office business ;; misaidahmo [+18]

cinco.

Para ser honesta, Mina se había acostumbrado a tener una manera fácil de aliviar su estrés durante el trabajo. Claro, estaba mal tener relaciones sexuales en el lugar de trabajar casi todos los días ahora, demasiadas veces para contarlas, pero se sentía bien. 

Por eso Mina, se sentía muy frustrada cuando no podía encontrar a Sana, Momo y Dahyun. Juró que había mirado por todas partes. Nadie tenía idea de dónde estaban. Fue por completo accidente que las encontró en el armario de suministros. Las tres estaban medio desnudos y Dahyun se estaba comiendo a Momo mientras Sana le metía la lengua por la garganta. Sus cabezas se volvieron hacia Mina cuando ella abrió la puerta y se alejaron rápidamente, incapaces de mirarla a los ojos.

─¿Que es esto? ─Mina preguntó con un tono frío.

─¿No es lo que parece? ─Sana sabía que era una excusa horrible.

─¿No? ¿No están follando en el armario de suministros en lugar de trabajar? ─Mina entró en la pequeña habitación y cerró la puerta detrás de ella ─ ¿Las estoy buscando por todo el lugar, y así las encuentro?

─Lo lamentamos ─dijo Momo. Ella todavía estaba jadeando por el placer.

─No creo que lo hagan ─Mina sonrió─ Demasiado jodidamente necesitadas para mantenerlo en sus pantalones. Ni siquiera debería sorprenderme.

Dahyun comenzó a levantarse lentamente desde su lugar en el suelo, pero Mina la detuvo.

─No. Quédate allí. Iré contigo pronto. De hecho, Sana, agáchate también ─Mina dijo mientras comenzaba a desabrocharse los pantalones─. Momo, date la vuelta y saca tu trasero.

Mina ya estaba dolorosamente dura cuando sacó su polla. No lo admitiría, pero la vista a la que entró fue lo más excitante que había visto en su vida. Se acercó a Momo y le dio una dura palmada en el culo antes de empujar dentro de ella de una sola vez. Momo gimió impotente al sentirse llena tan repentinamente, pero retrocedió ante las embestidas de Mina.

─No te puedes imaginar el día que tuve. Me sentía tan malditamente reprimida y ni siquiera estaban cerca. Creo que todas merecen una follada dura como castigo ─Mina gruñó. Dejó otra nalgada en el trasero de Momo para mostrar su disgusto.

Mina realmente no se contuvo. Tenía las caderas de Momo en un agarre magullado mientras entraba y salía de ella. Mina estaba segura de que nunca se había follado a nadie con tanta fuerza, pero por el sonido de los gemidos apenas ahogados de Momo, lo estaba disfrutando. Mina también lo estaba. No estaba bromeando cuando dijo que estaba reprimida.

Cubrió la espalda de Momo y comenzó a frotar su clítoris. Los ojos de Momo rodaron hacia la parte posterior de su cabeza ante la estimulación adicional y sus paredes se tensaron alrededor de Mina momentáneamente.

─Quiero que te corras para mí para que pueda sentir la forma en que aprietas mi polla mientras te follo a través de tu orgasmo y te bombeo hasta llenarme de semen ─Mina susurró en el oído de Momo.

La charla sucia envió escalofríos a todo el cuerpo a través de Momo y todo lo que hizo falta fue que Mina pellizcara ligeramente su clítoris para que cayera de cabeza en un orgasmo intenso. Mina se mantuvo fiel a su palabra y siguió follando dentro de Momo hasta el punto en que se sintió sensible. Estaba a punto de alejarse cuando Mina entró y se corrió de repente.

─Buena chica ─Mina exhaló mientras cuerdas tras cuerdas de semen llenaban a Momo.

Mina se tomó un segundo para recuperar el aliento y luego salió de Momo. La dejó allí contra la pared y se acercó a una Sana que se retorcía. Mina pasó sus dedos por el cabello de Sana suavemente y luego agarró la parte de atrás, tirando de la cabeza de Sana hacia atrás.