14: DECISIÓN

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_ Hilda, se acaba el tiempo tus bebés deben regresar a tu cuerpo, de lo contrario mo-._ Anuncia el de los tatuajes callandose de golpe al ver a la Albina devorando el corazón del almirante que yacía en el suelo sin vida, tiñendolo con su sangre lo que perturba al cirujano y horroriza al resto, excepto a mí que permanecía en silencio con una expresión de estupefacción en mi rostro ya que no me esperaba que aquel almirante muriera en manos de mi amada. Pero la presencia de Trafalgar Law me intriga y a la vez me causa molestia._ Qué hace él aquí y que carajo tiene que ver con Hilda?_ Pensé frunciendo en entre cejo observándo con recelo cada paso que daba para acercarse a mi albina, sin embargo ella no parecía escucharlo ya que se encontraba ocupada devorando lo que quedaba del corazón de Akainu para luego ponerse de rodillas en el suelo, y tomar con ambas manos la sangre del cadáver llevandosela a la boca para así comenzar a beber.
_ E-Esa... esa mujer mató a nuestro almirante._ Escucho decir a uno de los oficiales.

_ Mató a Akainu._ Dijo otro preparándose para disparar al igual que algunos de sus compañeros, pero justo cuando iban apretar el gatillo los ataco con mi puño de fuego lo que incrementa el número de cadáveres en el campo de batalla para acto seguido ir hacia Hilda. Cuando llego hasta ella noto un objeto cúbico en las manos de Law con algo en su interior que no logro ver con claridad ya que rápidamente entra al cuerpo de mi amada.
_ Oye, Trafalgar! Hijo de puta que mierda le has metido a mi mujer?!_ Pregunté alterado agarrandolo de su sudadera._ Vi algo extraño entrando al cuerpo de Hilda, y por tu bien más te vale que ella esté bien más te vale que lo saques si es que quieres seguir viviendo!_ Ordené manteniendo el mismo tono de voz alto y amenazante, sin obtener la respuesta que necesito de él, solo una mirada asesina que se sincroniza con la mía, lo que me hacer arder por rabia y preparar mi puño para quemar su maldita, pero la mano congelada de mi amada me agarra del brazo haciendo que el fuego se extinga al instante. A lo que yo suelto el cuello de la sudadera de mi rival y me giro para toparme con una Hilda cubierta de sangre agarrándome del brazo mirándome con un brillo extraño en sus ojos, uno que nunca había visto.
_ Son tus hijos._ Dijo ella sonriendo con un tono de voz suave a su vez que me hace tocar su vientre todavía plano pero duro, más de lo usual.

_ Me tranquilicé luego de haberla escuchado pronunciar esas palabras, al menos eso era lo que quería creer, ella no me dejaba de ver directamente ni me soltaba de su agarre, lo que por unos minutos que parecían eternos olvidé en donde estaba, ignore por completo el sonido de los cañones y otras armas también los gritos. Sin darme cuenta, unos labios con sabor a hierro me besaban a las vez que unas enormes alas de hielo me protegían de los ataques de los marines. Rodeo su estrecha cintura y la acaricio intensificando aún más el beso metiendo mi lengua en su boca jugando con la de ella, por otro lado ella no paraba de recorrer mi cuerpo con sus manos, sentía sus garras clavarse en mi espalda hasta que siento la necesidad de respirar y me separo de ella soltando un quejido para verla saborear unas gotas de mi sangre en su boca, lo que me hace recordar aquella noche en un bosque de Lulusia. De pronto escucho alcanzo a escuchar unos gritos que sacan del trance, lo que llama la atención de mi albina deshace su escudo de hielo retirando sus alas.

_ Entonces ambos presenciamos como a varios metros de distancia Teach le rogaba a mi padre por su vida pero a mi padre no parecía importarle sus suplicas.
_ Detente por favor! No me mates, S-Soy tu hijo! Soy tu hijo!_ Repitió el traidor con lágrimas en los ojos mientras permanecía inmóvil en el suelo entre escombros.
_ Tú ya no eres mi hijo! Dejaste de serlo desde el momento en que asesinaste a Tatch para quedarte con su fruta, y entrgaste al gobierno a tu comandante! Nos traicionaste Teach y por eso no te voy a perdonar nunca!_ Dijo el mayor para finalmente quebrar por completo el cráneo Teach de un solo golpe, a lo que sus nakamas al ser testigos de tal acto se lanzan a la ataque contra el hombre con el título del más fuerte del mundo y que en su juventud rivalizó con el rey de los piratas, Gold D. Roger. Pero estos solo le hacen unos cortes superficiales logrando que éste se enfade aún más y los golpee con su arma cubierta por haki dejandolos fuera de combate, para acto seguido provocar que se abra la tierra de un temblor que separa por definitivo a piratas de marines.

Derritiendo el hielo Portgas D. Ace x Oc (Lemon)🍋🔥🥵 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora