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Tsukishima es del tipo que le gusta observar todo a su alrededor, analiza la situación dentro y fuera de la cancha

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Tsukishima es del tipo que le gusta observar todo a su alrededor, analiza la situación dentro y fuera de la cancha. Eso siempre le ayudó a no meter la pata o darse cuenta cuando debía irse para no incomodar, algo muy al contrario de Hinata y Kageyama que ni siquiera se tomaban las molestias de leer el ambiente. Yamaguchi siempre los justificaba diciendo que eran distraídos, pero Kei mantenía firmemente que eran unos idiotas que no pensaban.

En este momento, Tsukki está de muy mal humor, y no sólo él, sino que su pequeño compañero también. Kageyama no ha dado ni un solo pase bien, son demasiados bajos, incluso puede jurar que apenas se elevan por encima de la red. Hinata está gritándole a los cuatro vientos que haga los pases bien, pero el número nueve parecía no escucharlo, estaba tan metido en sus pensamientos que se movía de manera automática. Iban perdiendo contra Dateko, otra vez, pero no parecía importarle, por lo que Ukai decidió cambiarlo por Suga. Para sorpresa de todos, no refutó absolutamente nada. Los mayores le preguntaron insistentemente a Hinata que es lo que sucedía, pero no obtenían respuesta, el pequeño estaba más confundido que ellos.

A Tsukishima no podría importarle menos lo que le sucedía al rey, por lo que al finalizar el último partido, simplemente se sentó junto a Yamaguchi mientras observaba como los demás rodeaban a Tobio para hacerles preguntas. Estaba cansado, había corrido de aquí para allá y quería irse a casa, pero el capitán no daba la orden para que estiraran, estaba más enfocado en Kageyama y su cabeza en las nubes.

—¿Por qué no le golpeamos la cabeza? Tal vez así vuelva a la tierra —comentó con sarcasmo.

Hinata lo miró como si hubiera tenido la mejor idea del mundo. Lo miró con rareza mientras Tadashi aguantaba su risa al darse cuenta de que el pequeño no se había percatado del sarcasmo.

—No haremos eso —sentenció el capitán al ver las intenciones de Shoyo—. Será mejor que descanses —le dio una palmada en el hombro. Los demás coincidieron, Kageyama casi no había descansado correctamente, así que asumieron que simplemente estaba cansado y que al otro día estaría como nuevo.

Más equivocados no podían estar. Sus pases eran peores que los del día anterior, parecía que ni siquiera se esforzaba en alcanzar la pelota, hasta Kenma se movía más que él. Ukai le gritaba que se concentrara, pero más allá de una disculpa no obtenía nada, todo seguía igual. Hinata estaba a punto de estallar de ira, sus mejillas se habían puesto sumamente rojas ante su enojo y tal vez por el esfuerzo físico. El pequeño gigante movía sus brazos frenéticamente mientras le gritaba, pero el pelinegro solo lo observaba; su vista subía y bajaba de vez en cuando, cosa, que no pasó desapercibida por Tsukishima.

Una pequeña risa se escapó de sus labios. Él sabía perfectamente a qué se debía la mirada de Kageyama, pues a veces él también miraba a Yamaguchi de esa manera y viceversa. Nunca se le hubiera ocurrido el hecho de que Tobio estaba enamorado, es decir, ese chico vivía por puro instinto y el amor no parecía ser parte de su forma de vida, pero ahí estaba la prueba.

Necesito Tu Ayuda (KageHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora