Dark Kayn One-Shots

IGNORAR

No entendía lo que estaba pasando.

Kayn esperó impaciente a que Yuu viniera a él, con aquella sonrisa tímida y tonta de siempre, que lo buscase en su habitación a medianoche debido a las pesadillas que lo atormentaban; mas los días pasaron y se vio solo, tal y como antes de conocer al chico.

El menor no estaba contento con su repentina separación, pero es que aún no lograba asimilarlo. Seguía teniendo la esperanza de que pronto Kayn iría a buscarlo para decirle que le extrañaba... Pero eran sólo fantasías. De vez en cuando lo miraba de reojo, pero el Shieda parecía inmerso en su propio mundo, sonriendo como siempre... Como si nada hubiera pasado y no le importara en lo absoluto saber de Yuu.

Lastimado, Yuu trataba de olvidarle y salir adelante sin él, debía ser fuerte para dejar de darse lástima, pues no podía evitar reprocharse a sí mismo lo reemplazable y desechable que era... Deseaba ser importante.

Unos días después, se dio por vencido, ya no soportaba la idea de estar lejos, aunque sabía que Shieda nunca se disculparía simplemente no podía dejar de pensar en él. Lo necesitaba, su calor, su abrazo y necesitaba que lo mirara de nuevo.

Pero Kayn se esmeraba en hacerlo a un lado, siempre que Yuu trató de llamar su atención, lograba evadirlo e irse aun si significaba empujarlo incluso.

Destrozado, Yuu se dio por vencido, y al ver que el chico le dejó de buscar, Kayn se molestó aún más. Le había gustado jugar con él de esa manera, sabía que Yuu no soportaría tanto tiempo siéndole indiferente, pero quería castigarlo por alejarse en primer lugar. De alguna manera, muy en su interior, deseaba que Yuu viniese rogando hasta él, pidiendo un poco de atención, llorando quizá, eso le hubiera encantado... Sentir que tenía en su poder la felicidad de alguien más, le era simplemente placentero.

Pasaron los días, un par de semanas incluso, y Yuu pareció mejorar un poco, en compañía del amigo que conoció durante el patrullaje nocturno. Volvió a sonreír, y, Kayn quien siempre le vigiló desde las sombras, sintió su interior arder.