_ A la mañana del día siguiente...
_ Me muevo bajo las sábanas blancas cambiando de posición un par de veces buscando evadir algunos rayos de sol, que lograban colarse a través de las hendiduras de una de las ventanas, ahora estoy acostado de lado dándole la espalda a mi querida albina que dormía plácidamente a mi lado. Abro los ojos despacio hasta abrirlos completamente, retiro las sábanas para incorporarme y sentarme al borde de la cama. Dejo salir un bostezo y estiro mis brazos para después levantarme y dirigirme hacia la ventana cerrando por completo la cortina.
_ Luego me doy la vuelta para regresar a la cama y dormir por un rato más, está vez abrazando a mi bella acompañante que permanecía en un sueño totalmente profundo. Me quedé observandola por unos minutos, hipnotizado, admirando su belleza._ He visto a muchas mujeres durante mis viajes, humanas, gigantes y alguna que otra mink, todas muy bellas pero ninguna como tú, ninguna se compara contigo, a todas las opacas, pareces una diosa, Hilda._ Pensé, en ese momento me llegó a la mente imágenes de lo que hice con ella anoche, recordé como disfrutaba de lo que le hacía, sus gemidos, su voz al gritar mi nombre, sus caricias y sobre todo sus expresiones.
_ Entre tantos pensamientos surgió una idea bastante ridícula y era la siguiente._ Que tal si ella no es una humana realmente, sino otra cosa como... una sirena, no! Qué disparates son esos? Eso es imposible, las sirenas no tienen piernas._ En eso pensaba mientras mantenía la mirada fija en sus largas y blancas pestañas, a la vez que retiraba un mechón de sus blancos cabellos de su cara, unos segundos después la observo mover su pequeña nariz. Me daba tanta ternura verla así que no pude evitar mover su flequillo y besar su frente, ella sonríe levemente lo que me indica que está despierta.
_ Buenos días copo de nieve, te desperté?_ Pregunté sonriendo.
_ Buenos días pequitas, la verdad no, llevo un buen rato despierta._ Respondi devolviendole la sonrisa, de repente sus mejillas tornan en un leve tono carmín.
_ Oye no me llames así, es vergonzoso._ Me quejo frunciendo el entrecejo incorporandome para quedar sentado sobre la cama.
_ jajaja pero si te queda muy bien ese apodo._ Afirmé entre risas, lo que claramente le disgustaba al pecoso que me observaba con una mueca de enojo.
_ Si si, ahora, ya que estás despierta... podrías ayudarme con esto?_ Dije en un tono coqueto apuntando con mi dedo índice hacia mi entrepierna todavía cubierta por las sábanas._ Eh? Pero Ace anoche lo hicimos muchas veces._ Contesté sentandome en la cama alzando una ceja.
_ Sí, y fue más que excitante._ Afirmé sujetándola de la cintura y acercandome peligrosamente a su cuello para besarlo.
_ A-Ace, me arden las nalgas y la vagina._ Respondí dejando escapar un suspiro, luego él me sujeta de los hombros y se aleja de mi para verme fijamente con picardía para luego sonreír mostrando su perfecta dentadura.
_ Si no quieres que te la meta no lo haré, pero puedes chuparmela._ Propuse.
_ Bueno, si eso es lo que quieres..._ Hago una pequeña pausa para tumbarlo en la cama colocandome encima de él._ Pues, con mucho gusto lo haré, además quiero probar ese fluido blanco._ Completé con voz juguetona, él sonríe con malicia, luego comienzo a depositar muchos besitos en su cara, él me sujeta de las caderas y me roba un beso fugaz de los labios._ Después de ese rápido beso el pecoso se incorpora un poco y me succiona un pezon, lo que me hace gemir, luego me alejo consiguiendo que éste me libere de su agarre, después me coloco entre sus piernas retirando por completo la sábana, acto seguido agarro su largo y grueso miembro venoso, y comienzo plantandole un beso en la punta de la cabeza de éste, a la vez que lo agarraba firmemente desde la base. Procedo a lamerlo y acariciarlo de arriba a bajo para luego meterlo a mi boca y chuparlo moviendo mi cabeza de lado a lado y de atrás hacia delante mientras observaba sus expresiones y escuchaba como jadeaba.
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Derritiendo el hielo Portgas D. Ace x Oc (Lemon)🍋🔥🥵
FanficHola! Soy Hilda, tengo 20 años y soy una amazona que decidió abandonar su hogar para cumplir su sueño de conocer el mundo del hombre y vivir aventuras por mi cuenta. Durante mis viajes por el mar me encuentro con un grupo de hombres a los que venzo...