off my face ; 𝗺𝗶𝗰𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴

O41

Luego de comer y porque Mina quiso, no porque nosotras lo deseamos, fuimos a uno de los karaokes que a ella tanto le encantaban, el tiempo que llevo conociéndola me lo ha repetido tantas veces que prefiero ir antes de volver a escuchar lo bonito que es.

Momo parece no querer por como su rostro cambia al entrar, se ve un tanto molesta con las cejas fruncidas y los labios un tanto entre abiertos, Momo tiene sus maneras de hacer saber a los demás su enojo, se podría decir que está en etapa tres de querer asesinar a...

¿Mi?.

Sana y Mina se levantan enseguida que la ven caminar hacia mí y me agarra del abrazo levantándome como si de una muñeca me tratará. "¿Que te pasa?". Preguntó a sabiendas de las sandeces que dirá.

"Tienes que decirle a Mina que Sana y yo nos tenemos que ir". Su rostro sereno vuelve, probablemente haya hecho eso para que fuera todo un show y las otras dos se separaran. "Me urgen hablar con ella". Frunzo un poco el ceño, si la mayoría del tiempo están solas ¿Para que quieren más privacidad?.

"¿Por qué?, Te aseguro que nos vamos a divertir". Sonrío pero por como me mira se que ya es hora de que se vayan. "Ni se cómo zafarme de Mina". Murmuro entre dientes volteando a ver a mi novia que levanta amabas cejas preguntándome con discreción lo que hablé con Momo.

Me siento a su lado y le doy un pequeño beso en los labios antes de acariciar sus mejillas, se que entenderá que se tienen que ir y que lo más probable es que nosotras igual, tengo tanto sueño por el viaje, solo quiero lanzarme a la cama y dormir mucho, por varias horas hasta que me cueste levantarme de la cama porque mis piernas no reaccionan.

"Ellas se tienen que ir". Me siento en su regazo y reparto besos por sus mejillas, sonríe lo que me da a entender que le da igual que se vayan. "Y nosotras también porque tengo mucho sueño". Actuar lindo nunca fue una opción pero cuando estoy con ella me sale natural.

Cuando volteo a ver a mis amigas para despedirme ambas están aguantando la risa al igual que Mina, lo sé porque mi oído está muy cerca de sus labios. "Tengo mucho sueño". Sana repite, exactamente como yo lo dije y siento que me voy a morir de vergüenza, como puedo me cubro en el cuello de Myoui quien se espanta pero luego me da un fuerte abrazo.

Tengo que recordar que no puedo ser melosa, empalagosa, ni nada por el estilo al momento de estar en público, soy una completa idiota por no recordarlo, si, si soy pero bueno, nada que yo no haga que olviden a la fuerza. Eso me hizo recordar la vez que le dije a Mina que Santa no era real y que eran sus padres, en mi defensa era una adolescente mimada que ya tenía que saberlo, porque si.

Lo hice por su bien y por el mío que ya me tenía harta de hablar y hablar sobre eso hombre con sobre peso y una barba terrible, de solo pensar en él me dan escalofríos. "Deberíamos ir al hotel". Elevo una ceja, no se cuales son sus intenciones pero me encantaría descubrirlas. "Se lo mucho que te gusta desvelarte así que vamos". Trato de levantarse pero yo no me moví, sigo en su regazo de lo más cómoda, puedo sentir los latidos de su acelerado corazón y se siente tan bien tenerla tan cerca.

Es relajante y me hace sentir feliz poder estar libremente con la persona que amo sin que nadie me guste, creo que Japón no sería una mala opción para vivir, en Corea tendría a miles de personas viéndome con desprecio y tal vez una que otra se acercaría para pedirnos ser menos demostrativas. No es que odie a mi país ni a las personas porque al fin y al cabo soy de allá.

Pero siento que necesitamos un lugar que se acople a nuestra relación que está de vez en cuando llena de demostraciones y mucho amor de ambas partes. "¿No te vas a bajar?". Cierro los ojos y respiro un poco más lento, haciéndome la dormida, el hotel está a una cuadra así que no creo que se le dificulte llevarme en peso hasta allá, estoy siendo mala pero es que me duelen las piernas. "Esta bien...". Murmura en mi oído lo que provoca una corriente eléctrica, es que ella sabe que hacer para volverme loca. "Ya que estás dormida no voy a pedir chocolate ni fresas a la habitación". Me remuevo un poco, que mala es cuando se lo propone. "Tampoco voy a poder besarte ni...". Ese silencio, ese segundo en el que solo escuché su respiración y pequeños latidos de su corazón supe a lo que se refería. "Hacer lo que tanto quieres que hagamos". Aprieto las piernas y la abrazo con más fuerza.

No me gusta mucho hablar de temas así, pero es que ella me lo pone difícil, demasiado. "Mina". Digo con la voz adormilada, tuve que ser actriz. "Tengo sueñito". Suelta una risilla y baja las manos a mis glúteos para presionarme contra ella, no les mentiré cuando hizo eso sentí que caí de un precipicio.

"Eres una bebé con sueño". Me parece lindo que me diga bebé pero no tanto que se lo tome tan en serio al punto de regalarme cremas que obviamente son destinados a niños pequeños. "Será otro día". Me salio el tiro por la culata. Abro un poco los ojos y me la encuentro a ella con una pequeña sonrisa y su mirada directa en mis labios. "La bebé se despertó".

Ruedo los ojos y me bajo, me encanta estar tan cerca pero ya me está enojando, diciendo las cosas que espero siempre que actúo que estoy dormida. "No será otro día". No hago contacto visual pero el roce de su mano antes de entrelazarla con la mía, me da miles de ataques.