La orden dictada por el anfitrión maldito sacudió a cada uno de los presentes. La imagen de Ange se iba mostrando más clara conforme el tiempo pasaba, casi pareciendo un humano más que estaba ansioso de disfrutar con la función que estaba por comenzar.
Yoongi ubicado en el centro jadeaba sin descanso, sus ojos azules veían con temor a su propio hijo porque por más que trataba no podía reconocerlo. La mirada de Jungkook estaba perdida en la locura, dos cuencos vacíos que simulaban el perfecto abismo de muerte y perdición.
Ange le entregó la daga a su hermosa marioneta y susurró.
—No me falles.
Jungkook sonrió torcidamente, sus manos acariciaron cada rincón del arma y se deleitó con el miedo que podía olerse. Hizo una profunda reverencia al demonio presente y nuevamente su mirada se posó sobre el alfa pelinegro.
—Hijo... —Yoongi quiso decir algo más, pero el nudo en su garganta era demasiado.
—Lo siento, padre —tras esas palabras el menor se abalanzó sobre el cuerpo de un sorprendido Yoongi.
—¡ALFA! —el grito de Jimin se escuchó en demasía desgarrador. El omega trató de moverse, más una serpiente negra descendió del demonio para enrollarse con fuerza en su propio cuerpo y mantenerle inmóvil.
—Disfruta de la función.
NamJoon apretó los puños, SeokJin a su lado inició a recitar una pequeña oración que a los pocos segundos logró el objetivo esperado. La esencia de Ange se sacudió en molestia, el demonio sentía una sensación quemante que le irritaba por completo. Al ver la reacción del ente, el peliceleste continuó con su labor, obligó a su mente a mantenerse serena mientras que las palabras pensadas y susurradas en tono bajo eran un ataque directo y certero hacia la sombra oscura que los había envuelto.
—En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo reprendo este fiel seguidor de satanás. Que su oscuridad se diluya y la luz divina prevalezca. En el nombre de Dios todopoderoso yo te ordeno que desaparezcas.
Los chillidos que el demonio expulsaba ensordecieron los oídos de todos. NamJoon y Sehun tomaron el riesgo y se metieron en medio de la pelea que padre e hijo estaban llevando, mientras que Chanyeol corría directamente hacia Jungkook para tratar de retenerlo.
Yoongi tenía una herida profunda en el costado izquierdo, la sangre corría sin descanso y la debilidad de su cuerpo fue un arma en su contra que Jungkook aprendió a aprovechar.
NamJoon y Sehun habían intervenido en el momento justo. Ambos alfas se encargaron de mover el cuerpo del pelinegro mientras Jungkook seguía luchando contra Chanyeol.
—¡Despierta cachorro! —gritó Chanyeol, tomando al menor de los brazos, ambos rostros quedando a pocos centímetros de distancia—. ¡No dejes que te controle!
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🎪Circo Sonrisas🎪
De Todo¿Te has enamorado de la muerte alguna vez? En la década de los 20 se inauguró un gran Circo, el cual obtuvo su fama por la diversidad de actos de entretenimiento que brindaban. Circo Sonrisas era su nombre. Aquel lugar donde todos los niños reían y...