off my face ; 𝗺𝗶𝗰𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴

OO3

"¿En qué piensas?". Luego de recordar lo que había pasado no pude dejar de pensar en eso, ese fue el momento en el que me di cuenta que me había convertido en un monstruo. "Chaeyoung".

"Lo siento mucho". Me disculpo, siento que nada hará que me sienta mejor luego de todo lo que hice. "Fui una muy mala amiga, te trate horrible, quiero que me perdones por eso". Su rostro denota confusión, se que fue algo demasiado precipitado pero quería decirlo. Tratar de aliviar la angustia que no me ha dejado por tanto tiempo.

"Quiero que olvides lo de esa noche". Murmura viendo hacia todas partes, también sé lo mucho que no le gusta hablar de éste tema y mucho menos que los demás se enteren. "Espero que lo superes y sanes las heridas que quedaron debido a todo lo que dijimos". Asiento lentamente, se nota que no quiere hablar más sobre eso.

"¿Tienes amigas?". Pregunto coqueta, lleva un trozo de papa a su boca y rueda los ojos. "Tú querida mejor amiga no se puede quedar soltera de por vida". Me quejo por el golpe que recibo en el hombro. "Es en serio Mina".

"No tengo amigas, bueno si tengo pero no les vas a gustar". Me le quedo viendo, su rostro está molesto se ve en su ceño fruncido y sus labios apretados, sus puños cerrados a cada lado de la mesa y la mirada más amenazante que me ha regalado.

"¿Por qué no?". Me cruzo de brazos tratando de que me diga lo que hace que no les guste a unas chicas.

"Tienen otro tipo de gustos".  Dice entre dientes y toma un poco de la bebida, si me dijeran que la antigua Mina se llevaría un trago tan fuerte a la boca me reiría por horas, era muy improbable.

"No son lesbianas entonces". Resopla y aguanto la risa, no me quiero reír porque sé que si lo hago se enojara demasiado conmigo.

"Hay una chica llamada Sana que si es lesbiana pero no eres su tipo". Cuenta y la miro fijamente tratando de descifrar que clase de estilo quiere esa chica. "Le gustan altas, pelinegras y que sean japonesas". Parpadeo varias veces, ¿A caso había dado su descripción?.

"¿Le gustas?". Aunque mi tono sonó severo no noto algún cambio físico en ella, casi siempre cuando hablaba así se tensaba o me pegaba pero esta vez parece disfrutarlo.

"No le gusto, somos como mejores amigas que parecen novias pero no lo somos ni seremos". Explica demasiado animada, definitivamente hubo algo entre ellas y quiero averiguarlo.

"¿Tuvieron algo?". Elevo una ceja, me gusta molestar a las personas con mil preguntas al mismo tiempo, ella lo sabe pero aún así contesta como si nada lo que me indica que no tiene nada que ocultar lo que hace que sepa que no tiene algún tipo de fijación romántica hacia la chica.

"Algo así, un beso ebrias en la terraza del edificio de mi padre". Me ahogo con el soju, ella se levanta y con leves palmaditas que van subiendo la intensidad a ser golpes como si quisiera que el pulmón saliera volando, hace que se me quite la tos al instante. "La señorita Son tiene problemas con que este besándome con cualquiera".

"No es eso". Agito las manos y me tomo lo que quedaba del trago. "Es que nunca pensé que fueras de esas que besan chicas". Cada cosa la decía con una pausa y una nueva distinta.

"¿Eres homofóbica?". Me rio y ella a los segundos se me une.

"No". Niego. "Pero creía que no eras bisexual".

"No soy bisexual, soy totalmente...homosexual y feliz de serlo". Hago un leve mohín, no recordaba la última conversación seria que tuve con ella, casi siempre eran superficiales.

"Esta bien, otra más al club de jotas". Celebro mientras sonrió. "Siento que le caeras bien a Momo". Su sonrisa se borra al instante que escucha el nombre de mi amiga, la miro raro hasta que recuerdo que no sabe de quién estoy hablando y que lo más probable es que este recordando cada conversación que tuvimos.

"¿Quién es Momo?". Sabía que esa pregunta llegaría rápido.

"Es una amiga del trabajo y también estudia conmigo, es japonesa como tú y pelinegra como tú, también es pendeja como tú". Me lanza un trozo de papa, ya no se cuántas veces hará lo mismo.

"No soy pendeja, me imagino que tu amiga si...". Asiento segurísima. "Deberíamos ir un día al karaoke, invitaré a Sana". Me tenso, cada músculo parece que me pide que no me mueva, es una sensación extraña, como si quisiera pegarle ahora misma a la idiota chica que beso a Mina.

Casi siempre me pasaba lo mismo, cada día me convencía que era porque mi mejor amiga debía ser solo para mi, lo típico de una adolescente celosa, caprichosa y tóxica, o una enamoradiza chica.

Puede que sea la segunda.