Razones

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Luego de días y días de estudio, práctica e investigación, Melissa Shield se sentía lista para presentarse en la gran audición de la obra de teatro que ella aspiraba. La idea de obtener el papel protagónico era imperativa en ella.

Lo que quedaba de agosto y todo septiembre pasó volando. El verano terminó y el otoño llegó, las hojas de los árboles se tornaron anaranjadas y comenzaron a caerse. Dentro de muy poco, Melissa tendría que presentarse a la audición.

En pleno octubre, estaba por llegar el día en que Shield tendría que enfrentarse a sus miedos y superarse a sí misma para lograr su objetivo actual y, a largo plazo, cumplir su añorado sueño de ser actriz profesional.

Días de estudio, dedicación e investigación serían demostrados en cuestión de días. Mentiría si dijera que no estaba nerviosa, pero aún así debía superponerse a la adversidad para ganar. Además, no se perdonaría a sí misma decepcionar a la persona que tanto la ayudó.

Decepcionar a Midoriya Izuku significaría insultar todos los esfuerzos de aquel chico que, de forma humilde y desinteresada, le mostró una luz en medio de tanta oscuridad. Por esa misma razón, la rubia estudió y se informó como nunca antes en su vida.

Sumado a todo esto, Izuku pasaba tiempo con ella ayudándola a ensayar. Además de todo lo que hizo e iba a hacer por ella, también le dedicó su tiempo y ayuda, algo que simplemente era impagable y jamás se iba a olvidar.

Tumbada en la cama de su departamento, la ojiazul pensaba en lo rápido que había pasado el transcurso de los meses, parecía que fue ayer cuando conoció a aquel pecoso en abril... el día en que su destino comenzó a cambiar drásticamente.

Durante esos seis meses de compañía y enseñanzas de vida, la mujer de lentes aprendió montones de cosas que le servirían para disfrutar más su existencia. Desde apreciar los pocos vínculos que poseía hasta aceptar su propia verdad y afrontar sus miedos. Melissa Shield había madurado.

Inevitablemente sonrió, recordando todos los momentos que pasó con el peculiar peliverde que apreció en su vida por simple casualidad. Tanto recuerdos felices, como los recuerdos vergonzosos y exasperantes, todas esas memorias serían atesoradas en el corazón de la blonda.

La norteamericana suspiró, levantándose de la cama con mediana pesadez para comenzar a practicar una vez más para la audición. En dos días tendría que presentarse y dar una actuación espectacular, y ella daría todo de sí para sorprender al jurado y ganar ese papel protagónico.

— Solo me quedan dos días, tengo que esforzarme al máximo. No es momento de descansar — dijo Melissa para sí misma, palmeándose en las mejillas repetidas veces — Si no consigo ese papel, todo esto habrá sido en vano...

Con sumo cansancio acumulado y una necesidad insana por dejar de leer textos físicos y digitales, la Shield salió de su habitación rumbo a la sala de estar de su departamento, que también funcionaba como cocina y anexo para todos los ambientes del lugar.

Se sentó en la única mesa que había en la sala y abrió la laptop que se encontraba sobre ella. Entrecerró levemente los ojos por el brillo del aparato tecnológico, también tenía la vista cansada.

— ¿Desde cuándo esta cosa tiene tanto brillo? — preguntó la rubia, amargadamente y frotándose los ojos por detrás de sus lentes — Maldición... que sueño

Nuestra Farsa ~Izulissa Quirkless AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora