No Se Permiten Monstruos

Capitulo 20:"Epilogo"

Seis años y medio después...

Harry miró hacia la mesa de Slytherin, donde su amigo y viejo rival, Draco Malfoy, ya estaba sentado, y deseó que él también hubiera sido clasificado.

"¡Snape, Harry!" Minerva gritó entonces.

El vestíbulo estalló en murmullos mientras él se dirigía al frente.

"¿Pueden creer que el imbécil grasiento se haya reproducido?" Parecía ser el calibre de la mayoría de ellos; provocando más de un gruñido bien colocado por parte de Harry al pasar junto a ellos.

Le dedicó una pequeña sonrisa a su padre cuando pasó junto a los profesores y se dirigió al pequeño taburete que siempre se ponía para las Clasificaciones. Minerva, la profesora McGonagall, le entregó el sombrero seleccionador con una sonrisa y se lo puso con cuidado. En secreto, esperaba que nadie viera lo mucho que le temblaban las manos.

"¡Ah, señor Potter-Snape! Qué agradable sorpresa encontrarle sentado bajo mi ala", le dijo el sombrero en voz alta al oído casi de inmediato.

"Sólo es 'Snape', pero gracias", respondió en voz baja en su mente.

"Para empezar, sólo era Potter. No debes olvidar eso", amonestó el sombrero.

"Sí, bueno, ¿podemos seguir con esto, por favor?"

El Sombrero Seleccionador se rió al oído antes de continuar, y Harry trató de combatir su creciente ansiedad con unas cuantas respiraciones profundas bien colocadas.

"Veamos entonces, al grano y todo eso. Veo que tienes una gran lealtad a tu padre; lo que hace que Hufflepuff sea simultáneamente una buena y horrible elección, ¿estoy en lo cierto?"

Harry no respondió. Ya era bastante difícil acordarse de respirar.

"Y bastante inteligente también, ya lo veo. Puede que tengan que subirte un nivel o dos en algunas de tus clases cuando vean exactamente lo que entiendes."

"Entonces aprenderé a disimularlo mejor", fue su respuesta irreflexiva.

"Oh, tu padre no estaría contento con eso, me atrevo a decir".

"Es que no quiero ser un bicho raro", admitió en voz muy baja; su mente volvió automáticamente a sus primeros recuerdos. Todavía recordaba haber llamado friki a su padre y tener mucho miedo de cómo respondería el hombre, su Hombre Alto.

"Vamos, nada de eso. No se enfadó contigo y entonces ni siquiera era tu padre. Ser un Ravenclaw permitiría a tu inteligencia natural un lugar para brillar".

"Pero se preocupan demasiado por la inteligencia de los libros", replicó con lógica, deseando secretamente que el sombrero se diera prisa. La gente había empezado a cuchichear en el Gran Comedor por el tiempo que estaba tardando en ser clasificado. Podía oírlos.