Capitulo 7:"El cambio repentino"

9.3K 1K 230
                                    

"¿Gota de limón?"


"No, gracias, Albus. Harry tampoco necesitará uno; así que no te molestes en preguntárselo", casi gruñó Severus.


El niño estaba acurrucado en su regazo, de cara al director, abrazando su oso con fuerza contra su pecho. El muchacho estaba casi completamente aterrorizado; una emoción que se manifestaba en su postura tensa y en sus miembros ligeramente temblorosos, por no hablar del pulgar que se le trabajaba insistentemente dentro de la boca.Severus sostuvo al niño cerca de él, agradecido por la funda oculta de la varita que llevaba en la manga.


"¿Puedo ofreceros algo? ¿Té? ¿Café?"


El anciano era exasperante en su tranquilo desinterés por el claro y presente miedo del pequeño niño que tenía delante.


"Albus", advirtió Severus; su enfado estaba implícito en la mirada que tenía clavada en el rostro del anciano.


"¿No?" preguntó Dumbledore inocentemente. "Ah, bueno, sentí que tenía que intentarlo. Supongo que te preguntarás por qué os he convocado hoy aquí".


Severus se contuvo de poner los ojos en blanco, pero sólo así. Sin embargo, no hizo nada para evitar que la mueca de desprecio apareciera en su rostro.


"Es algo bastante sencillo, supongo", dijo Albus, presentándoles las palmas de las manos con un ligero encogimiento de hombros. Observaron con atención cómo metía la mano en su escritorio y sacaba un gran puñado de papeles, que parecían muy oficiales y limpios, lo que contrastaba con el típico escritorio desordenado del director.


"Firma estos documentos, Severus, y tendrás la custodia de tu joven señor Potter", dijo Albus con una pequeña sonrisa en su rostro marchito.


Los ojos de Severus se entrecerraron con incredulidad ante el sencillo proceso que se le acababa de presentar.


"Custodia total del muchacho, Severus; tuya será la decisión final en cada situación que se le presente. ¿Crees que puedes manejar eso?"


Quiso hechizar al hombre por el desprecio que podía ver en esos ojos azules suyos, pero se las arregló para aquietar la mano de su varita.


"Ciertamente, director", declaró formalmente, poniendo a propósito el énfasis en el título del hombre para separarse mucho más del anciano.


"Harry, ¿entiendes lo que está pasando?" Preguntó el director; dirigiendo sus brillantes ojos azules al niño encaramado en el regazo de Severus.


El niño negó rápidamente con la cabeza y luego se arrebujó aún más en su abrazo.


"Severus va a ser tu nuevo tutor. Te va a adoptar. ¿Entiendes lo que eso significa?" preguntó el anciano, inclinándose hacia él con una sonrisa ligeramente depredadora.


El chico giró la cabeza y volvió a mirar a Severus, con el miedo palpable en sus ojos abiertos.

No Se Permiten MonstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora