Llegamos a casa y lo único que hice fue correr hacia mi habitación. Escuché los gritos de mi padre provenientes de la sala, no le hice caso y seguí mi camino.
Ese señor le hizo daño a mi mamá hasta el punto de que ella se suicidara.
Esta era la razón por la que quería matarme, no quería soportar a mi "padre" después de todo lo sucedido.
Yo era muy unido a mi mamá, tanto que hablaba de ella de muchas cosas y no me daba vergüenza contarle.
Soy un chico muy reservado y prefiero ser así que tener amigos que puedan dañarme. En la escuela no soy muy bueno en las materias, pero me defiendo un poco. Soy del tipo de chicos que no hablan con nadie y nadie trata de hablar con ellos.
Me quedé dormido entre pensamientos y recuerdos junto a mi madre, aún la extrañaba... solo habían pasado tres días y hasta ahora recuerdo como la encontré tirada en el piso con el pomo de pastillas en mano y espuma en su boca.
Ese recuerdo, para mí pesadilla, seguía en mi mente sin ser borrado.
Narra Mackenzie:
Me desperté e hice mi rutina con normalidad para ir al colegio. Me vestí y bajé.
- Buen día cariño - dijo mi mamá.
-Buenos días- tomé asiento para desayunar.
-¿Cereal?
Asentí.
Mientras iba desayunando conversaba con mi madre
- Y dime... ¿ese chico que vino ayer es tu novio?
Casi me atoro con el cereal, ese color rojizo se apoderó de mis mejillas.
-¡No! Que cosas dices mamá. -dije
- ¿Por qué estás roja? ¿A caso te gusta? - dijo riéndose.
-¡No! No quiero hablar contigo de eso - dije tomando el plato y colocándolo en el fregadero.
- Quiero que me cuentes sobre tus cosas Mackenzie. -dijo tranquilamente.
- Bueno, no ahora... tengo que... irme- dije.
- Cuando regreses hablamos de ese chico.
-¡Mamá! - dije pesadamente.
- Anda, llegarás tarde. Ah! Y dile a Key que le mando una barra de chocolate para él, no te la comas tú... estoy mandando una para ti y una para él.
- ¿Alimentas a Keylor y a mi no que soy tu hija? - fingí indignación
- No hagas dramas y ve al colegio ¿Quieres? -dijo en tono de burla.
- Parece que lo prefieres a él.
- ¡Adiós! - dijo desapareciendo del lugar.
Abrí la puerta y seguí con mi rumbo hacia el colegio.
Narra Michael:
Iba directo al colegio, mi padre me llevaba en la patrulla.
No sé porque actúa como si todo estuviera normal. A parte, ya soy grande y puedo caminar solo a la escuela.
- Bien, vendré por tí. - dijo mientras se estacionaba.
- Ya soy grande, puedo caminar a casa. - dije seriamente mientras me quitaba el cinturón.
- No hagas las cosas difíciles por favor, vendré por tí y punto.
- Caminaré a casa, quédate en tu trabajo con Jude - salí del auto y cerré la puerta.
ESTÁS LEYENDO
Todo Termina En El Comienzo
Teen Fiction- Solo cierra tus ojos y mira, estaré cuando me necesites. 30/10/2021 dentro del Top 10 en #clásico