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IMPORTANTE: En este libro encontrarán muchas razones de lo que pudo haber dicho o hecho Ashton en la historia principal, por lo que no se sorprendan si le hallan sentido a las cosas. De igual forma podrán darle más sentimiento a algunas cosas más que pasaron en el libro y a las que no les dieron tanta importancia.

Ahora sí, a leer:)

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La miraba de lejos, ella era bonita, su caminar, su cabello largo, su figura, todo en ella llamaba mi atención. Ella era la única razón por la que me atrevía a venir a los barrios bajos todos los días, solo a verla, a sentirla cerca.

Desde la primera vez que la vi entrando a esa casa de mala muerte supe que ella debía ser mía. Ahora no pasaba un solo día en que no pensara en ella, en que no viniera a verla, como ahora, que estaba esperando a que apareciera.

Fue ahí cuando lo ví, sus ojos verdes me miraron por un momento sin siquiera prestarme atención, solo era una mirada fugaz, viendo todo, pero a la vez nada.

Esos ojos verdes solo me recordaban a aquello que tanto odiaba, a su maldad, su astucia, era como verla a ella. Me daban tantas ganas de castigarlo...

Decidí alejar cualquier pensamiento respecto a él y enfocarme a lo que venía, eso era ella. La esperé, más ese día no la pude ver, lo cual me extrañó.

Al día siguiente solo pude pensar en una locura, si ella era cercana a la familia Foster, ¿qué tal si la utilizaba y, al mismo tiempo, complacía mi deseo de tenerla cerca?
No dudé en dar la orden y pronto ella fue encarcelada, tal cual un pequeño pájaro que es capturado en una jaula.

- Es un chico, Ashton. - me dijo Derek antes de ir a verla por primera vez.

- Duncan Foster... - susurré para mí mismo, pero con el volumen suficiente para que él me escuchara.

- El mismo. - suspiró - Está asustado, Ashton, fui a verlo porque si mi hija estuviera así, lo cual desde luego no permitiría, pero en dado caso, odiaría que estuviera sola, asustada. Debes dejarlo ir, es un hombre, la mujer con la que te obsesionaste no existe.

Lo ignoré y entré de todas formas, comenzando con algo de lo que me arrepentiría, pero que después se convertiría en lo mejor que me pasara en la vida. Nunca pensé que colgarme de una deuda para mi propia conveniencia me diera tal lección, tal cambio, tal amor.

"Eres un hijo de puta", le gritaba a esos ojos azules que me miraban desde el espejo, había hecho una atrocidad con el cuerpo de ese chico, me había aprovechado de él aún sin importarme que fuera un hombre, aunque, ¿el género de verdad importaba?

"Eres un imbécil", me repetí una y otra vez intentando aminorar el coraje que sentía por mí mismo, ¿cómo es que me he atrevido a hacer tales cosas? De verdad que soy increíble. Mi mente no dejaba de repetir las imágenes de su rostro lleno de lágrimas, de sus quejidos y peticiones. La imagen del rostro decepcionado de Derek también llegaba a mi cabeza.

Sentía algo hacia Duncan, quería protegerlo, pero, al mismo tiempo, quería destruirlo, castigarlo. Estaba mal, claro que lo estaba.

- ¡Eres todo un imbécil!

- Recuerda que soy tu jefe.

- ¡Jefe mi culo! - gritó enojado, - Debes de cambiar con ese chico, él no se merece esto.

Derek tenía razón, debía de cambiar con Duncan, además de que si no lo hacía mi mejor amigo nunca volvería a dirigirme la palabra.

Uno de esos tantos días llegué y la escena que encontré no hizo más que hervirme la sangre, el idiota de Silik siempre era el causante de mis más grandes enojos.

- ¡No lo vuelvas a tocar, imbécil! - me estaba sacando de mis casillas, no podía tocar lo que era mío, Duncan era más mío que de él mismo, mi posesividad con él se había agravado al pasar los días y no dejaría que cualquier idiota hiciera con él lo que quisiese.
Su cuerpo era mío, incluso podía decir que su alma lo era, sus demonios... también quería que fueran los míos.

Después de eso solo pude pensar en que debía protegerlo, no quería que nadie lo tocara, no dejaría que alguien lo hiciera y si alguien se atrevía pagaría enormes consecuencias. Nadie tenía el derecho de hacerle daño, tocarlo o siquiera acercarse a él.

- Te irás y no volverás a tocarlo. - en su rostro se mostró una sonrisa de burla, pero desapareció en cuanto le dije lo siguiente, - Y también vete olvidando del dinero que te doy por hacer nada.

No quería que Silik le hiciera daño, su madre fue de lo más mala con mi padre, ¿y si esos genes malignos los tenía también él? Ambos éramos unos malditos, pero a él no le importaba nadie más que él mismo, claro, no tenía nada que perder ya. Y tampoco algo en lo que caerse muerto.

- Silik no volverá a tocarte. - le dije al ya estar frente a él.

- No me importa, si no lo hace él lo harás tú.

Admito que fue un golpe bajo, pero realista, era un desgraciado por todo lo que le había hecho. Aunque quería protegerlo de todos los demás, el demonio más grande que atormentaba sus noches, incluso sus días, era yo, yo era ese demonio oscuro que venía a mancharlo cada vez que se le antojaba. Pero no más, no me dejaría hacerle más daño.

- Te quedarás aquí. - le ordené. No quería hacerlo, pero al final se quedó junto a mí dentro de mi habitación. No deseaba que le sucediera nada, a pesar que el mayor demonio de quien debía protegerse no era otro más que yo y sabía claramente que ese demonio no se detendría, yo mismo sabía que no lo haría.
Era un hijo de puta cubierto de fuego y sabía que si me acercaba a él más de la cuenta terminaría quemándolo tarde o temprano, tal y como ya había comenzado a pasar, sus quemaduras estaban ahí, visibles para todos.

Admiré su espalda acomodándome en la cama y jalé de su capucha para acostarlo junto a mí, sonreí al ver su perfil y notar lo incómodo y tieso que estaba, pero no me importó, no le dejaría solo, ni lejos de mí. Era egoísta con lo que era mío, él era mío. 

Al día siguiente, justo antes de entrar a la habitación, fue cuando escuché que Derek le decía que lo ayudaría a escapar, no sé qué pensaría Duncan en ese momento, pero yo tomé mi decisión: lo dejaría ir.

.-.-.-.

Nota de autora: ¡Hola! Me alegra estar de nuevo con ustedes en este lindo proyecto posterior a "La Deuda", ésta obra es la perspectiva de Ashton acerca de lo vivido con Duncan, desde que lo conoció hasta... Bueno, ya saben.

Como ya les dije, tomé una narrativa diferente, es más rápido todo y más sentimental, puesto que quise que fuera narrado como un resumen (por lo que también será algo corta) y que conocieran los sentimientos y pensamientos de nuestro protagonista, su forma de ver las cosas.

Deseo que esperen los capítulos con ansias, tal y como sucedió con la obra principal.

Cuídense mucho y nos leemos en otro capítulo<3🖤

El Privilegio De Ser Tuyo | A.W.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora