algo precipitado, o incluso que muriera de tristeza.
Pero ahí estaba el héroe número uno patrullando en las calles de nuevo, ayudando a la gente y luchando contra villanos como siempre lo había hecho.
Sinceramente parecía estar evitando pensar en la realidad.
Nadie le mencionaba el asunto, aunque Kirishima fue la persona encargada de entregarle la carta que Katsuki le dejó, fallaba en cada intento de entrega ya que Izuku salía corriendo.
Claro que lo haría.
Si fingía que nada estaba pasando, el leer esa carta sería como afrontar la realidad que tanto quería olvidar, misma que lo perseguía todos los días.
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Kizuato BKDK [Terminada]
Short Story"Aunque físicamente todo ya ha acabado, los recuerdos aún permanecen." -Editada el 24 de mayo de 2022.