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Joen Jungkook (king)

Kim Taehyung realmente me enfurecía.

Me irritó desde el momento en que comenzó a trabajar hace casi dos meses. Hasta ahora logré mantener mi distancia.
Era inteligente. Eso no era un problema.Y se llevaba lo suficientemente bien con sus compañeros de trabajo. No podía quejarme.
No parecía importarle ayudar a Jimin con la fotocopiadora. No existían delirios de grandeza de los que preocuparme.
Parecía ansioso por aprender. Esa fue una de las primeras cosas que me ponía de los nervios. Parecía demasiado ansioso. La forma en que me miraba con esos grandes ojos marrones como si estuviera dispuesto a hacer cualquier cosa
que sugiriera, era enloquecedor. Cada vez que lo veía, incluso si era un atisbo en la cocina cuando entraba, me lo imaginaba deslizándose sobre sus rodillas en mi oficina, abriendo su boca roja y húmeda, y suplicando por mi polla.
Y eso era un problema.

Siempre tuve una estricta división entre mi trabajo y mi vida personal, nunca hubo una excepción. Yo era el jefe, con una reputación que proteger. No quería que mi vida privada fuera más interesante que mis negocios.

Golpeé mi bolígrafo contra mi escritorio. Necesitaba resolver esto. Despedirlo u olvidarme de el. Pero tenía que hacer algo.
Me encontré pasando más y más tiempo en mi oficina con la puerta cerrada en un intento por crear cierta distancia entre Taehyung y yo. Normalmente, pasaba el rato en el piso con la gente, comprobando cómo iban las cosas. Pero el área abierta se sentía como tierra contaminada. Cuando tenía que interactuar con el, me dirigía a el como el Srto. Kim como una forma de mantenerlo a distancia. No funcionaba. Me metí las manos en el cabello. Necesitaba un plan. No podía permitir que un investigador junior cambiara el modo en que hago negocios, porque la manera en que lo hacía significaba que King & Asociados fuera el mejor en lo que realizaba, y todo Busan lo sabía.

Las distracciones eran lo último que necesitaba en este momento. Mi enfoque ya se encontraba lo suficientemente dividido. Vivir con Jisoo a tiempo completo era más desafiante de lo que esperaba y significaba mucho más tiempo fuera de la oficina, ya que pasaba más tiempo en Geumjoeng-gu. También trataba de obtener una nueva cuenta con un banco de inversiones con el que King & Asociados no trabajó antes, y tenía una reunión clave con un miembro interno.

—Entra —llamé a quien tocó la puerta, con la esperanza de que no fuera Taehyung con su informe revisado.

—Buenos días, Joen —dijo Jimin cuando entró a mi oficina, cerrando la puerta tras el.

—Gracias. —Tomé la taza grande de café que me ofreció, intentando leer su rostro—. ¿Cómo estás?

—Estoy bien. Hay mucho que hacer. —Tenemos una sesión informativa diaria a la hora del almuerzo.

Llegué a mi cuello.

—¿Soy yo, o aquí hace más calor de lo normal?
Jimin negó con la cabeza.

—No, y tampoco subiré el aire acondicionado. Está ridículamente frío aquí.

Suspiré. No valía la pena discutir con Jimin. La mayoría de las cosas no las hacía. Eso fue lo que aprendí de las mujeres de mi vida; elegir tus batallas.

»Entonces —dijo Jimin mientras se deslizaba en el asiento frente a mi escritorio. La misma silla en la que Taehyung se ubicó el viernes. Se sentó con las piernas cruzadas y los brazos fijos en los apoyabrazos de la silla, casi como si se
preparara para un aterrizaje accidentado. Pero me dio una vista perfecta, su largo cabello castaño descansaba suavemente sobre sus hombros.»¿Qué sucede? —cuestionó Jimin.

—¿Eh? —pregunté, levantando la vista para mirarlo.

—¿Estás bien? Pareces distraído.

The King of Busan "Kookv"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora