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–Izuku, no puedes correr tan rápido como yo. No quiero que te pierdas, dame tu mano. -extendió su pequeña mano hacía el niño que estaba enfrente suyo, este aceptó gustoso y juntos comenzaron a correr.

La mano de Katsuki era cálida, todas las veces que la tomó, fue cálida. Ellos siempre corrieron juntos de la mano incluso cuando no se percataron de ello.

Izuku lo amó, siempre lo hizo.

A pesar de que la existencia de el cenizo había desaparecido hace ya tiempo, él seguía amándolo, aunque ahora fuera algo inútil hacerlo, su amor duraría hasta el final de su vida.

No puede evitarlo, antes, ahora y después, siempre lo amaría con todo su corazón.

.

–Deku, otra vez estás soñando despierto. -le dijo Katsuki dándole un pequeño golpe en la frente haciéndolo salir de su trance. –¿Qué estabas pensando? Parecía algo serio.

–Perdón, Kacchan. ¿Podrías dejarme dormir? -Pidió ignorando las palabras anteriores del cenizo.

–¿Qué? ¡¿Piensas dormir en la escuela?! ¡¿Que no querías ser un héroe?!

Izuku sonrió triste.

–No lo sé. Me pregunto lo mismo.

–Estás actuando extraño.

–Supongo. -se levantó de su asiento y salió de aquel salón que pronto desapareció.

Caminó por los diferentes pasillos que cambiaban una y otra vez conforme sus pasos. Intentaba alejarse de él, pero de nuevo ahí estaba.

Enfrente de la puerta principal Katsuki lo estaba esperando.

Izuku suspiró, luego se acercó a él saludándolo como siempre lo había hecho. Caminaron juntos fuera de la U.A. en dirección a sus respectivos hogares.

–Kacchan.

–¿Si?

–¿Qué harías si... un día despiertas y todo lo que hemos vivido ya no existe?

–¿Por qué preguntas eso? -dejó de caminar mirando fijo a Izuku quien parecía hablar en serio.

–Solo responde, por favor.

–No sé... -Pensó por un segundo antes de responder. –Me volvería loco, supongo.

–Ya veo...

–¿Tú que harías? -Retomó su caminar.

–Bueno, incluso si no quisiera, solo seguiré viviendo como siempre.

–Pero todo desaparecerá, ¿No?

–Sí. Pero estoy seguro que no podré olvidar nada. Incluso si ya no existe lo que deseo, aún podré revivir los días que tanto amé.

–Eso sería cansado, estar viviendo algo que ya no existe, digo. Será como abrir una herida todos los días.

–Entonces... ¿Por qué no simplemente te vas?

–¿Qué? -volteó hacía atrás para mirar a Izuku quien había detenido sus pasos.

–Es algo estúpido decírtelo a ti porque este no eres tú. Yo nunca voy a verte de nuevo. -Agachó su mirada.

–Así que lo entiendes.

Cuando volteó hacía enfrente, Katsuki era el mismo que lo dejó.
Ya no aquel de preparatoria, sino el héroe, su pareja, un Katsuki adulto.

–Perdón por hacerte esto, Izuku. No quería lastimarte, ni yo mismo sé cómo llegué a tomar esa decisión.

–Ka..Kacchan. -sus ojos se llenaron de lágrimas.

–No es que yo quiera atormentarte, es solo que siempre estuvimos juntos. Me pregunto cuándo podrás olvidarme...

–¡Jamás podría olvidarte! Tú siempre fuiste mi modelo a seguir, ¡Todo lo que aprendí fue gracias a ti! Incluso desde niños, tú eras la imagen de victoria para mí, yo-

–No soy una persona tan genial. -Interrumpió. –Solo soy un cobarde... Ni siquiera podía admitir que quería protegerte. A pesar de todo lo que hiciste por mí, yo nunca pude darte nada. -respondió cabizbajo.

–Eso no es verdad, Kacchan. Yo quería escuchar tus preocupaciones, conocer tu dolor, ayudarte, ser una persona en la cual pudieras apoyarte, pero supongo que nunca fuí lo suficiente fuerte para ello. Yo fuí quien no pudo protegerte.

–Midoriya -se escuchó la voz de Todoroki acercándose a ellos.

Katsuki sonrió hacia Izuku.

–Es hora de afrontar la realidad. -Le dijo por último.

Izuku abrió sus ojos.

–Perdón por despertarte, pero de nuevo parecías estar teniendo una pesadilla.

–...Todoroki, lo siento.

–Está bien, no me molesta. -dijo acomodándose mejor en la cama.

–Pero de seguro no te dejo dormir. ¿Qué hora es? -Preguntó notando que aún no salía el sol.

–Aún es madrugada. No te preocupes, me tomaré el día libre.

–No se trata de eso... De verdad, perdón.

–Solo vuelve a dormir. -Cerró sus ojos en espera de que el otro hiciera lo mismo. –Yo también te digo en serio que no deberías disculparte, no es como si tú quisieras estar teniendo ese tipo de sueños.

–... Sí, tienes razón.

Kizuato BKDK [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora