El silencio de la mansión Jongcheveevat era bastante abrumador en ese momento, podían decirle loco quizás por pensar que había varios tipos de silencio. Gulf pensaba que esto no era tan ilógico si lo pensabas con detenimiento, cuando estás en ese tipo de situación debías analizar todo de manera más profunda que de lo comúnmente lo harías.
Miró con detenimiento su nueva habitación, estaba tan acostumbrado a la antigua que pensaba que incluso se había encogido, pero podía asegurar que estaba más grande. Cuando volvió de su investigación de dos días, el jefe Suppasit no se encontraba, había salido de viaje le dijo Boss, todo era muy extraño... pero suponía que el que haya descubierto infiltrados dentro de la mansión era para tomar todas las precauciones posibles.
Gulf se recostó en la cama, miró aquel techo que le hacía recordar a esas iglesias extranjeras que vio un día en un libro, Roma... un lugar bastante interesante para conocer, desde el hecho que tenía más de 3000 años dentro del arte. ¿No ahí es donde se encontraba una escultura de Medusa? Aunque no estaba muy seguro de esto, tomó su celular... números privados eran los únicos registrados. Su dedo se deslizaba lentamente por la pantalla, como si esperaba encontrar algo nuevo, miró el mensaje de LINE que llegó a su celular...
"¿Has llegado a casa?"
La preocupación de Mild era bastante evidente, a pesar de que no llevaban mucho tiempo amigos, pero podía notar lo valioso que era tener a alguien como él a su lado. Gulf se giró un poco, dejando de ver aquel techo adornado, ahora miraba fijamente la pantalla de su celular.
"Sí. ¿Tú has llegado?"
"Sí, mi madre me ha cocinado mi platillo favorito..."
La charla se extendió por unos minutos, Gulf se despidió y borró la conversación, pidiéndole a Mild que hiciera lo mismo. Su amigo nunca preguntaba nada, y cuando lo hacía sus preguntas eran específicamente: ¿Cómo estás? ¿deseas hablar de algo? Le recordaba de cierta manera a Boss con el jefe Suppasit, siempre estaba al pendiente de él, no era extraño que fuera el segundo a cargo.
Gulf se levantó, tomó una toalla e ingresó a aquel baño innecesariamente grande, pero que lo necesitaba. Sus ropas las dejó caer al suelo, después las levantaría, no es como si fuera tan descuidado siempre... pero de alguna manera se sentía que el silencio lo estaba perturbando. Necesitaba encontrar una manera de distraer su mente o al menos de enfriarla.
Llenó la bañera y se deslizó, era satisfactorio sentir como su piel estaba siendo humedecida por la cálida agua. Su cabeza se recargó en el borde, cerró sus ojos y trató de relajarse lo más que pudiera... una parte de él hubiese deseado ver el rostro del jefe cuando volviera, quería confirmar que todo estuviera en orden al ver su sonrisa que le dedicaba sólo a él; sin embargo, no fue así...
El camino se estaba volviendo eterno, Gulf solo quería llegar y... verlo. Pero al único que pudo ver en ese momento, fue al hombre de traje que estaba esperando en la entrada de la mansión.
"Él salió a un viaje de negocios, me pidió que lo recibiera" dijo Boss, mirando al joven que bajó de aquel auto negro junto con Earth.
"Ya veo... ¿Cuándo volverá?" preguntó Gulf después de pensarlo un poco, no quería preguntar a donde había ido, ya que sería una pregunta tirada al aire. No obtendría una respuesta.
"Pronto. No le sabría decir específicamente." La respuesta no era la que esperaba, pero había sido un poco más larga de lo que usualmente solían decirle. "El jefe, quiere que cambie de habitación. Por favor, sígame"
Un código era necesario para poder ingresar, uno que sólo conocía él. Gulf se sentía tranquilo en ese aspecto, al menos podría dormir tranquilo sin necesidad de despertarse a cada ruido que hubiese. Las entradas secretas ya no eran tanto, pero aun así sabía que existían miles de misterios dentro de ese basto infierno.
ESTÁS LEYENDO
M-Malicious (HIATUS)
Ficção GeralSuppasit Jongcheveevat, uno de los más fuertes jefes de la mafia Tailandesa, se enfrentará con un gran dilema en su vida: "¿Realmente esto es lo qué quieres?" El joven que apareció en su vida en ese momento, hará que se cuestione algunas cosas que...