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Natsuki disfrutaba los momentos en los que podía convivir con cualquiera de sus padres. Sea Ranpo, Kunikida, Tachihara, Tanizaki, Dazai, Atsushi, Poe o hasta incluso Akutagawa, él se divertía mucho con ellos.
En los últimos meses, Chūya le permitió convivir con los de la Agencia, y el niño era muy feliz. Pero ahora que Dazai estaba en casa, su comportamiento había cambiado. No lo quería cerca de su hijo.

Dazai había invitado a Natsuki a una pizzería, y aunque Chūya no estuviera de acuerdo, él se lo llevó. Ahora ambos estaban sentados en el lugar, con un pequeña mesa al medio, comiendo sus rebanadas de pizza. Sin Chūya.
Era un momento agradable para Dazai, estar con el niño que pudo ser su hijo y que aún así, lo quería como tal.

— Perro-san, ¡Me gusta esta pizza! Mamá nunca me trajo a restaurantes de pizza. ¡Gracias por traerme!

Sonrió agradecido. Dazai se ruborizó un poco y también le sonrió.

— Me alegra que te guste, Natsuki-kun. Dime, ¿Atsushi-kun nunca te trajo a un lugar callejero?

Natsu negó con la cabeza.

— Mamá no deja que papá me lleve a lugar así. Pero papi quiso que probara su Chazuke alguna vez, y mami lo tiró a la basura. A veces creo que mamá es malo con papá... Papá llora en las noches en la sala, y yo no sé cómo ayudarlo.

Dazai apretó uno de sus puños debajo de la mesa. El Chūya de ahora le molestaba, y mucho. ¿Por qué tener a Atsushi en su mansión sólo por compartir un hijo? Cuando existen diversas soluciones para estar ambos al cuidado del niño sin necesidad de vivir juntos. Al parecer, todo era un capricho de Chūya.

— Natsuki-kun, a veces los padres se equivocan pero... Tú no imites a mami, ¿Está bien? Tú eres un buen niño. Si mami está siendo malo con alguien, trata de aconsejarlo, tú tienes ese poder de hacerlo cambiar. Y aunque duela, cariño, si papá no es feliz viviendo con mamá, debes aceptarlo y dejarlo ir.

Natsuki parecía comprenderlo. Bajó de su asiento para ir al de Dazai y abrazarlo de manera tierna y cariñosa, siendo correspondido.

— Perro-san, ¿también te puedo llamar papá?

Era sensible, estaba llorando. Le agradaba Dazai como padre, al único al que no ha podido llamarle como tal por prohibiciones de Chūya.

El castaño sonrió y un par de lágrimas se resbalaron por sus mejillas.

— Puedes hacerlo, Natsuki-kun. Oye... ¿No te molesta que papá "Perro-san" sea pobre?

Natsu negó con la cabeza.

💖

Por su parte, Atsushi y Akutagawa habían aclarado aquel malentendido que Chūya causó.

Se encontraban en la habitación del azabache, jugando con el bebé. El pequeño Kaoru sujetaba con su manita uno de los dedos de Atsushi. Ambos reían por la acción del niño.

— Atsu. Kaoru tiene un ojo de cada color, igual que su cabello... Creo que será víctima de burlas en el futuro. Pero yo lo veo hermoso...

Comentó Ryū algo avergonzado. Atsushi sólo pudo sonreír.

— Yo creo que Kaoru será el chico atractivo de la escuela, Ryū.

P-Podría... Oye, ayer encontré a Dazai-san en un estado débil... Me preocupé, y le pregunté sobre lo sucedido y...

CORRUPTION GRAVITY [MPREG, BOY LOVE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora