Día 19: Coco 🥥

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        Los ángeles vigilaban desde el cielo. Los demonios, en cambio, buscaban por las calles. En un momento dado, ambos bandos se encontraron en una calle y comenzaron a discutir. Aziraphale estuvo a punto de salir de su escondite en un callejón, pero Crowley lo detuvo a tiempo y lo pegó contra la pared, con sus brazos impidiendo que se moviera y su rostro a unos escasos centímetros del suyo.

        — ¿¡Es que estás loco!? —dijo Crowley—. ¡Estamos en medio de los dos bandos que nos buscan y quieres salir tan campante como si nada!

        — ¡T-te equivocas! ¡S-solo quería hablar e intentar detener el conflicto! —respondió el ángel.

        — Tsk, tú y tus formas de detener una pelea. ¡Lo mejor sería avivar las llamas y aprovecharlo como distracción para huir!

        — ¿¡Cómo puedes decir eso!? ¿¡Acaso no son esos tus amigos!? —dijo, señalando a un grupo de demonios, entre los que se encontraban Hastur y Ligur.

        — ¡¡No mientras persigan a quien más me importa!!

        Crowley se dio cuenta de sus palabras y el silencio se creó en el callejón. Sus gafas se torcieron un poco, revelando una mirada vergonzosa a su compañero mientras ambos se sonrojaban.

        — ¿¡Co-co-cómo puedes decir eso en una situación como esta!? —dijo Aziraphale, tapándose la cara con ambas manos.

        — ¡¡N-no sé de qué me hablas!! ¡¡Eres tú, que oyes voces!! —respondió el demonio, subiéndose las gafas.

        La disputa entre ángeles y demonios comenzó en medio de la calle. Aquella trifulca le sirvió a Crowley para coger a Aziraphale de la mano y llevárselo de ahí.

Taletober 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora